Prólogo: "Tuer"

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El miedo envuelve París, la ciudad del amor.

El sonido sordo de la suela de sus zapatos nuevos contra el pavimento empapado por la lluvia, era lo único que resonaba en las calles que eran envueltas en la oscuridad y cubiertas por lagrimas del cielo.

La leyenda se ha vuelto verdad, el temor de cada ciudadano ha borrado casi por completo el amor de su luminosa ciudad. A venido por las cabezas de quien sea, matando sin piedad ancianos y niños pero ¿que hace un samurai en París?

Su camisa que anteriormente era blanca ahora es pintada por aquel color carmín que desbordaba de su herida.

Esa pregunta a rondado en los pensamientos de todos, porque, la que antes era una leyenda a saltado de la fantasía a la realidad.

Con cada paso que daba, su visión se nublaba. 

¿Por qué viene arrasando con la vida de quien se le cruce?

Las palidez en su piel, las ojeras debajo de sus ojos y lo vacíos que se veían estos daban a entender que no estaba muy lejos de perder la conciencia.

¿Por qué por donde pasa deja un camino de sangre y muerte?

Pensando que estaba a salvo, sin importar que aquella herida letal que le estaba succionando la vida, el escuchar la sirena de un auto de policía le quita aquella seguridad y recobro un poco de sus fuerzas. Debía correr.

¿Por qué mata sin piedad y sin dudar?

Sus pies dejaron de arrastrarse, pero su intento de correr fue en vano. No había lugar donde esconderse.

Su herida empezó a dejar un camino de sangre, pero aquello poco le importo. Con esperanzas de poder encontrar un lugar donde resguardarse siguió corriendo.

Quería vivir.

¿Por qué se volvió el asesino de París?

La suerte pocas veces estaba de su lado, pero parece que por una vez se apiado de él, dejando a la vista un callejón. 

Sin más estaba a nada de llegar, pero en sus desesperación tropezó con sus propio pie.

Las sirenas se escuchaban con mayor intensidad. 

Había perdido la esperanza, esta vez si lo iban a atrapar.

Estas y muchas preguntas más queremos hacerle pero es imposible, ya que el abandono su humanidad.

Pero grande fue su sorpresa que la sirena retumbo en sus oídos y luego esta siguio con su camino hasta perderse en la noche. Al parecer no iban por su cabeza ese día.

Con el esfuerzo logro recargar su espalda en una pared, volviendo a sentir una punzada de dolor en su herida de la cual se había olvidado.

No pudo hacer mucho para cerrarla simplemente quedarse sentado a esperar que la muerte llegara a por él.

Por una vez en mucho tiempo se sintió tranquilo.

Las noches lluviosas como esa siempre lo reconfortaban, pero esa satisfacción solo le duro un segundo antes de sentir algo en su mano.

"UN MONSTRUO EN PARÍS" decía aquel titular.

Un leve sonrisa se dibujo en su rostro y por primera vez sintió aquella ventisca casi imperceptible golpearle la cara y las gotas de lluvia combinarse con sus lagrimas volviendo las invisibles.

Por un momento se permitió cerrar sus ojos y descansar.

El ahora es un monstruo en París.

En un instante sintió que algo le cubría la cara dejando a la vista sus lagrimas.

Cierto temor se instalo en su rostro, pensando lo peor que podría hacerle aquella persona en cuclillas, observándolo detenidamente, analizando lo como si de fuese lo más interesante del mundo. Hace tiempo que no se sentía cohibido.

Una pequeña sonrisa salió de los finos labios del desconocido.

Sus mejillas se sonrojaron.

El extraño coloco una de sus finas manos en su mejilla, sintiendo una calidez que removió su corazón y le devolvió el brillo a sus ojos.

El decidió tomar con curiosidad uno de sus largos cabellos rubios, sintiendo la suavidad de esta contemplando como las finas hebras de deslizaban entre sus dedos.

-Lin Xianming.  

Ese era su nombre.

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⏰ Last updated: Apr 16, 2018 ⏰

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Un Monstre á ParisWhere stories live. Discover now