002

16.1K 2.3K 561
                                    

—¡Hey, Taehyung! ¡Espera!—Taehyung corrió por los pasillos al escuchar la voz de Jungkook, el día anterior salió huyendo en cuanto el mayor se alejó de él. Era demasiado cobarde como para enfrentarle y preguntarle por qué demonios le había besado y quién se creía que era como para robarle su primer beso.

Sí, así de patético pensaba. Pero no le importaba realmente, ya que nadie podía saber que era lo que pensaba, y eso estaba bien, porque así nadie podría juzgarle.

» Las personas pueden ser crueles si no piensas como ellos, Taehyung. « Una vez más las palabras de su madre hicieron eco en su cabeza.

Se quedó tan perdido en su mundo que no notó cuando un pelinegro alto y atractivo tomó su muñeca, haciéndole girar y, por segunda vez en dos días, lo acorraló pero esta vez entre la pared y sus brazos.

—¿Otra vez huyendo de mí? Se me hará costumbre verte correr luego de robarte un beso, al parecer. No soy el príncipe y tú no eres cenicienta como para ir detrás de ti todo el tiempo.—Taehyung quedó paralizado, no iba a negar que las palabras del mayor se le hicieron tiernas. ¿Cenicienta él? Prefería ser Pocahontas o Mulán—¿Al menos me hablarás? ¿Quieres que me disculpe por lo de ayer? Para tu mala suerte, no lo haré.

Taehyung seguía sin responder, no sabía que decir ni cómo reaccionar. Nunca había estado tan cerca de Jeon y mucho menos le había hablado antes, le tiene miedo y ¿se supone que deberá ser amigo de la persona que tanto teme?

—Hey, Taehyung…¿Podrías responderme? Un hola no estaría mal.—alejó sus brazos de la pared y metió sus manos en sus bolsillos—La gente nos mira raro.—Taehyung observó a su alrededor y sí, las personas estaban mirándoles y esperando alguna reacción—Bueno, ya que al parecer el ratón se comió tu lengua, me voy a clases—dejó un beso fugáz en sus labios—No olvides que no soy un mal tipo.—le guiñó un ojo y siguió su camino hasta la clase que tenía a primera hora.

Taehyung pudo respirar con normalidad y sintió su corazón muy acelerado—Dios, no. Me va a dar un paro cardiaco.—nuevamente se cuestionó a si mismo porqué era tan cobarde y no alejó al mayor de un golpe en la entrepierna.

—Para la próxima…

Tattooed boy; kookvWhere stories live. Discover now