Prólogo

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1842.Castillo de Dunster en Minehead, Inglaterra

Las  hermanas Cavendish no sólo eran las damas más bellas y ricas que había en el mercado en ese momento , y se dice mercado porqué en esa época las mujeres eran consideradas monedas de cambio,  sino que además poseían la protección de dos ducados tan poderosos como el de Devonshire y el de Somerset. Sin embargo sólo una de ellas, estaba disponible esa temporada debido a su edad y a su soltería, Elizabeth Cavendish. 

Audrey Cavendish, su hermana mayor y su tutora, era la encargada junto a su esposo, el duque de Somerset y, la baronesa de Humpkinton, de  encontrar un candidato adecuado a la posición y al rango de dicha dama y para ello habían aceptado la invitación de su tía para pasar cuatro días en su gran mansión de Bath, lugar dónde se daría inicio a la famosa temporada con todo tipo de bailes, actividades y sobre todo, invitados . La temporada social era uno de los acontecimientos más importantes de la sociedad inglesa, no sólo servía para que las familias acaudaladas hicieran gala de su ostentación y fortuna sino para que se dieran a lugar compromisos y alianzas entre ellas a través de los tan esperados y ansiados matrimonios. 

Elizabeth Cavendish se encontraba ya en el carruaje en dirección a Bath junto a Audrey y sus sobrinos que no paraban de dificultar el viaje tanto a su madre como a su tía. Al final habían decidido ir sólo ellas dos junto a los pequeños y la señora Royne que viajaba en otro carruaje con la compañía de las doncellas mientras que el resto de sus hermanas, las cuáles aun no tenían la edad  suficiente como para ser presentadas en público, se quedaban en Dunster con la institutriz y Edwin.  

Pese a que las revueltas por parte de los cartistas habían disminuido considerablemente en los últimos dos años no se habían atrevido a viajar sin la compañía de algunos lacayos armados los cuales sabían que tenían la misión de proteger a una de las mujeres más poderosas del país y a la hermana de la misma. Audrey no sólo era duquesa de Somerset sino que era la madre del duque de Devonshire, hecho que la convertía en duquesa de dicho ducado en funciones, aunque ese  título nunca se reflejaría en una documento oficial. Todos sabían de sobra sobre el carácter fuerte e impecable de la señora Seymour y era inevitable comparar a la joven casadera con su predecesora. 

Las dos hermanas no tenían nada que ver, mientras una lucía una larga cabellera negra y lisa junto a unos ojos azules fríos y una piel blanca y brillante la otra era todo calidez tanto en su mirada verde como en su pelo rojizo ligeramente ondulado y su piel rosada. Además, curiosamente, el carácter de ambas se asociaba mucho con su aspecto, la mayor era fría, dura y tenaz entretanto  la casadera era todo emoción, sumisión y calidez.

Elizabeth, o cómo solían llamarla,Bethy  era una joven extremadamente introvertida y tímida, además de no ser nada consciente de su belleza y su posición, era una dama poco dada a socializar y que dedicaba la mayor parte de su tiempo libre a leer novelas románticas .En realidad tal parecía que la joven dama viviera en una realidad paralela haciéndola vulnerable a la maldad del resto de la humanidad , ya que como ella nunca tenía un mal pensamiento no pensaba que los otros pudieran tenerlo. 

Esa misma tímidez y falta de seguridad en sí misma, le habían impedido confesarle a su hermana, que realmente no deseaba participar en la temporada porque su corazón ya pertenecía a Robert Talbot , no había querido defraudar de ningún modo a su família y menos a su actual tutora, la cual había hecho tanto por ella hasta el punto de colmarla de todo tipo de guantes, medias, corsés y elegantes vestidos para que su temporada fuera un éxito. 

Cada vez que recordaba al selvático de Lord Talbot sus mejillas se coloreaban, en realidad sólo se habían encontrado dos veces, cuando vino de visita en Chatsworth House y en la boda de su hermana pero habían sido suficientes para caer rendida a sus pies, su andar decidido y su aspecto salvaje la habían cautivado a pesar de que era justo todo lo contrario a ella. Él era muy comunicativo, confiado y, además, atrevido, al principio la había asustado un poco pero luego notó que ese caballero tenía una extraña forma de hacer que ella se relajara y pudiera mostrarse más abierta. Asimismo, era un hombre de lo más varonil que llamaba la atención de casi todas las damas inglesas sin importar si eran solteras , casadas o viudas, todas se deshacían ante la melena negra y la barba del alto y fuerte Robert.  

Sabía de sobra que muchas personalidades no tenían un buen concepto de él por ser demasiado cercano a Escocia y a sus modales a pesar de ser inglés, pero a Bethy no le importaba lo que pudieran decir , ella veía muy lógico que un hombre cuyo marquesado lindaba con Escocia quisiera conocer más de sus vecinos. Y es que ella no veía la  inmoralidad, con su carácter dulce y compasivo , siempre encontraba justificaciones para todos los actos sin importarle la nacionalidad o el rango de la persona que los hiciera. 

Sólo esperaba que si el marqués de Salisbury había llegado a sentir algo por ella le pidiera la mano pronto, porqué sólo de pensar con la posibilidad de que pudiera terminar con otro hombre sentía que su mundo se derrumbaba y no era precisamente del tipo de mujeres que confesarían su amor, así que sólo le quedaba esperar a que él diera el primer paso.

Sólo esperaba que si el marqués de Salisbury había llegado a sentir algo por ella le pidiera la mano pronto, porqué sólo de pensar con la posibilidad de que pudiera terminar con otro hombre sentía que su mundo se derrumbaba y no era precisamente d...

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Tirabuzones del solWhere stories live. Discover now