Promesas Vacías

Capítulo 3: "La fiesta"

Sonó el despertador. Raoul lo paró, pero si estoy de vacaciones, pensó. Pero una vez abría los ojos, ya no podía volver a dormir. Se levantó de la cama pensando en la siesta que se iba a echar, tenía que estar bien descansado para la fiesta de la noche.

El chico estaba poniendo orden en su escritorio cuando se percató de que había movimiento en la ventana de la casa de enfrente. La idea era no prestar atención a dicho suceso pero avistó de reojo que su vecino se encontraba sin camiseta cambiándose delante de su ventana.

Así pues, Raoul se acercó un poco más a ésta para poder observar detenidamente cada rasgo de su ex mejor amigo. En ese justo instante Agoney empezó a deshacer el nudo de su pantalón de pijama, Raoul cada vez estaba más cerca de la ventana, y de manera inconsciente se encontraba respirando más fuerte de lo habitual. Seguidamente, el moreno se agachó para desprenderse de su pantalón y quedarse en ropa interior, al subir, miró por la ventana y se encontró la mirada lasciva del rubio. Rápidamente Raoul se agachó intentando disimular lo indisimulable.

-       Mierda, mierda, mierda... - Dijo Raoul tapándose la cara sentado en el suelo de la habitación.

Pasaron las horas, Raoul intentaba borrar de su mente la pillada de su vecino, pero cada cinco minutos el recuerdo volvía a su mente. Se intentaba consolar pensado que por la noche se iba de fiesta y podría ahogar sus penas en alcohol.

-       Esto. – dijo firmemente Miriam.

-       ¿Seguro? Ir a las fiestas con una sudadera... - dijo Raoul.

-       Que sí, que ahora está de moda. Sudadera rosa y los pantalones estos negros bien apretados. Marcando culazo.

Raoul se puso el outfit que su amiga le sugirió, no iba a negarle que su culo era uno de sus puntos fuertes. Tenía que ir preparado para las fiestas de Montgat, sólo se celebran una vez al año.

-       ¿Y bien? – dijo Raoul con una media sonrisa.

-       Seguro que así todos los chicos irán detrás de ti. – añadió una voz proveniente de detrás de la puerta.

-       ÁLVARO – exclamó Raoul. – Ya te vale.

-       Cero mentiras detectadas – dijo Miriam desternillándose.

Raoul y Miriam cenaban juntos en casa del rubio para ir a la playa, donde el ayuntamiento montaba unas carpas para el disfrute de la juventud, y Thalía y Mireya habían insistido mucho en ir por su cuenta, así que quedaban allí sobre las 22h.

Ya estaban de camino a las carpas, Thalía y Mireya hacía rato que estaban allí, lo que significaba que ya deberían ir por la tercera ronda, así pues se dieron prisa por llegar, querían perderse lo menos posible.

Llegaron a la playa hacia las 22:45, y el ambiente ya estaba bastante caldeado, sus dos amigas se encontraban bailando muy animadamente.

-       Hey amiga – Exclamó Miriam yendo a abrazar a Mireya.

-       Pa fuera lo malo no no no. – Berreó Mireya mientras se acercaba a abrazarla.

-       Esta canción no me gusta, yo prefiero la del remedio. – Dijo Raoul

-       Thalía hija, retócate el pintalabios que lo tienes por todos lados menos en los labios. – Bromeó la leona.

-       Eh...Ay... de beber... sí, por eso... - Titubeó Thalía.

-       Menos parloteo, ¿dónde está aquí la barra? – dijo Raoul frotándose las manos.

-       Qué barra ni barro, toma pa' ti. – Mireya sacó del bolso la botella de ginebra rosa con los vasos de plástico. – La mezcla sí que os la pagáis vosotros.