Mi tentación

Mi vida, la vida de Dios

holaa, es mi primera historia, espero sea de su agrado, espero sus comentarios

en el cap 5 les estaré enseñando quien sería la hermana Micaela, por el momento disfruten la historia.

cuando era niña maso menos de unos 15 años, pase por algo muy duro en mi vida, tal vez el echo que le dio un giro de 180° como dicen.

aún me acuerdo cuando conocí a Piero, nunca quise estar con él, pero por darme a la "grandecita" acepte, y me fue todo mal, con solo pensar que casi quedo embarazada, estaba a un pelo, gracias a Dios que no, todo con Piero fue tan .... loco, apresurado, ni lo quería y me metí a hacer cosas que no eran de mi edad, yo prometí a Dios que si no estaba en estado, le iba a entregar mi vida, y pues aquí estoy cumpliendo con mi promesa y me va muy bien, claro que a mis papás no les gustó mucho la idea, pero la tenían que aceptar, después de todo era mi vida, ya han pasado 8 años desde esa decisión, ahora tengo 24 y pertenezco a las hermanas de la congregación misioneras de la divina providencia, en ellas encontré algo especial, encontré una vida llena de servicio.

- ¡mica!- escuché a la hermana superior acercase a a capilla donde yo estaba.

- ¡ah! hija por fin te encuentro, te busqué toda la mañana, quería que me ayudes a ver sobre lo del profesor de literatura que renunció- la hermana superiora es algo despistada, tiene una expresión de preocupada, y lo mejor si lo está.

- hermana le recuerdo que ya hay nuevo profesor, la profesora Tania se encargó de eso, ya no se preocupe hermana- digo dándole énfasis al hay , veo como su expresión se relaja y ahora se refleja en su rostro una sonrisa.

- lo siento hija, aveces se me pasan las cosas, no se vaya a hacerte tarde para la santa eucaristía diaria- doy unas pequeñas risitas, asiento y se va.

me quedo con una sonrisa pensando en lo lindo que debe ser llegar a la edad de la hermana superiora y tener el mismo amor del primer día hacia Jesús.

La profesora Tania es muy buena gente, siempre me gustó llevarme bien con todos. Veo la hora ya van a ser las 6:00 y esta vez no puedo llegar tarde esta vez no; corro a través de los pasadizos pasando por el pabellón de de secundaria y seguidamente de primaria, esto parece la maratón a la mejor corredora de los juegos olímpicos.

- hola hermana mica - me dicen unas chicas, parecen de 5to año de secundaria, las miro y no las reconozco, pero les devuelvo el saludo y entro a la casa de as hermanas, ellas ya están esperando al sacerdote juan, llegué a tempo, eso me enorgullece.

La misa transcurre con naturalidad, me encanta recibir el cuerpo de Jesús, de mi esposo. pienso mientras acaricio mi anillo de matrimonio con Él.

- pueden ir en paz - y así termina la misa, mis hermanas mientras cantan, van saliendo de la capilla, yo en cambio me quedo un rato mas a rezar por las chicas de 4to año, ellas son terribles.

Hoy empieza la segunda semana de clases, y de cierto modo me emociona, alumnas nuevas, con las que de cierto modo me hago amigas de ellas, ya que aunque las hermanas son buenas conmigo la diferencia de edades son abismales, así que con las de secundaria siempre me he llevado bien, mas que bien.

- Buenos días , hermana Mica - escucho una voz conocida tras mío, me volteo y esta ahí Tania mi amiga, la miro y me lanzo en un abrazo, la extrañé tanto, que parece que cuando la abrazo aun sigo sintiendo que ella no está.

- cuéntame, me dijeron que la semana pasado no habías venido, estas mal- pregunto soltándole del abrazo, y dedicándole la sonrisa mas amable y cariñosa que tengo.

- hay un chico que me gusta Mica- me dice acercándose, como para guardar el secreto, me da gusto que Tania haya conocido a alguien, ella es de mi edad, y es bastante agraciada, es alta con mechones rubios, figura esbelta, ojos celestes vivos y una faz perfecta.

- ven por acá, así me puedes contar todo- le digo señalando las escaleras de unos metros a la derecha, para sentarnos. Ella me sigue y conseguimos sentarnos.

- todo comenzó cuando necesitaba ir por un café, y decidí a la esquina de mi casa, donde hay una cafetería, al momento de que me entregaron el pedido, giré para salir e irme a mi casa, pero accidentalmente choqué con un joven, guapo, de buena presencia, el solo me dedicó una sonrisa, y empezamos a hablar y justo le comente que necesitábamos...- deja de hablar y dirige su mirada hacia otro lado, cuando me giro para ver, nos estaba viendo la hermana superiora.

- que hacen aquí escondidas cuando hay un montón de cosas para hacer - Tania se pone de pie, hace una reverencia en modo de disculpa y sigue caminando, en cambio yo me pongo de pie y espero con la mirada baja a la gritada del día.

- tu ya sabes Micaela que si quieres seguir quedándote en esta congregación mas vale que cambies tu comportamiento, que esto no se vuelva a repetir - parece que hoy esta de malas, y seguro con tanta bulla. - Dios mío perdóname por pensamiento tan feo hacia mi prójimo - .

- no volverá a suceder hermana superiora - digo y sin mas, siento que mis pies se empiezan a mover, como si alguien las dirigieran, menos yo.

Me doy una vuelta por todo el colegio, esperando respuesta alguna de Dios, después de todo mi vida siempre había sido así, me acuerdo de mis papás y hermanas, en como estarán, estamos a miles de kilómetros, siento unas lágrimas resbalar por mis mejillas.

Me pregunto a donde se habrá ido Tania, si tendrá clases o no, me dirijo a secretaría para ver el horario, ella está en primaria ahorita, imposible seguir hablando.

- disculpe hermana buenos días, soy agustín, el nuevo profesor de literatura.- me dice todo eso y no me da tiempo de girar, tiene una voz potente, gruesa, firme, de esas que hace tiempo no escuchaba, ya me había acostumbrado a la voz del padre henry, bueno el también ya tendrá sus 70 años.

me giro para verlo.

-Dios mío perdóname porque he pecado de pensamiento, palabra, obra y omisión-