¡La infinidad!

Capitulo 1 parte 1

¿Que tan difícil se les hace a las personas creer que realmente estoy buscando vivir para siempre? ¡Mucho! creen que estoy loco y tal vez realmente lo estoy, pero ¡vamos! en este mundo nadie es normal, y se que en algún lugar del mundo debe existir mi respuesta y yo la encontrare, todos en este mundo tenemos una misión; y yo creo que mi misión es esa.

Camino hacia la biblioteca como casi todos los días, los libros son importantes en mi misión, los libros son mis aliados, aunque no me ayuden mucho en esta gran misión que tengo, son mis consejeros, un buen libro te ayuda mas que una persona; o al menos eso creo yo que no tengo amigos, mi obsecion por el tema lo causo, pero valdra la pena lo se. 

Tome el libro "La noche quedo atrás" y me sente en el lugar de siempre, las personas que saben de mi obsecion suelen alejarse cuando me ven llegar y lo agradezco pero pronto les mostrare que realmente no estoy loco porque no lo estoy y encontrare lo que tanto estoy buscando.

Llego un hombre unos minutos después parecía elegante, tenia un reloj hermoso y un anillo grande y parecía pesado, un baston con un diamante, ¡Era increíble! y majestuoso tanto que mi atención estuvo en el mas de cinco minutos el parecio notarlo y sonrio levemente. 

-¿Que tal joven?.-Me saludo cortes mientras se sentaba a lado mio.-Gran libro elegiste ¿no crees?

  Lo mire dudoso e incrédulo de que una persona tan elegante se acercara a  a conversar y mas con lo que se rumoraba de mi pero no quise ser descortés con aquel hombre tan elegante, pense que el señor solo buscaba un poco de atención.

-Claro, es uno de mis libros favoritos, un buen libro puede ser la mejor compañía ¿No lo cree?

-Y la vas a necesitar mas hijo ya que sepas eso que tanto quieres; digo no querrás pasar la infinidad solo muchacho.

 Asustado y nervioso cerre aquel libro dejándolo en la mesa.

-Disculpe señor, ¿Qué es lo que dijo?

-¿Te sorprendió? Yo lo se todo, yo tengo todo lo que tu quieres saber, si te interesa seguir con la conversación se paciente, nada en esta vida es gratis.

Me dio una tarjeta y salio.  la observe decía Stephen en letras negras marcadas; Stephen tenia la respuesta que el tanto buscaba y por la que posiblemente se arrepentiría después.

Ya camino a mi casa seguia planteándome  la idea de ir por aquellas respuestas, pues seguia un poco incredulo, pero que podria perder si era una farsa solo mi tiempo y seguiria buscando como siempre y si la tenia en realidad por fin tendria la respuesta que tanto buscaba.