Solo soy una paloma

12 1 0
                                    

Hoy rompo el cascaron, puedo oír como cantan y lloran mis hermanitos afuera, solo un poco de esfuerzo máaas.... ¡YA! Logré romper el cascaron, poco a poco abro mis ojitos buscando a mi mamita, al ser que daría la vida con tal de proteger a sus retoños.

¡La veo! Está en un lado del nido, dando de comer amorosamente a mis demás hermanitos, pío con gran fuerza para que me oiga, para que sepa que uno más de sus hijos queridos ha llegado al mundo. Ella me oye y gira su cabeza hacia mí y me mira fijamente mientras yo, ansioso por recibir su amor, trato de moverme hacia ella para poder acurrucarme en su tibio regazo.

¿Eh? ¿Qué pasa?, no puedo equilibrarme muy bien, ¿Será que me tengo que acostumbrar? Veo mi pequeño y desnudo cuerpo y descubro con horror que: ¡Una de mis alas era más pequeña que la otra! Sin saber que hacer miro a mi mamá, la cual, sin importarle que no me pudiera mover muy bien se acercó a mí y me ofreció su pico, lleno de gusanos molidos y listos para comer; muy contento, empiezo a comer.

Ya han pasado 3 días desde que mis hermanitos y yo rompimos los cascarones, mi mamá solo nos deja por rato, que nos parece eterno, para conseguirnos comida. Mis hermanos a veces se burlan de mí por tener un ala más pequeña pero yo les hago saber que no me importa, ya que mi mamá nos trata con el mismo cariño a todos.

Es el quinto día y estoy preocupado y triste; mi mamá no vuelve desde hace mucho tiempo, ella cuando se va suele volver rápido, pero hoy se está tardando mucho, mis hermanos se impacientan, yo los trato de calmar pero ellos cada vez se van poniendo más y más inquietos. Yo solo quiero que mi mami vuelva pronto.

Es de noche y mama no volvió, mis hermanitos están llorando junto conmigo, estamos muy asustados; en la noche hace frio y mi mami ya no está para darnos calor y protección, no sé qué irá a pasar mañana, solo deseo que muchas ansias que mama vuelva. Esas noches todos dormimos dispersos por el nido.

Es de día, fue muy difícil para mí dormir sin el abrigo de mama, pero ni bien terminaba de despertarme y uno de mis hermanitos llamó mi atención con sus llantos, sonaban muy triste, me levanto para averiguar porque y hallo a mi otro hermanito tieso, no se movía y estaba helado, yo lo llamo para despertarlo, le grito muy fuerte en el oído, pero no responde, no se mueve. Sin idea de que hacer ahora, mi otro hermanito y yo nos pusimos a llorar.

Nos estamos muriendo de hambre, mi hermanito busca entre las pajitas del nido algún trozo de gusano que haya quedado, mientras que yo echo una ojeada por fuera del nido. De repente, oímos aleteos cercanos, nos emocionamos, quizás es mi mama, que tardó en traer comida porque no encontró, pero que finalmente había vuelto.

¿Quién es esta? Esa no es mi mama, es más grande y de color marrón, además tenía un pico ganchudo y garras muy grandes, mi hermanito tampoco sabe quién es, así que avanza hacia esa ave para averiguarlo. Lo siguiente que pasó fue muy rápido que no sé cómo describirlo, el ave cogió a mi hermanito por el cuello y desapareció con él, mientras que otra ave igual apareció repentinamente y trató de cogerme por el cuello también, pero fallo y me empujó fuera del nido.

No sé dónde estoy, estoy sobre una gran alfombra verde de hojas muy delgadas, y veo que muy arriba está mi nido, trato de incorporarme pero me es imposible, no me puedo levantar, mi ala pequeña está en un ángulo extraño y me duele mucho, ahora sí que estoy asustado, estoy solo en un lugar completamente desconocido.

A lo lejos veo un ave, se parece a mí; es del mismo color y me observa atentamente, la llamo fuerte para que me ayude, pero no se acerca, grito más fuerte y finalmente decide emprender el vuelo hacia mí, yo estaba feliz de que ya no estaría solo, pero esa felicidad se desvaneció en un instante cuando descubrí que la otra paloma no quería ayudarme, trataba de matarme.

No entiendo la situación y no puedo pensar claramente, estoy siendo golpeado y picoteado por todos lados, las pocas plumas que me habían brotado estaban siendo arrancadas, yo solo podía gritar pidiendo auxilio sin poder moverme por mi ala rota. De repente los golpes y picoteos cesaron, la paloma huía, ¿Huía? ¿De qué? ¿Qué cosa podría haberla ahuyentado así?

Frente a mi están las criaturas más grandes que he visto, sin ninguna pluma, y completamente feos, me miran fijamente y tratan de cogerme, intenté huir, pero no pude, me preparé para lo peor; sin embargo, me cogieron muy suavemente y observaron cuidadosamente mi ala, se miraron entre ellos y miraron mi nido, uno de ellos le dijo algo que no entendí al otro, quién me miró, me puso dentro de una cosa rectangular y me llevaron con ellos.

Tengo miedo, la cosa en la que me pusieron se mueve mucho y eso hace que me duela mucho más el ala, no sé qué piensan hacer conmigo, a veces miran por un hoyito que hay, pero por alguna razón lucen muy preocupados por mí.

El movimiento se detuvo y me sacaron suavemente de esa cosa fría y oscura, en donde estábamos no se parecía en nada a mi árbol, los tipos que me cogieron me llevaron cautelosamente hasta otra criatura como ellos pero que tenía el pelo largo, por alguna razón deduje que era su madre, porque era más grande que ellos y ellos, al parecer, la trataban con respeto.

Su madre me cogió con cuidado y observó mi ala, ¿Acaso ellos sabían lo que tenía mi ala? Parece que sí, espero que no sea muy grave, pero sus rostros muestras preocupación y pena, ¿Qué debería hacer?, estas criaturas parecen buenas, espero no equivocarme.

Esa noche dormí en una especia de nido, pero en vez de las pajitas que mi mama traía, esta estaba hecha de otra cosa llena de pelusas, pero que al inicio estaba fría pero después se calentaba rico, no tarde mucho en acomodarme y dormirme pensando en que pasaría al día siguiente, pues mi ala me seguía doliendo, aunque ya me estaba acostumbrando al dolor poco a poco.

¿A dónde me llevarán? ¿De vuelta a mi árbol? Creo que es lo más probable, cuando desperté mi ala casi no dolía, aunque seguía estando en un ángulo un poco extraño, me pusieron en esa cosa rectangular de nuevo y me están zarandeando de un lado a otro, es bastante incómodo.

Cuando me sacaron, me colocaron en frente de otra criatura más alta que ellos y que estaba todo de blanco, esta criatura me cogió como si nada y como si no supiera que el ala me dolía, me abría y cerraba las alas mientras palpaba, yo chillaba del dolor y parecía que las otras dos criaturas que me acompañaban también les dolía verme así, "quiero que esto acabe rápido" pensaba con desesperación.

Volvimos al nido de las criaturas, y me llevaron donde su madre, y estuvieron hablando de mí, porque me miraban a cada momento, luego me llevaron a mi nuevo nido, el ala ya no me dolía, la criatura de blanco me hizo tomar un líquido muy amargo, pero que al parecer redujo el dolor.

Ahora que me doy cuenta, me muero de hambre, por estar en todo este ajetreo no he podido comer nada, me puse a chillar de hambre, las criaturas no parecían tener idea de lo que me pasaba, hasta que llego su madre y me mostró unos granitos dorados, pero yo no sabía lo que eran, además tampoco sabía comer por mi cuenta, mi mami siempre me daba los gusanitos ya masticados.

Estos granitos dorados no saben mal, aunque no me gusta cómo me los dan, me tienen que agarrar la cabeza y abrirme el pico y luego me embuten la comida y luego me ponen una gota de agua. Es muy incómodo, pero creo que me podré acostumbrar.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Apr 06, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Solo soy una palomaWhere stories live. Discover now