Mi baúl de pensamientos

#1 Carta a mi corazón.

Querido corazón:

¿Acaso tú eres el responsable de esto? Sí, sabes bien de lo que te estoy hablando. Esa sensación al verle, al hablar con él; ese nerviosismo y felicidad que me produce el estar con él a solas. Todo es obra tuya.

Ya has empezado a sentir cosas por ese chico. Tranquilo, eso no es malo...en realidad, es bonito. Por favor, solo te pido que tengas cuidado, corazón; bien sabes cómo acabaste la última vez.

Acabaste destrozado, corazón. Ese dolor que deja una persona importante para ti cuando se va de tu vida, una persona con la que compartiste tantos momentos, a la que le entregaste amor incondicional; ese dolor supera con creces al físico. Ese dolor va más allá, te llega al alma. Sabes que todo lo que viviste con esa persona se queda en recuerdos que llegan a tu mente sin previo aviso. Qué irónico que aquello que más amas sea lo que más sufrimiento te puede llegar a causar.

Pero como ciertamente dicen, nada es para siempre; ni lo bueno ni lo malo. Estoy muy orgullosa de ti, corazón, porque aunque te costó, pudiste sanar, pero a pesar de que queramos nada vuelve a ser exactamente igual que al principio y ahora dentro de ti se esconde un miedo. Tienes miedo de volver a pasar por eso, tienes miedo de romperte otra vez, miedo a enamorarte. Te quedaste sin ganas ni fuerzas de conocer a alguien nuevo...o al menos eso creía yo hasta hace poco. Hasta conocerle a él.

Ese chico llegó a mi vida, así por casualidad, y poco a poco se ha convertido en lo más bonito que tengo. Él me apoyó, me escuchó y me cuidó cuando más lo necesitaba. Estuvo conmigo en todo momento con el fin de hacerme sentir bien y sacarme una sonrisa. Lo que él no sabe es que esa sonrisa ahora se dibuja en mi cara con tan solo pensar en él. Estar entre sus brazos me hace sentir tan bien que quisiera que ese momento fuera eterno. Es un chico increíble. Y he de reconocer que me estoy enamorando de nuevo. ¿Qué cómo lo sé? Porque en esa tarde de otoño cuando nuestros labios se encontraron por primera vez, supe que esos eran los que volvería a besar una y otra vez sin cansarme; porque al escuchar salir de su boca un "te quiero", no tardé ni un instante en darme cuenta de que el sentimiento de amor era mútuo.

Corazón, él sabe por lo que pasaste y es comprensivo y paciente. Él sabrá esperar hasta que tú estés listo para poder dar todo de ti, esos sentimientos tan bonitos que te caracterizan. Y ahora dime, ¿estarías dispuesto a intentarlo? Sé que tienes miedo, créeme que yo también, pero es un buen chico y me ha demostrado muchas cosas. El amor nos hace sentir vulnerables y especiales, pero es muy necesario.

Amar sin medida es un riesgo, pero quién no arriesga no gana y corazón, tú te mereces lo mejor.