Capítulo 12

6.1K 372 1.1K
                                    

           

Me había pasado casi una semana encerrada en mi departamento, llorando la mayoría del tiempo. Era sorprendente, si cuando la puerta del elevador se cerró las lágrimas aparecieron, cuando llegué a mi piso el llanto se hizo más intenso, como si hubiese perdido a alguien. Y bueno... lo hice, y no entendía por qué me sentía tan mal por eso, como si hubiese sido un error. No, no quería pensar que me estaba arrepintiendo, no quería contemplar la idea de regresar a él llorando cuando él me hizo daño... o al menos intentó.

Helado, comida de microondas y un debate conmigo misma ocupó mi semana. Cuando mis ojos se habían cansado de llorar, me había quedado tendida en mi cama mirando el techo, pensando con más claridad. Me sentía más tranquila y sentía que ya no corría más peligro de levantarme e ir a sus brazos. Aún dolía, pero era como un raspón en la rodilla después de un par de días; solo era cuestión de tiempo para que la herida terminara de sanar. Sentí una repentina melancolía por Jumin, ¿cómo es que había llegado a ser quién era? Me imaginé como hubiesen sido las cosas si él... no tuviera esa parte "oscura". Suspiré rindiéndome a esa idea, era imposible, esa parte de él era imborrable.

Era la víspera de año nuevo, el RFA había querido organizar una fiesta con todos los miembros, pero realmente no me sentía lista de volver a ver a Jumin. Sabía que no podría evitar verlo algún día, pero en ese momento no me sentía lista, sabía que, si lo volvía a ver, probablemente iba a caer en sus brazos, y no quería sumergirme en esa oscuridad de nuevo. Tuve que inventar que ya tenía compromisos para negarme, y al final aquella fiesta se canceló. Me sentí un poco mal por eso, realmente quería verlos y platicar con ellos, quería sobre todo saber que sucedía con Seven y su hermano gemelo... joder, todo era un caos.

Me había resignado completamente a pasar año nuevo sola en casa viendo alguna película y serie y justo cuando la tarde comenzó a entrar, mi móvil comenzó a sonar. Lo miraba desde donde estaba con un poco de recelo, tenía miedo de que el autor de esa llamada fuera Jumin, e incluso por ese mismo temor estaba contemplando no contestar, pero ¿y si eran noticias de Seven? Tomé el móvil casi inmediatamente contestando rápidamente casi sin ver el nombre del contacto.

—¿Sí?

—¡Minhee! —La voz se me hizo familiar.

—Profesor... ¿Lee?

Sentí en cierta manera un alivio por escuchar una voz que no sea referente al RFA, como cable a tierra.

—¡Por supuesto! ¿Qué tal las fiestas decembrinas? ¿Estás lista para esta noche?

Ay, mierda. ¡Cómo pude haberlo olvidado!

—Claro... —mentí tratando de sonar convincente.

—Oh, ¿en serio? —preguntó entre emocionado y sorprendido, ¿pensó que lo había olvidado? Aunque eso no sería mentira...— Me alegra, en serio. Pensé que no irías. Escuché que por ahí que tenías un compromiso prioritario...

Vacilé un poco, sabía a qué se refería. No quería pensar que ya media universidad andaba con el chisme de que estoy con Jumin. No quería tener popularidad por algo que no es cierto... o que ya no es más cierto, para ser exactos.

—¡Pero qué dice! ¿De dónde saca eso? Por supuesto que no... Estaba esperando ansiosamente esta noche. ¡Gracias por la oportunidad, profesor!

—No agradezcas, lo hago porque te lo mereces y quiero ayudarte, ¿nos vemos en la noche?

—¡Por supuesto! —dije ya cansada de fingir emoción.

Y colgué.

Me froté el rostro algo desesperada. No podía creer que había olvidado por completo la invitación del profesor Lee. Justo en ese momento todo volvió a la mente: Antes de todo, del RFA, Jumin... el profesor Lee me había invitado a la fiesta de año nuevo que celebraba la empresa donde él es directivo. Él era, además de profesor, un empresario en una pequeña pero importante compañía de Seúl. Y me sorprendió que a pesar de que me emocioné como nunca me había emocionado por la invitación en ese entonces, ahora lo había olvidado.

El Lado Oscuro De Jumin HanWhere stories live. Discover now