GOT7⚠️Wang police//Jinson

⚠️12⚠️

Ya había llegado la noche.
Jackson y Jinyoung habían estado conversando todo el día luego de haber
terminado de comer con todo el grupo.

Jinyoung hacía cada pregunta... Y algunas de ellas fueron “¿Por qué no
trabajas como los demás y estás al lado mío?” o “¿Eres virgen? ”

A lo que Jackson le respondía con lo justo y necesario; “Éste es mi
trabajo por ahora.” , “No.”

Tontas preguntas y algunos juegos dentro de la celda les hizo perder
todo el tiempo para hacer cosas más productivas, pero de todas formas,
ambos estaban cómodos con la compañía del otro, haciendo bromas sin
sentido y caras extremadamente raras que daban mucha gracia. En especial
las caras raras que hacía Jackson.

Pero no contaban con que el Jefe Jae Bum estuviera viniendo hacia ellos.

Y que ahora se encontraba viéndolos muy amigables dentro de la celda.

Digamos que el hábito de lanzar personas de Jackson no desapareció, ya
el pelirrojo estaba en el suelo por culpa del empuje.

Obvio, Jinyoung ya estaba planeando su venganza.

—Wang

—Wang... Park, los necesito a ambos en mi oficina, hagan lo que tengan
que hacer y muévanse rápido.—habló el Jefe.

Y bueno, no quedaba más que obedecer al enano pelinegro  pa' que no se
amargue.

………………
Ahora, justo ahora, Park se estaba volviendo loco.

Le han llamado junto con su macho y en la oficina se encontraban todos.

Con ese todos se habla de Bambam y Yugyeom.

Y detrás del pelinegro andaba Jungkook, otro de los policías que al
parecer anda hablando con su pareja, pues se escuchaban cosas como
“Chimchim te juro que yo no dejé eso ahí”

Pero bueno, ahora eso no era el tema.

El tema era que Jae Bum salía de una puertita que tenía su oficina con
papeles en mano, sonriéndole al pelinegro.

Pero no, no era una sonrisa normal.

Era una sonrisa de un ser malvado, que despiadadamente realizó un plan
macabro y ahora acabaría con todos.
—¡Felicidades, puedes ir a hacer tus porquerías! Ya estás libre, pequeño
Jinyoung. —dijo Jae Bum mientras le daba fuertes palmadas en la espalda.

Jackson, por su parte, se entristeció demasiado con tan sólo escuchar
aquella frase.

Pero trató de ocultar su tristeza con una sonrisa, con todas sus fuerzas.

A la par, se encontraba Bambam, quien lo miraba confundido y divertido
por aquella expresión tan rara .

—Gracias, Jae Bum hyung.— Agradeció Park, realizando una pequeña
reverencia.

—Jackson, necesito que lleves a Jinyoung a su casa... Está a pocas cuadras, su
madre me lo pidió, además, ya termina tu turno.

Sin decir nada, Jackson se levantó, y sacó al pelinegro de la oficina,
agarrándolo duramente de la muñeca.

—Jae Bum, ¿No te parece demasiado tratar de hacer que Jacksonse encariñe
con Jinyoung? —preguntó Yugyeom una vez que se aseguró de que los
mencionados no estuvieran cerca.

—Ese niño anda de amargado desde la última vez, ni siquiera se junta con
amigos o va a buscarse a alguien.—respondió el pelinegro.

—Bueno, lo has dejado cagado. —volvió a hablar Yugyeom, dejando al pelinegro
un poco pensativo antes de volver a responder.

—Calla, no funcionaba... Pero te apuesto a que esos dos van a terminar
juntos... No, de una u otra manera iban a terminar así. —respondió el
Jefe, finalmente.

—Como digas, Jae Bum.—Yugyeom le sonrió.

La mayoría de las veces, Jae Bum tenía toda la razón. Y esta tal vez no era
la excepción.

……………………………………………

—Llegamos.—anunció Jackson, mirando a Jinyoung, esperando a que este
saliera del vehículo.

Pero Jinyoung tenía otros planeas.

—¿Acaso te has olvidado? —preguntó el pelinegro, sonriéndole con
amplitud.

Jackson no entendía, pues tenía todo en su lugar.

—Creo que no he olvidado nada...

—Me has prometido una cosa, Jackson. —le recordó Jinyoung.

“Maldición” pensó el azabache.

—O-Oh eso... ¿Te parece mañana en la noche?—preguntó Wang con
notable nerviosismo.

Jinyoung sólo le veía con diversión, tratando de no soltar una carcajada.

—Me parece que, salgas del auto... me abras la puerta, y me des mi
cita.—contestó Park.

Jackson tragó en seco y esperó unos minutos antes de salir del carro
para abrir la puerta del copiloto.

Jinyoung le miró con una ceja enarcada cuando el oficial le hizo señas para
que bajara.

—Dame la mano, como un príncipe.—ordenó.

Jackson le entrecerró los ojos antes de extenderle la mano.

Estaba perdiendo tiempo con el pelirrojo aquél.

Jinyoung tomó la mano del oficial, y salió del vehículo, cerrando la puerta.

—Llévame a la puerta.—ordenó nuevamente, a lo que Jackson obedeció sin
rechistar.

Jackson mentiría si dijera que no estaba molesto por el comportamiento
que decidió tener el pelinegro justo ahora.

Pero todo ese enojo se esfumó cuando Jinyoung –ya estando frente a la
puerta de su hogar– depositó un pequeño beso en sus labios. Casi se le
escapó todo el aire de los pulmones.

—Entra conmigo... quédate aunque sea unos minutos. —susurró el pelinegro.

Y Jackson no pudo hacer nada más que obedecer nuevamente.