Capítulo 6: Nuevo hogar.

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Sandra.

Hoy por fin voy a mudarme después de 2 semanas, tenia que comprar todos los muebles para la casa nueva, termino de hacer mi maleta y bajo Milena me esta esperando para llevarme nos hemos hecho amigas en este corto tiempo, la veo, tiene una caja en sus manos.

— Y eso que es Milena?.- le pregunto.

— Tu regalo para tu nueva casa.- me lo da, lo abro, es un cachorrito de raza schnauzer.— Te gusta?.- me pregunta.

— Si esta hermoso o es hermosa?.- le pregunto.

— Es niño, y que nombre le vas a poner?.- me pregunta y pienso.

— Que tal Sam?.- le pregunto, ella niega.— Bruño?.- ella vuelve a negar y el pequeño gruñe.— Ya se, Brownie.- le digo.— Te gusta tu nombre pequeño, claro que si, claro que si, porque pareces un pequeño chocolate.- lo acaricio.

— Brownie?.- me pregunta Milena y asiento.— Ok, bueno vamos.- salimos hasta la casa, cuando llegamos Milena me ayuda con mis maletas.—  Ya todo esta allí dentro, llegaron ayer en la noche y dejaron las cosas.- asiento.

— Gracias por todo Milena.- le agradezco.

— Para eso somos amigas, no agradezca.- revisa su teléfono.
— Diablos olvide que tenia una cita, nos vemos el sábado.- asiento y se va.

— Bueno Brownie, vamos a desempacar un rato y luego al trabajo.- comienzo a sacar las bolsas de los muebles.— Tengo que irme te portas bien.- lo dejó en su cama, con agua, comida y me voy al restaurante en taxi, tengo que comprarme un carro.

En el restaurante.

— Buenos días Simón.- lo saludo.

— Buenos días Sandra, porque tan feliz?.- me pregunta.

— Es que ya me mude.- el asiente y camino a la cocina.— Buenos días chicos.- los saludo con una sonrisa pero ellos tienen mala cara.— Que pasa?.- les preguntó.

— Hoy reservaron el restaurante completo.- me responde.

— Eso es bueno no?.- pregunto.

— Si es bueno, es solo la persona que lo hizo.- contesta.— La dueña del Ávalon.- dice.

— La barbie?.- digo sorprendida.
— Bueno y eso que?.- le pregunto.

— Que hacen allí parados, ponganse a trabajar que para eso se les paga, no para andar de chismosos.- dice el chef y todos se miran.— MUEVANCE O LOS DESPIDOS.- grita y todos corren a sus puestos y me mira.— Y tu que esperas una invitación o que?.- me dice con el ceño fruncido.

— Espero que me hables bien, si estas de "malas", no tienes que pagarla con nosotros, dejas tus problemas afuera del restaurante, que nosotros no tenemos la culpa.- dicho todo esto voy a mi puesto de trabajo, solo lo oígo hablar en alemán, típico cuando esta molesto eso hace, se va a su oficina, cocinamos la cena para los invitados de la barbie, vemos entrar a la cocina a uno de los mesoneros Lucas, con cara de miedo.

— Quiere hablar con el chef.- así que la barbie quiere hablar con Thiago, todos se miran la cara y luego me ven a mi?, hay no.

— No, no, no.- les digo.— Chef.- y aqui estoy tocando su puerta.— La barbie, digo la señorita Turner quiere hablar con usted.- toco de nuevo, nada que se hizo este hombre? y regreso a la cocina.— No sale, iré yo a ver a la barbie.- les digo y camino a fuera esta en una mesa.— Buenas noches.- digo amable.— Se les ofrece algo más?, no les gusto algún platillo?.- les pregunto.

— Yo pedí hablar con el dueño del circo.- me mira de arriba a bajo con una mueca.— No con los payasos.- le sonrió.

— Pidió hablar con el chef y yo fui la chef esta noche.- le digo y ella me mira sorprendida.

— Ya veo porque la comida estaba del asco, si dejan que la lava vajillas cocine.- dice con superioridad, y no sabe con quien se metió.

— Bueno si no me conocen me presentó ante ustedes.- les digo.
— Soy Sandra, Chef ejecutiva, ganadora de 4 estrellas doradas de New york y chef segunda al mando de la cocina del L' Micheli.- todos me miran sorprendidos.

— New york?.- me pregunta una señora, asiento con miedo por si me reconoció, aunque no dije mi apellido.— Perdone a mi sobrina, esta en esos días.- la barbie se pone roja.— La cena estuvo deliciosa, gracias por todo.- asiento.

— Un placer, cuando quieran.- todos se levantan, salen y la señora que habló me pregunta.

— Pensé que habías muerto?, eso fue lo que dijeron tus padres, eres una Michell no?.- me pregunta.

— Si, pero para ellos estoy muerta porque así lo decidieron.- le contesto.— Me haría un gran favor si no le menciona a nadie que me vio aqui en Italia.- le suplico con la mirada.

— Claro linda no te preocupes, la cena estuvo deliciosa, vendré otro día sola, sin mi sobrina.- me guiña el ojo y se va, respiro tranquila y voy a la cocina, todos me ven.

— Ya se fueron, todo esta bien.- ellos asienten.— Recojan, después podemos irnos.- ellos hacen lo que les digo y vuelvo a la oficina, toco y nada, abro la puerta y no puedo creer lo que veo.

YA ES MUY TARDE PARA VOLVER Donde viven las historias. Descúbrelo ahora