Love Situation [JJ Project/Bnior]

16. Wake me up

El sonido de un teléfono vibrar despertó a Jinyoung, buscó en la habitación algo que le indicará la hora. Las tres de la mañana, perezosamente se levantó de la cama, buscando su ropa y su teléfono. Envío un mensaje a Youngjae el único amigo que estaría despertó a esa hora. Bostezó al salir del cuarto tomando su bolso en busca de las notas adhesivas.

"Recuerda firmar los papeles. Grac"

Acomodó su ropa y termino de beber el té servido mientras esperaba la confirmación de su amigo.

[estoy afuera] fue lo único que necesito para tomar sus cosas y salir de aquel departamento.

—¿Me dirás por qué tuve que venir a buscarte a esta hora? —cuestionó Youngjae sin dejar de mirar el camino.

—Es lo que crees, no necesitas explicación.

—¿Quién es el afortunado?

—Mi jefe —Suspiró largo el castaño mirando el camino, sin reflejar alguna emoción en su rostro.

—¿Tan malo fue, para tener esa cara?

—Para nada... Es solo que es mi jefe después de todo.

—Por lo menos ya no tendrás las fantasías de antes —bromeo el menor intentando hacer reír al castaño.

—Ahora tengo que verlo en la guardería y hacer como que nada paso —rió amargamente.

—Vamos, es un chico que te puso caliente, aun tienes a Mino, él está interesado en ti, ha preguntado en el bar.

—¿Ha preguntado? —el menor asintió con una sonrisa en los labios.

—deberías darle una oportunidad.

—Tal vez debería. —sonrió apenas viendo como las calles se volvían familiares. Habían llegado al barrio donde se ubicaba el departamento del menor.

Jinyoung se despidió de su amigo, para subir a su hogar y recostarse en la cama aun vestido, quedándose dormido a los pocos minutos. Su cuerpo estaba cansando y algo adolorido, después de todo, el sexo con Jaebum fue intenso.

Jaebum despertó con una sonrisa, moviéndose en la cama en busca de la persona a su lado, al no encontrarla, se levantó con el ceño fruncido. Leyó la nota en la mesita, bufando firmó los papeles, para luego guardarlos y ducharse.

Tras un par de horas de descanso, Jinyoung se levantó con calma para meterse a la ducha y salir en dirección a la guardería. Suspiro antes de entrar a la guardería, dibujando su mejor sonrisa en su rostro, fue directo a la sala de profesores, hablando animado con los maestros, discutiendo sobre las actividades, y la posible salida al parque durante la mañana.

—Buenos días —sonrió Jaebum ingresando a la sala —Tengo información que entregarles —tomó asiento en la cabeza de la mesa.

—Hyung, ¿Está mejor? —cuestionó Yugyeom.

—Sí, la medicina hizo su trabajo —sonrió al menor, —El punto de hoy es, la próxima semana tendremos diez pequeños nuevos, las solicitudes de ingreso están aprobadas, y necesitamos arreglar como los distribuiremos, están dispuestos a aceptarlos en sus salones, pero de obtener más, será necesario conseguir más maestros y realizar nuevos salones.

—Siempre es un agrado tener nuevos pequeños —Sonrió amplio Mark, llevándose un asentamiento de los otros maestros, —Si es necesario nuevos maestros, es fácil de conseguir, puedo preguntar en la univerdad que estuve.

—Yo también puedo conseguir algunos compañeros de allí —agregó Jisoo.

Anotando las ideas, Jaebum sonrió y se despidió de los maestros para ir a la oficina, sin cruzar su mirada con el castaño, estaba molesto, y no podía demostrarlo, ya que al final de cuentas no tenían una relación más allá de lo laboral. No le molestaba el hecho de que el menor se fuera sin despedirse, fue la nota la que arruinó su mañana, era innecesaria y fría. Suspiró largo recostándose en la silla del escritorio mirando el techo del despacho mientras pensaba en lo pasado durante la noche anterior, se sentía diferente tener sexo con el castaño, sus cuerpos se acoplaban, ambos disfrutaban en ese momento, Los besos apasionados. Volvió a suspirar arreglando un par de papeles, una que otra llamada debía atender, gracias a eso, no pudo salir y recibir a los niños, necesitaba prestar atención a los futuros ingresos y a los beneficios que esto traería a la guardería.

Durante la media mañana, se encontraba en el parque viendo a los pequeños reír y jugar, participando en una que otra actividad con ellos.

—¿Jinyoung? —una voz masculina y alegre llamó la atención del castaño y del mismo Jaebum quien se encontraba a pocos metros. —¿Qué haces aquí? —comentó alegre el hombre al ver al castaño acercarse.

—¿Mino? —rió divertido saludando al moreno, mientras sacaba la paleta de su boca. —Estoy trabajando —sonrió apuntando su delantal con un pequeño sticker al costado de los tirantes. —¿tú que haces?

—Los viernes son mis días libres, e iba a la tienda. —sonrió hasta que la mirada molesta de Jaebum choco con la suya. —¿Quieres ir a cenar cuando acabes?, podemos hablar más, y no interrumpo tu trabajo.

—Claro, seria genial, salgo a las siete del trabajo. —sonrió al momento que una de las niñas llego a jalar su mano, insistiendo en continuar con el juego.

—Paso por ti. —sonrió retomando su camino. —Nos vemos a Jinyoung. —se despidió el moreno moviendo su mano un poco mientras retomaba el camino a la tienda.

La mirada de Jaebum siguió al moreno hasta estar lejos de su rango, no escuchó nada de lo que hablaban, pero la cercanía y aquellas sonrisas, definitivamente estaban destrozando su ánimo que había recuperado gracias a los juegos con los pequeños.

Un pequeño grito llamó la atención de todos en el parque, seguido del llanto de uno de los niños que se encontraba en el piso mirando su mano. Rápidamente Jinyoung acudió a él cargándolo en sus brazos mientras limpiaba sus lágrimas con cuidado.

—No llores. —susurró acariciando su cabeza. —es solo un rasguño, estarás bien. —sonrió amable al sentir que el llanto comenzaba a cesar.

—¿Qué ocurrió? —Jaebum cuestionó mirando al pequeño, que se escondía en el pecho del castaño.

—Es un rasguño. Se cayó corriendo. —acercándose Mark con las toallas húmedas, limpiando la pequeña herida para luego colocar una bendita.

—Ahora tienes el poder de Toy Story en tu mano. —sonrió Jinyoung al ver como el pequeño sonreía viendo su mano.

—Podrás jugar con más energía. —comentó Jaebum revolviendo los cabellos del niño, para volver donde estaba antes. Jinyoung se asemejaba tanto a la señora Lee, recordando las varias veces que sus rodillas y manos sufrieron por las caídas debido a los juegos en la guardería. Los pequeños con sus risas y sonrisas lograron cambiar su ánimo por el momento.