Ojalá

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-Mijo, todavía es temprano como para que te levantes- Habló otra vez la señora de cabello castaño a su hijo.

-Esta bien mamá, no te preocupes, solo iré a tocar un rato-

-Esta bien, pero te me cuidas, y no vengas tarde a desayunar- El asintió y se dirigió a la plaza, dónde gustoso empezó a tocar su guitarra.

-Hoy es el día...- Y siguió tocando aquel instrumento.

San Fransokio

-¡Hoy es el día, chicos!- Gritó Cass para despertar a la pareja.

-Cierto, cierto, ¿A qué hora sale el vuelo?- Preguntó Hiro, algo somnoliento.

-En hora y media, así que hay que preparar las cosas- Hiro asintió y Cass salió de la habitación. Hiro despertó al mexicano y le aviso sobre el vuelo, así que todos empezaron a arreglar sus cosas para poder volver al lugar de donde habían venido.

-¿Tienen todo listo?- Los dos respondieron un si al unísono, y nuevamente, tomaron un taxi para ir al aeropuerto.

Cuando llegaron, simplemente se sentaron en la sala de espera para aguardar el avión.

Hasta que se oyó en las bocinas que su vuelo ya estaba listo.

Los tres subieron a ese transporte aéreo, y así comenzó sus recorridos hasta llegar a la CDMX.

-¿Te gusto ir a San Fransokio?- Le preguntó el nipón a Miguel, para así romper el hielo.

-Claro que si, fue muy especial Hiro, y no solo porque conocí tus tierras, sino también porque pude convivir aún más contigo... Gracias- Y los dos retiraron sus miradas a otra parte con una sonrisa.

Cuando llegaron a su destino, volvieron a pedir un taxi, así hasta que los llevará a Santa Cecilia, sus destinos principales.

Pero mientras pasaban por la Plaza del Mariachi, oyeron la voz de alguien desconocido.

He escuchado por ahí que no tardaste en olvidarme 
Que ya estas con alguien
Que te ven feliz

Qué curioso que hace dos semanas me pediste tiempo
Que falta de respeto, ya te descubrí 
Y pensar que yo por ti la vida daba
Hoy sé que las apariencias engañan

Los dos voltearon a ver para saber de quién era esa grave voz, y cuando lo hicieron, solo Miguel puedo sentir una pequeña conexión, sin saber el porqué, o tal vez, solo porque si.

Ojalá te llueva cuando se te acerque y te quiera besar
Ojalá te caiga un ramo cuando de la mano van a pasear 
Que se te caiga el teléfono, dentro de un baño público 
Ojalá que el karma pronto te alcance y te vaya muy mal 
Ojalá que mis recuerdos por las noches no te dejen en paz 
Y aunque tú me digas que no, sabes que nadie es mejor que yo oh
Oh oh, oh oh
Oh oh, oh oh
Oh oh, oh oh
Oh, uh woh

Miguel seguía parado, viendo a ese chico con asombro y administración, no se sentía retado, o le daba envidia, no, se sentía feliz, de que alguien compartiera el mismo gusto que el le era genial.

Te pregunto si le contarás que tú caíste bajo 

Que no eres nada un santo, que haces todo mal 
Q

ue felicidad me va a dar cuando esto este en la radio 
Porque de tu pasado, ella se va a enterar

Y pensar que yo por ti la vida daba
Hoy sé que las apariencias engañan

-¿Quién crees que sea Hiro?- Le preguntó el menor al nipón, que respondió con una fácil y simple respuesta.

-No lo sé- Contesto así de sencillo.

Ojalá te llueva cuando se te acerque y te quiera besar
Ojalá te caiga un ramo cuando de la mano van a pasear 
Que se te caiga el teléfono, dentro de un baño público 
Ojalá que el karma pronto te alcance y te vaya muy mal 
Ojalá que mis recuerdos por las noches no te dejen en paz 
Y aunque tú me digas que no, sabes que nadie es mejor que yo oh
Oh oh, oh oh
Oh oh, oh oh
Oh oh, oh oh
Oh, uh woh

Hasta este punto, Miguel seguía mirando expectante a aquel chico de mayor estatura que el. Hasta que chocaron miradas, haciendo que los dos se impresionaran, pero para el que estaba tocando ahora ahí en el "escenario" el show tenía que continuar.

Ojalá te llueva cuando se te acerque y te quiera besar
Ojalá te caiga un ramo cuando de la mano van a pasear 
Que se te caiga el teléfono, dentro de un baño público 
Ojalá que el karma pronto te alcance y te vaya muy mal 
Ojalá que mis recuerdos por las noches no te dejen en paz 
Y aunque tú me digas que no, sabes que nadie es mejor que yo oh
Oh oh, oh oh
Oh oh, oh oh
Oh oh, oh oh
Oh, uh woh

Acabo la canción y se dirigió a los dos chicos que se hallaban como espectadores.

-¡Oye, cantas genial!, Sabes, creo que eres un gran músico- Le habló Miguel al chico que se encontraba frente a él, Hiro solo se mantenía atento a la escena.

-Gracias, no por nada soy un de la Cruz- Dijo orgulloso.

-Eres un de la Cruz...- Dio unos pasos hacia atrás algo temeroso.

-Si, y si no me equivoco, tú debes de ser Miguel Rivera... Un gusto- Miguel asintio, tratando de estrechar la mano con de la Cruz pero por su nerviosismo, casi no lo lograba. Hasta que Hiro tuvo que intervenir.

-Bien, ¿Y tú quién eres?- Preguntó cortante, abrazando a Miguel cómo protección, sabía los problemas que su familia había tenido con los de la Cruz, es por eso que intento protegerlo.

-Claro, lo lamento. Me presento, mi nombre es Marco de la Cruz-
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Lamento si el capítulo fue muy corto, pero tengo mucha, mucha!!!, MUCHA!!! trama que poner en los demás así que no se preocupen, mejores cosas se vienen.

Saben, acabo de conocer esa canción de Ha*Ash, porque no se me ocurría que poner y, magia, descubrí esa canción. Si pueden hacerme recomendaciones de una que quieran escuchar en otro capítulo, pueden comentarla.

No revise la ortografía (otra vez) Y lo siento, me siento un poco culpable, así que tal vez haga una después de escribir todo esto.

L@s quier@. Chau ♥

Hermoso Cariño©Where stories live. Discover now