Mi nombre es Temnein, soy un pequeño escritor o por lo menos eso intento. Todos los días, me levanto en mi habitación y escribo un poco. Así de simple, no soy nada más y no es necesario que sepan más. Vivo en un edificio, en el último piso. Mi habitación es muy sencilla, tengo mi cama contra el rincón, mi pequeño escritorio al lado, la ventana al frente del escritorio. Simple y sencillo, lo único fuera de lo común, es que también tengo mi baño ahí, al rincón opuesto de mi cama, tanto el lavamanos, la ducha y el retrete . Ya que vivo solo, no tengo ningún problema con esto, de hecho, así alimento la pereza que tanto me gusta, y ahorro un poco más de dinero, ya que es la habitación más barata de todo el edificio.
Adicional de unos pequeños objetos, como lapices, libros, una pequeña nevera y otras cosas, está la puerta, esta última será importante, pero es algo que aún no les explicaré.
Ahora, les contaré sobre que escribo. La secuencia es muy sencilla, después de levantarme y comer un emparedado de mantequilla de maní, me siento en mi escritorio y observo por la ventana hasta que llegue alguna imagen a mi cabeza. Algunas veces escribo sobre los perros que veo pasar, las personas, o los árboles que siempre están ahí. También los pájaros que se posan sobre éstos, les pongo nombres e imagino la historia de cada uno, desde que tan lejos han venido o que tan lejos irán.
Ahora bien, ya he hecho lo mismo por mucho tiempo, debido a esto, se me ha ocurrido una idea genial para una historia, o por lo menos eso creo; voy a escribir sobre lo que no veo. Mis vecinos.
Bienvenidos.
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