Roses are red, the sky is blue, this doesn't rhyme I have fever

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Cuando despertó, la verdad era que apenas podía abrir sus ojos y la luz molestaba demasiado, así que los cerró de nuevo. Y su cuerpo... pesaba como mil demonios y estaba débil, muy débil.
Era una mierda enfermarse en verano.

¿Qué día era? ¿Qué hora era? Bueno, al menos tenía la certeza de que estaba en su casa.
¿tenía fiebre? Porque se sentía afiebrado, la verdad es que no lo sabía, era pésimo en eso de las enfermedades. Él no estaba acostumbrado a todos esos síntomas, apenas los podía reconocer, no era como Evan que sabía cómo ayudarlo a bajar la fiebre, que parecía conocer muchas cosas sobre enfermedades y también sobre árboles. 

Estaba congestionado, tenía que respirar por la boca, estaba seguro que Evan sabía qué hacer al respecto.

Evan.

Le había pedido a Evan la noche anterior que lo fuera a cuidar, ¿habría venido?
Abrió los ojos con cuidado y se sentó en la cama con no muchas fuerzas. Lo escuchó antes de verlo.

—¡Oh! Connor, despertaste— Giró su cabeza suavemente y vio que estaba sonriendo o... bueno, asumió que estaba sonriendo, tenía algo en sus manos ¿un libro? ¿Posiblemente sobre árboles?— ¿Quieres algo para beber? Debes tener sed o quizá hambre o... tal vez no, no lo sé, pero debes comer de todas formas. Disculpa, creo que estoy hablando demasiado.


Le parecía realmente adorable que se preocupara tanto por él, no tenía ninguna obligación de hacerlo, él ni siquiera estaba en el derecho de pedirle que lo cuidara, pero a pesar de eso Evan estaba ahí, cuidándolo, protegiéndolo.

Connor tosió, abrió el cajón del mueble que estaba junto a la cama y sacó sus lentes, ahora el mundo se veía un poco más claro. Volvió a mirar a Evan y comprobó que era un libro de botánica lo que estaba leyendo, se veía sorprendido, un poco sonrojado, pero podía ser calor.

—¿No sabías que ocupaba lentes?— Su voz sonaba seca, sí necesitaba ese vaso con agua— Bueno, en realidad cuando salgo ocupo lentes de contacto, si no los usara, probablemente estaría muy seguido en el suelo, como mi autoestima.— Había intentado sonar gracioso, pero la verdad es que había sonado... triste y de paso preocupó a Evan.

Evan le dijo algo que la verdad no entendió, escuchó a lo lejos, muy a lo lejos que bajaba las escaleras y luego lo vio llegar con un paño húmedo, agua y té, todo eso en una bandeja para que no se le cayera. Se recostó en la cama y el otro puso con cuidado aquel paño sobre su frente y se sintió increíblemente bien, Suspiró y sonó su nariz con un poco de papel higiénico que había cerca.

—Odio estar enfermo.

Evan rió, pasó sus manos por su pelo en un gesto tierno de cariño y luego se paró para abrir la ventana, sintió una brisa fresca, debían ser las nueve o las diez de la mañana.
En algún momento se durmió de nuevo. Tuvo pesadillas.

Era una habitación oscura y de pronto estaba en la calle, de noche. Era un lugar que conocía, pero que no lograba identificar

A su alrededor estaba todo vacío, las tiendas estaban oscuras.
Nunca le dio miedo la oscuridad, pero ese escenario en particular le aterraba. Sentía que algo malo estaba por suceder.

De pronto, estaba buscando a su mamá, corría hacia ningún punto en particular y ni siquiera sentía que se moviera.

Gritaba por ella con desesperación, con esa clase de gritos desgarran la garganta.
Despertó de golpe, gritando y sudando. Evan, que lo miraba con preocupación, se acercó hasta él.

—Tranquilo, Connor, fue solo una pesadilla— tomó el paño de su frente y lo sumergió en agua fría, lo estrujó y lo puso nuevamente en su lugar— Nada de lo que pasó es real ¿si? Aunque haya parecido aterrador, solo... Fue un mal sueño.

In a lot of cup of hot chocolate, I will find you [Dear Evan Hansen/Treebros]Where stories live. Discover now