Capítulo 15 "Imperfecto"

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La pesadilla que había tenido hizo que volviera a la consciencia de un segundo a otro y su alma entró en su cuerpo de forma brusca, como si se hubiera ido lejos mientras dormía. Observó la habitación y de inmediato sintió un par de brazos rodeándolo, brindándole consuelo antes de poder decir algo entre los sollozos y las lágrimas infinitas. Izuku se aferró a la persona que lo abrazaba y hundió el rostro en el pecho del otro, en medio de los hipidos que trataba de contener con toda su fuerza.

—Aquí estoy, amor —Shouto acarició su cabello y besó su frente, pegándolo a su cuerpo—. No pasa nada.

Desde el primer día que estaban en el hospital que tenía esas horribles pesadillas, a veces veía el cuerpo inerte de su beta, a veces creía despertar en la que era su celda y a veces veía a los alfas que habían tomado su cuerpo sin pedir permiso y todo el tiempo que quisieron, porque le gustara o no... el recuerdo ahí estaba. Su tía le había dicho que había encarcelado a todos los alfas que lo habían lastimado y que serían castigados pronto, en realidad no quiso preguntar por miedo a saber el castigo y sentirse culpable después, a veces era demasiado noble.

Esa noche su pesadilla había sido distinta y agradecía profundamente que Shouto estuviera ahí para consolarle pues de haber estado solo se sentiría mucho peor. Restregó el rostro en el pecho del mayor y trató de borrar las imágenes de su cabeza, verse a sí mismo, abandonando a una pequeña versión de su pareja de la misma manera en que lo habían dejado a él... había dolido más de lo que cualquiera podría entender, en primer lugar porque sabía lo mucho que dolía ser abandonado de esa forma, en segundo lugar... dolía saber que no podría cumplir con su única función como omega, quería llorar aún más.

Los dedos del bicolor se enredaban en su cabello y daban un suave paseo hasta salir de la maraña esponjosa, las caricias en su espalda se sentían bien y le daban un poco de sueño de nuevo, pero de sólo pensar que debía volver a dormir le hacía abrir los ojos de forma brusca, no quería volver a ese sueño jamás.

—Sólo es una pesadilla —le aseguró el beta, quien trataba en verdad de hacerle olvidar y de calmar su corazón al que podía sentir latiendo descontrolado contra su pecho.

—Se sintió demasiado real —contestó con la voz baja y algo ronca por el recién despertar, los labios de Izuku estaban secos y su garganta parecía un desierto, tal vez por el susto que se había llevado solo.

—Son las cuatro de la mañana, ¿por qué no tratas de dormir de nuevo?, tal vez tengas un sueño más agradable.

—No tengo ganas de cerrar los ojos —confesó, separandose levemente para verle a los ojos, aprovechando la cercanía para pasar las yemas de los dedos por la cicatriz en el rostro del otro—. ¿Por qué tú estás despierto?

El beta cerró los ojos y le permitió que tocara su rostro tanto como quisiera, deseando poder volver a dormir con la cabeza escondida en el cuello de su omega.

—A veces... parece que tus sueños gritan en mi cabeza y me hacen dudar si son míos o tuyos —confesó, hablando tan bajo como Izuku—, cuando me di cuenta el tipo de sueño que estabas teniendo desperté y trate de hacer lo miso contigo... pero eres difícil.

—Lo siento —se estiró un poco y besó su mejilla, de forma sutil y apenas perceptible.

Negó con la cabeza, restándole importancia al asunto y encendió la lámpara junto a la cama, sin querer soltarlo aún.

— ¿Quieres... hablarlo?

Mojó sus labios con la punta de la lengua y tragó saliva con un poco de dificultad, Shouto notó su incomodidad y le soltó muy despacio, volteando a la mesa de noche para servir un vaso de agua y pasárselo. El omega le regaló una sonrisa como agradecimiento y bebió despacio, bajando la mirada al cilindro de cristal entre sus manos.

Omega's choiceWhere stories live. Discover now