Después De Tomar Desiciones

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Ventanas grandes, amplias y polvosas

Después de varios garabatos en libros, bostezos que empañaban la ventana y golosinas en la clase la hora de salida llegó. Me levante y vi como carolina acomodaba sus cuadernos en la mochila, su abundante cartuchera cayó al piso mientras trataba que un libro de álgebra 4 encajara en un cuaderno de literatura 2.

- ¿por qué al inicio de la cursada esto estába lleno y ahora se encuentra vacío? - franco levantó la cartuchera mientras la inspeccionaba enfrente de la cara de Carolina.

- ¿hablas de la cartuchera o de tus neuronas? - carolina no volteo a verlo directamente y se ajusto la mochila al hombro.

- no podría formular una respuesta si no tuviese neuronas - replique

- las computadoras no las tienen y son más inteligentes que vos -

-Suenas igual que mi hermano menor -

- ¿tenias un hermano? No estaba enterada- Volteo a verme y abrío sus grandes ojos marrones mientras tomaba la cartuchera de mis manos, antes de que lo hiciera conteste.

-disculpe su alteza por no avisaros previamente de mi estirpe - hice una reverencia inclinandome hacia adelante con una mano en el pecho, la cual sostenía su cartuchera alargada de plástico, y la otra al oeste. Al incorporarme la tomo y la uso de espada.

-te declaró sir fransis - la coloco en su hombro derecho - ya podeis ser perdonado de una muerte lenta y dolorosa - la coloco en su hombro izquierdo

- ¿podrías contarme que es lo que te sucede hoy? - guardo el objeto plástico en su mochila y no deje de verlo hasta que desapareció de mi visión.

- *sin respuesta*-
No tenía nada en claro como para decirle en aquel momento, pero no pareció importarle mi nunca llegada contestación, lo habrá atribuido a mi falta de neuronas.

Caminamos por el campus juntos hablando de cosas tribiales, pero realmente no preste mucha atención a algunas cosas específicas. Sinceramente no estaba tan interesado en que su tía política estaba organizando una feria americana de ropa muy barata a un par de cuadras de la universidad cuando anoche una persona, tal vez mujer, había conseguido violar la privacidad de mi cuarto.
Carolina está una de mis mejores amigas en preescolar, luego paso a confidente, luego novia y más tarde ex-novia buena onda. Ella estaba saliendo con un barista de Starbucks a quien apodaban '' pato'' su nombre era jorge, pero no entiendo la correlación con pato. Pero sabía que no era nada serio por casi unos segundos hablando con ella que se volvieron infinitos en ese instante. Había olvidado por que me gustaba.

- ¿me estabas prestando atención? - cureoso Carolina

La verdad que no - me estabas hablando de tu tía, en ¿donde queda su feria? - mi oración se detuvo al sentir peso extra donde iba la mochila

- no me esperaste - un sudor frío recorrió mi cuerpo al sentir el aliento ebrio en mi oreja izquiera de mi mejor amigo en mi nuca.

- quizás por que no fuiste a clases - respondí y clave mi palma derecha en su mano mientras lo empujaba.

- si fui, pero llegaste tarde- se estiró y me empujó el hombro para separarse de mi. No muy fuerte.

- si, pero salio antes para ir a beber en el bar Sorbos - intervino caroline

- shhh, ¿por que sigues saliendo con ella? Es más mala que el... (incomprensible) - la última oración de Cristian terminó en una especie de eructo y bostezo.

Entre Ventanas Where stories live. Discover now