🕙

5.1K 414 169
                                    

Por primera vez en meses, Jungkook había dormido, total y completamente, tranquilo toda la noche.

Yoongi se había mantenido entre sus brazos hecho bolita, casi no se había movido.

Abriendo lentamente sus ojos, el mayor, se encontró con el pecho del maknae y sus propias manos sujetando firmemente la tela que lo recubría.

No había sido un sueño. Realmente había pasado. Su corazón comenzó a latir rápidamente, su cuerpo tembló. Sus manos apretaron más fuerte la tela que atrapaban y sus ojitos se llenaron de lágrimas a medida que una lenta sonrisa aparecía sobre sus labios.

Rogaba internamente poder ser más fuerte, quería ser más fuerte. Pero no lo era. Su pasado volvía de a momentos, atormentado su memoria.

"No eres nadie." "No vales nada." "Sólo sirves para molestar." "Lo único que se puede sentir, por ti, es lastima."

-Buen día, pequeño hyung- los recuerdos de Yoongi quedaron en el ovido al momento en el que su maknae había hablado- ¿Has dormido bien?

-Si- murmuró. Lo había hecho. Por primera vez en muchos años no había tenido sus pesadillas.

Jungkook lo miró. Ayer en la noche el había hablado sin parar, mostró totalmente su alma a la persona que ama, y tuvo su recompensa. La mejor de todas.

Sin embargo, esto, no había terminado. Era el turno de Yoongi para desahogarse. Y por lo visto, su hyung lo sabía tanto como él.

Sus miradas estuvieron conectadas en todo momento, vio el tormento en los gatunos rasgos. Sus manos, casi por inercia, comenzaron a bajar y subir suavemente por la espalda de Yoongi, tratando de menguar el dolor que veía en los pequeños ojitos, todavía un poco adormilados de, Su todo, su mundo, su universo, su, y únicamente suyo, Min Yoongi.

El corazón del maknae comenzó a latir más rápido que nunca. ¿Cómo fue que no se dio cuanta antes? ¿Cómo pudo estar tan ciego durante tantos años?. Ahora, mirando a la persona entre sus brazos, se daba cuenta de cuanto tiempo había anhelado tenerlo así, sentirlo así, tocarlo así.

-Ya te he hablado del lugar en el que crecí- ahí comenzaba el turno de Jungkook de quedarse callado. Era el momento de escuchar.- Siempre estuve ahí, jamás conocí otra cosa. Mi madre biológica me dejó en un basurero con apenas cuatro días de nacido- Eso era tan nuevo, como doloroso para el menor. ¿Había madres así en el mundo?- Uno de los recolectores me encontró y me llevo a la estación de Policía más cercana, desde ahí, se comenzaron a mover los cables para, encontrar a mi madre, o conseguirme un orfanato. Es obvio que fue lo que pasó.- A Yoongi ya no le dolía eso. Lo que le dolía era lo que estaba a punto de contar.- Mientras crecía muchas familias fueron a verme. Algunas queriendo adoptarme hasta que me conocían y otras para darme unos días de alojó mientras adoptaban a otros niños y el orfanato quedará desocupado. Nunca entendí que estaba mal conmigo, ninguna familia me quiso, y eso me comenzó a lastimar...- un sollozo le arrebató el habla. Era la primera vez que le contaba esto a alguien más que no fuera su Salvador, la persona a la que le decía papá. Jungkook lo sostuvo fuerte, besando su coronilla.- A la edad de cinco años era ya un solitario. No hablaba con nadie y a nadie parecía importarle en lo más mínimo. Hasta que llegó mi primer amigo. Sus padres habían fallecido y, al no tener con quien quedar, terminó en el orfanato. Fue como un rayo hacia donde yo estaba en cuanto pisó la institución, y desde ahí no se separó de mi.- sonrió al recordar- Era un año mayor que yo, y todo lo contrario a mí. Enérgico, curioso, demasiado alegre. Le encantaba romper las reglas. Y yo le seguía los juegos.- negó, aún con la sonrisa en sus labios. Había sido la mejor época de su niñez.- Ya no me preocupaba tanto cuando alguna familia no me quería, al contrario, me sentía aliviado. Si me iba del orfanato, quizás, jamás volvería a ver a Chang Lee, y yo no quería eso. Nuestra amistad duró más años de los que creí, siempre pensaba que él se iría en cualquier momento ya que era todo lo que una familia buscaba en un niño. Pero Lee se las arreglaba para arruinar las entrevistas, luego alegaba que jamás dejaría que lo apartaran de mi lado. A mis nueve años ya estaba bastante influenciado por él. Lo seguía a todas partes, siendo su mano derecha en todas las travesuras.- sus ojitos comenzaron a picar- Una noche como cualquiera, nos pusimos de acuerdo en escaparnos al patio para ver las estrellas, nos encantaba hacer eso y lo hacíamos bastante seguido. Entre risas nos escabullimos como a la media noche de la habitación que compartíamos con muchos otros niños, corrimos hacia las escaleras en puntillas, pero fuimos atrapados antes de llegar al descanso. Una de las monjas ya desconfiaba de nuestras andadas y nos estaba esperando.- Dejó las lágrimas correr.- Nos separaron después de eso. Al día siguiente nos llevaron a la oficina de la madre superiora....Si me hubieras visto- Dirigió sus ojos, por primera vez, desde que había comenzado a relatar, al maknae.- Yo parecía una gelatina. Siempre le había tenido miedo a esa mujer... No me equivocaba, ella daba miedo. Chung Lee se comenzó a echar toda la culpa, pero yo no iba a dejarlo, mentí todo lo que pude para lograr sacarlo bien de eso. Y lo logré.- sollozó- A cambio recibí todo el castigo. Pero lo peor de todo...mandaron lejos a mi mejor amigo. Jamás lo volví a ver....

-Hyung...- un silencio bastante largo se había hecho. Jungkook había esperado, pero su mayor parecía haberse perdido en sus recuerdos.- ¿Qué fue lo que pasó luego de que mandaran lejos a su amigo?

-Mi castigo comenzó.- el maknae sostuvo más fuerte el cuerpo que tenía entre sus brazos, algo le decía que esto no le iba a gustar nada.

-¿Qué castigo?- murmuró con dientes apretados.

-Al principio fueron unos cuantos golpes en las manos con una regla de madera- Diablos! Si ese era el principio...- luego comenzaron las palabras dolorosas. Y después eran ambas cosas. Los demás niños se habían unido a las monjas al cabo de un tiempo y yo me di por vencido. Comencé a creer cada una de esas palabras, y asumía cada uno de sus golpes. Al fin y al cabo, gracias a mi, habían mandado a mi mejor amigo lejos, gracias a que él me había conocido.

-¿Qué te decían?- Estaba pensando seriamente en salir a buscar a cada persona que daño a su hermoso hyung- ¿Cuánto tiempo duró en castigo?.

-Cosas...

-¿Qué cosas?

Un suspiro tembloroso entre sollozos salió de los labios de Yoongi.

-Cosas como que daba asco, que no valía nada, que sólo servía para molestar- su voz se ahogaba con cada palabra- Qué lo único que se podía sentir por mi era lástima...Y algunas pocas cosas más...Pero básicamente eran siempre las mismas palabras. Así que las comencé a creer por repetición.

-¿Por cuanto tiempo?

-Cerca de siete años.

Siete años aguantando una y otra vez lo mismo debió ser un martirio.

-Es por eso que...

-Todavía no terminé. Todavía no llegué a la peor parte- cortó lo que su Kookie iba a decir, porque si no lo hacia, si no decía todo ahora que todavía tenía el coraje, no lo diría jamás.

La mente de Jungkook comenzó a trabajar. Si esa no era la peor parte...¿Qué sería? ¿Cuánto más habían dañado a su hermoso pequeño hyung? ¿Alguien sabría el número de un sicario?....

Continuará....

Hola, mis niños!!

Espero que les guste el capítulo.

He publicado una historia Taegui, por si les gusta esta pareja, ya he publicado tres capítulos....

Bueno...Eso era todo.

Gracias por leer!!

Los quieroooo!!!

Somos una familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora