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Amane y Sumire.
Una era el sol y la otra era la luna.
Una era optimista y la otra era pesimista.
Una era blanco y la otra era negro.

Bien dicen que los polos opuestos se atraen.
Se veían cada atardecer, hablaban sobre lo que les gustaba y lo que no. Se contaban casi todo. "Casi todo" por qué Amane no sabe que Sumire es la villana que mató a 23 personas, ella siempre omite temas sobre la familia, sobre la escuela y sobre el amor. Pero Amane era insistente en este último tema.

—¡Vamos Sumi-chan! ¡Debe haber alguien que te interese!— Sumire negaba con la cabeza.

—Por décima vez, no tengo tiempo para el amor, es una perdida de tiempo— tomó un poco de su agua embotellada, la cual estaba fría —Mejor cuéntame sobre tu novio que está en China—

—No jovencita, debe haber alguien que te interese— Amane achicó los ojos y miró a Sumire.

—Que no— Sumire rodó los ojos. Amane hizo un puchero.

—¿Por qué siempre traes un cubre bocas?— preguntó Amane esperando obtener una respuesta. Sumire miró a otro lado —Esta bien, tómate tu tiempo...— Amane revisó su móvil y se levantó —Debo irme, mi mamá está esperándome— se despidieron y Amane subió a un taxi.

Sumire revisó su móvil y tenía una llamada perdida de Kurogiri. Puso su móvil en modo avión para no ser molestada. Y comenzó a caminar en dirección a la UA. Hace varios días que no ve a Midoriya, y por ende, descuidó su "importante" misión. Cerca de la UA, había varios carteles sobre el festival de deportes, y había uno de Midoriya. Se detuvo justo enfrente de el cartel de Izuku.

—Tiene pecas— dijo Sumire, sonriendo débilmente.

"¡Debe haber alguien que te interese!"
Sumire recordó las palabras de Amane.

—¿Me interesa... Midoriya Izuku?—

"Parece un chico interesante"

Recordó ese pensamiento.
Sumire se está engañando a si misma.
Ella seguía viendo el cartel de Midoriya, por alguna razón, quería quedarse ahí todo lo que restaba del día. Pero comenzó a nevar, su nariz se tornó roja al igual que sus mejillas. Quería irse, pero sus piernas no obedecían.
Y como por arte de magia, a un lado de ella se encontraba Midoriya Izuku.

—No... No es de mis mejores fotos...—  habló.

—¿Quien dijo que veía tu cartel? Ni que fuera fan tuya— finalmente, las piernas de Sumire respondieron y se movió de ahí.

—¿Ha-harás algo... Mañana?— preguntó Deku, cabizbajo y probablemente tan rojo cómo un tomate.

—¿Por qué quieres saber?— respondió Sumire con otra pregunta, se giró y quedó enfrente de Midoriya.

—Bueno yo...— Deku fue interrumpido.

—¡No puede ser! ¡Midoriya Izuku me está invitando a una cita! ¡Gracias dios!— dijo Sumire, se notaba el sarcasmo a kilómetros. Izuku no podían estar más rojo.

—No es lo que parece... Solo quiero saber sobre ti—

—¿Para que o que?— Sumire decidió no ser tan mala con el pobre Izuku, después de todo necesitaba más información sobre el —Mañana, en el café que está enfrente de tu escuela de niños bonitos, a las 2:00pm, si llegas un segundo tarde te mato— Sumire desapareció, dejando a Izuku con la palabra en la boca. Por tercera vez, lo cual se está volviendo una costumbre.

Sumire estaba en la guarida siendo regañada por Kurogiri. Ella constantemente rodaba los ojos. Shigaraki solamente se burlaba de Sumire.
Kurogiri la regañó por 20 minutos, y en consecuencia ella hizo boom.

when it comes to you ; midoriya izukuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora