♡ Día 1 ♡

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AU, doméstico

DraSabo

— Cuidar a un par de niños no debe ser difícil, espera...maldición,— apretó los ojos deslizando cuatro de sus dedos por sus mejillas, jalándolas hacia abajo.— ¡ya dije la frase maldita!

Gruñó bajo, pasó su mano por su cabello rubio, algo nervioso, tratando de acomodarlo hacia atrás, lo posiblemente mas adecuado que se podía. Se vio al espejo de cuerpo completo, lo más sofisticado y cómodo que tenía entre el bulto de ropa de su armario; unos jeans azules ligeramente pegados, de la parte superior, una polera azul marino y unas simples vans rojas vino. En fin, término de arreglarse para salir de su departamento.

Sabo emprendió la caminata hasta el paradero para poder pedir un taxi e indicarle la mansión del hombre para el que ha estado trabajando desde hace unos ocho meses aproximadamente. La playa esta bastante alejada de su departamento, era malditamente incómodo estar sentado por mas de una hora.

—Siento que hay algo raro, estoy seguro que debí de llevar un arma, cuidar dos engendros por un aumento de más de la mitad de mi sueldo normal es algo imposible..bueno, en si la paga mensual ya es bastante, no sé de qué me sorprendo...—hizo una pausa para pensar en su jefe, padre de su amigo.—Luffy, si tu padre resulta ser algún narcotraficante, me desgracio contigo, aunque..ha sido una de las personas que mejor me han tratado desde que vine a este país.— analizó su situación observando los altos edificios, aun no salían de la ciudad.

En la radio empezó a sonar una canción que no reconocía, ni siquiera le ponía atención al pensar en el señor Dragon.

Claro, regalos por montón.

Recordó la primera vez que dijo que los utensilios de la cocina estaban algo antiguos. El señor Monkey al día siguiente había cambiado todo objeto del espacio de cocina.
Desde unos tenedores simples hasta un set completo de utensilios dignos solo de reyes.

Sus pensamientos rondaban en una idea, de que lo veía solo como un simple joven debido a la gran diferencia de edad.

«¿Y si me quiere como un hijo?»

«Ellos se fueron muy niños, tal vez busca un remplazo en mi y a eso se debe los presentes »

Y algunas veces sus pensamientos divagaban en la idea de algo más. Un sonrojo adorno su piel, instintivamente restregó sus manos por su rostro con la intención de despabilar esos pensamientos. Dragon es el padre de sus mejores amigos, sus amigos de toda la vida.

Al colocarse los audífonos en los oídos, podia relajarse completamente con la música, con eso pasaba el tiempo más rápido. Su taxi se estacionó lo más cerca posible a la mansión. Siempre salía lo más temprano posible. La puntualidad es algo que mantenía intacto en su persona.
Bajó para pagar lo debido al conductor. Se acercó al sistema de seguridad, acercando su rostro para que lo reconozca, tecnología de millonarios. Una puerta se abrió, adentrándose en la gran mansión pudo alcanzar a ver al dueño en la puerta.

Y ahí estaba él, alto, imponente y serio; como siempre, con un traje formal.
Tragó en seco, y avanzó a paso recto, como si fuera un robot.
Al estar frente a él, lo saludó con un apretón de manos que fue respondido; abrió la puerta principal, haciendo un gran sonido . Caminó a su lado, en la mansión enorme, ingresando a la gran sala.

El señor cada vez que iba le preguntaba de su mañana, si había tenido problemas para venir, recalcando la idea de mandar un chófer para él, lo cual se negó rotundamente; sentía que se aprovechaba de la amabilidad del señor Monkey.
Sus pasos resonaban entre las enormes paredes del pasillo que aveces le parecía no tener fin, un ruido llegó a sus sentidos, viniendo de la librería. Justo donde se dirigían.

✨7 Veces te cruzaste en mi destino ✨Where stories live. Discover now