❝ Tonigth ¦ Pjm + Pcy ° ❞

O2. Only her

—Y con esto llegamos al final. Muchas gracias por acompañarnos esta noche.

Los últimos gritos y aplausos se hicieron presentes. Poco a poco las personas iban avandonando el lugar, algunos permanecían  para tomar una foto e intentar obtener un autógrafo. Una hora después, el lugar se encontraba completamente vacío. A excepción de los grupos Idol que estaban en los camerinos terminando de empacar sus cosas.

En el tercer camerino se encontraba el grupo de siete integrantes. En el interior se escuchaban estruendosas carcajadas varoniles.

—Así que... Jeon conejo, jamás te había visto tan rojo como el día de hoy. — el tono burlón utilizado por el castaño hizo que las mejillas del miembro más joven del grupo se encendieran e intentara lanzarle la botella de agua que tenía en manos.

—¡Yah! ¡Detente hyung! — pidió Jungkook, tratando de tranquilizarse.

Por Dios, ya no tenía 20 años. Su timidez e incomodidad hacia el género femenino se había disipado casi en su totalidad. Pero el día de hoy se había dado cuenta que no era así.

La presentación del cover hecho por BlackPink había sido increíble, al igual que todas sus presentaciones anuales. Pero esa en específico fue espectacular, por lo menos para él. En especial la actuación de la integrante extranjera proveniente de Tailandia.

Al observar su actuación había quedado embelesado al observar la belleza de la fémina. Y al retirarse del lugar, cuando ella le había hecho una reverencia en señal de respeto él había agachado su rostro y había huido del lugar. Y, ahora, se encontraba recibiendo una gran cantidad de burlas.

—Y lo peor de esto, Cooky es que quedaste cómo un mocoso maleducado. — dijo Jimin, mientras terminaba de cambiar el costoso traje por unos cómodos jeans y una gabardina negra. —Te lo dije, la venganza es dulce.

—¡Eishh! Okay, okay. Lo entendí hyung, ahora deja de molestarme. 

—Dejaré de molestarte... por ahora. Los veo en la camioneta.

El vocalista abandonó el camerino con intención de llegar primero a su camioneta y dormir hasta llegar al apartamento de BTS. En sus manos llevaba sus audífonos y palpando sus bolsillos buscó su teléfono celular.

—Demonios, mi celular. — susurró.

Dando una media vuelta sintió el choque de un cuerpo contra el suyo. El impacto no había sido fuerte para él, pero no podía decir lo mismo para quien se encontraba en el piso.

—Le pido disculpas. — dijo Jimin extendiendo su mano hacia la fémina. Ella sin dudarlo tomó la mano que le ofrecía para ponerse en pie.

Al levantarla el cabello dejó de cubrirle el rostro y pudo observarla. No podía ser cierto.

— No se preocupe sunbaenim. También fue mi culpa, iba caminando demasiado rápido y no vi bién por donde iba. — respondió ella, esperando que no se sintiera mal. — Además no me hice ningún daño, estoy perfectamente.

《De eso no hay duda alguna》

Se dijo a si mismo el castaño, observando bién a Park Chaeyoung. Ya no llevaba puesto el sexy conjunto negro, en su lugar se hallaba un vestido de color crema con unos pequeños diseños de encaje y encima de esta una chaqueta de jean. Su pequeña cintura resaltaba, además de su piel pálida y el cabello peinado hacia un costado con pequeñas hondas le daba un toque sensual. Era hermosa.

—¿Sunbaenim? ¿Se encuentra bién?

La voz de ella lo devolvió a la realidad. Dejando de observar lo que la fémina llevaba puesto.

—¡Sí! —la forma tan brusca y el tono que había empleado había hecho sobresaltar a la pelinegra. El vocalista, nervioso se disculpó por el tono empleado. —Digo, sí. Estoy bién. Bueno, debo irme. Fue un gusto conocerte.

—Igual fue un gusto conocerlo sunbaenim. Que tenga buena noche.

Fue lo último que dijo la pelinegra antes de hacer una venia y voltearse para ir fuera del lugar.

— Debes ser el más grande idiota del planeta Park Jimin. ¿Fue un gusto conocerte? Perdiste una oportunidad de entablar una conversación con ella. —habló con él mismo mientras trataba de no darse un golpe por idiota.

Ingresó nuevamente a su camerino, tomando en manos su teléfono celular y, sin hablar con nadie, salir del lugar. Una vez situado en su cómodo asiento buscó entre sus contactos el número de uno de sus amigos.

Uno.

Dos.

Tres.

—Hola... Sí, soy yo. ¿Te acuerdas del favor que te hice hace un año?... Sí, necesito que me consigas el número de Chaeyoung... ¡No! De ella no, de la integrante de BlackPink, Rosé... Bien... ¿Cómo que ya lo tienes? Bien, no interesa. Envíalo por Kakao... Gracias.

Estaba loco, pero no interesaba. Rosé era especial para él y no perdería ni un minuto más. ¿Había actuado por alguien de esa manera? Por supuesto que no, ni siquiera por Seulgi con quién había tenido una relación de dos años. Sólo lo había hecho por ella.

Una notificación llegó a su celular. El mensaje dejó una sonrisa en su rostro y un brillo en sus ojos. Ya tenía en sus manos el número celular de Rosé, no tardando más de un minuto en agendar el número y guardar su celular.

Mañana a primera hora le enviaría un mensaje, ahora seguramente iría a su apartamento para descansar hasta el día siguiente. Además estaría histérico si es que no le respondía hasta el día siguiente. No había actuado así en toda su vida. Nadie lo había alterado de tal forma, sólo ella.