-solo te dire que de ahora en adelante eres solo mío y nadie más te podrá tocar sino lo enviaré al infierno, para que me guarde un lugar- y sin más me retiro de la habitación con pasos firmes.
Etaba caminando hacia el estacionamiento con mi supuesta dueña, no dejo de temblar del frio y de miedo por lo que me vaya a pasar, siento que me cubren con una manta unas suaves manos, dirijo mi mirada hacia ella que se ve tan hermosa bajo la luz de la luna, ver como brillan sus ojos tan negros como la misma noche que nos rodea, que tanto me causan emocion.
-cúbrete que no quiero que te resfries- me dice para adelantar el paso y ponerse delante de mi.
Después que nos subimos en su maravilloso coche de lujo se forma un aire de incomodidad para mi y no para ella porque la veo muy tranquila.
Nos bajamos de su coche y caminamos hacia su apartamento, cuando estamos frente a la puerta estan dos gorilas mirándonos y yo me encojo en mi lugar, la chica enfrente de mi cuyo nombre es Eleanor se dio cuenta de mi acción.
- QUE MIRAN??- dice en un grito haciendo que ellos bajen la mirada, parece que se enojo mucho con mario.
- d-disculpenos s-señorita- se quitan de la puerta dandonos paso hacia adentro.
- sigueme te mostrare tu habitacion-dijo y le pongo toda mi atencion, me hace una seña para que la siga y le hago caso, subo las escaleras dirijiendome a una de las habitaciones de huéspedes, entramos y el ve sorprendido la habitación como si no se esperaba algo asi.
- e-esta s-sera mi habitacion?- pregunta aun sorprendido y tartamudeando.
-si- dice simplemente- pero te diré algo, de ahora en adelante eres mio y nadie te podra acercar con segunda intención sino que se de por muerto- luego de eso se va cerrando la puerta.
Pero que a dicho?, me repito una y otra vez en mi cabeza donde resonaban esas palabras y no me dejaban dormir tranquilo, pero que se le puede hacer lo hecho, hecho está y no hay vuelta atrás, además me sentí tan bien escuchando eso, que solo seria suyo y de nadie más sentí una sastifacción tan grande que no lo podia explicar y pensando en eso me quede dormido después de un dia agotador.
Me desperté sintiendo las suaves cobíjas que no tocaba desde hace mucho tiempo, me quede un rato pensando de lo que sería mi vida mientras miraba el techo, en eso me concentré en la puerta al oír toques provenientes de esta.
Me levanto y camino hacia la puerta, cuando la abro me encuentro con Eleanor con un traje de pantalones sin camisa, nada más con una chaqueta negra a juego con el pantalón y unos zapatos crema.
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Cuando iba bajando la mirada de su cara me detuve en el valle de sus senos, de repente me entraron unas celos enormes que no podia explicar, les diré que siempre el tenido el complejo de que me enamoro rapido de las persona y ella no será la exepción.
subo inmediatamente a su cara un poco ruborizado porque me di cuenta que me quedé un largo tiempo viendo sus enormes senos, por los celos terribles que siento de que otro hombre los vea y porque tiene una sonrisa ladina.
-ya era hora de que me miraras a la cara- dice todavía con la sonrisa socorrona y con una pisca de picardía.
-l-lo s-ien-t-to- tartamudeo por su intensa mirada.
-no te preocupes solo te vine a decir que tu desayuno esta listo y que me tengo que ir al trabajo, te voy aclarando que no intentes escapar ya que el edificio esta rodeado de guardias y te sería imposible salir-ya dicho todo eso, da media vuelta y se dirije a la mesa para cojer su bolso y salir del departamento dejandome sin nada que hacer.
