Capítulo 2

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MI NUEVO SERVANT.

CAPITULO 2.

Abrí los ojos con pereza y coloque mis manos enfrente de mis ojos evitando que la luz que se filtraba desde la ventana me diera directo en los ojos. Por la intensidad de la luz podía intuir que pasaba más del medio día y a pesar de que mi cuerpo me pedía a gritos que me quedara pegada a la cama todo el día, una oferta bastante tentativa debo aclarar. Sabía que mi lado competitivo y orgulloso no lo permitiría, así que sin más preámbulos salí de la cama y tome una taza de té que se encontraba en la pequeña mesa que se situaba en el centro de mi habitación. Me dirigí a la ventana y me recargue en el marco mirando el paisaje que ofrecía la naturaleza.

-Creí que no eras del tipo que prepara té – Mencione al sentir la presencia de Lancer detrás de mí.

-Es una de mis tantas cualidades master – Levante una ceja al escuchar eso último. Si fuera la misma Rin Tohsaka de hace unos meses no me hubiese importado en lo absoluto que mi "servant" me llamara así, de hecho, era una regla que hasta hace poco yo respetaba. Pero con lo vivido hace unos pocos días, me preguntaba ¿Qué tanto había cambiado Rin Tohsaka para que dé un momento a otro le tomara importancia a esas cosas? No lo sabía, y quizá no intentaría averiguarlo, pero sin duda no podía hacerme de la vista gorda con algunas situaciones y esta era una de ellas.

-Llámame Rin – Dije aun con la mirada clavada en la ventana, sinceramente sentía un poco de vergüenza que él me mirara en una situación como esta. ¿Qué situación era esta? El día en que dejaba en evidencia parte de mi verdadero ser, algo que generalmente no se exponía en este mundo, a menos de que estuvieras dispuesto a que usaran tus "debilidades" en tu contra, o en su defecto, que tuvieras la extremada confianza en alguien para revelar esta parte que todo mago cuidaba con añico.

-Si eso es lo que quieres… - Agradecí mentalmente que no preguntara nada más. Fue entonces cuando decidí mirarlo.

-¿Cuánto tiempo dormí?

-Lo suficiente para que Saber tuviera que venir a asearte – Automáticamente mi mirada bajo hacia mi vestimenta y efectivamente, traía mi habitual pijama de gatitos. Mi vergüenza fue tanta que estaba segura que mi cara se había vuelto totalmente roja – ¿Tu?… ¿Shirou?… - Su carcajada retumbo por la habitación.

-¿Crees que Saber lo hubiera permitido? – ¡Por supuesto que no! respondí mentalmente. Trate de recuperar mi postura y camine hasta el sillón tomando asiento.

-¿Alguna novedad? – Trate de no sonar ansiosa a pesar de que si lo estaba. Después de haber escuchado hace unos días todas las palabras de aquel sacerdote, era evidente que el usaría cualquier artimaña para cumplir su propósito. Por tanto tenía que comenzar a estar alerta en cualquier lugar y a cualquier hora y por su puesto tenía que comenzar a planear su eminente derrota.

-Ninguna – Asentí ante su respuesta y di el último sorbo a mi té, para después dejar la taza en la mesa. Levante la mirada y me percate que Lancer me miraba fijamente.

-¿Sucede algo? – Pregunte.

-Hay algo que me ha estado dando vueltas en la cabeza desde hace tres días. ¿Por qué me elegiste a mí si tenías a Saber de tu lado?

-Supongo que no me creerás si digo que quería a alguien más fuerte ¿Cierto?

-¡Auch! Eso fue cruel – Bromeo Lancer aun en la espera de mi verdadera respuesta.

-Supongo que me gustan las personas como tú – Trate de decir una verdad a medias, porque como había mencionado anteriormente aun no quería darme cuenta que tanto había cambiado los últimos días – Además… - Trate de agregar algo más para que quedara satisfecho con mi respuesta – Creo que los dos tenemos un asunto pendiente con aquel demonio con túnica ¿No crees?

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