-He needs me but i like him- (Editada)

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-Ella me dejó...- Sollozó mientras envolvía sus brazos alrededor de su amiga. Trató de formar un abrazo, el cual era necesitado pues las lágrimas no tardaron en aparecer. Bajaban con rapidez, una tras otra marcando el dolor evidente. De piel bronceada y de ojos de un azul oscuro topando a negro(Al igual que su cabello) El joven, no tenía más de 21 años y aún así pudo asegurar entre lágrimas tal cual un adolescente que su corazón había sido destrozado. Todos observaban al chico que sin previo aviso comenzó a reír con eufória. Una risa corta, sombría y de despecho asomaban sus labios. Era evidente que estaba borracho, no era una sorpresa pues la barra de aquel bar solo se encontraba a centímetros de su persona. Su amiga lo miraba fijamente, seria. Lo único que hizo fue quitar los brazos de su incoherente amigo y tratar de ubicarlo en una silla de las tantas del lugar. La chica era de unos 21 años. (De cabello semicorto y de ojos avellana.) Hace un par de horas, había accedido a encontrarse con el pelinegro en el bar con el que se habían familiarizado no hace poco. Lo frecuentaban no tan seguido, tal vez un día de cada mes se los podía encontrar bailar y tal vez, como no, coquetear con cualquiera del lugar, lo último siendo realizado por el chico en exceso.

Tras pasar unos cuantos segundos en una mini lucha por sentar al chico, su amiga por fin pudo tomar asiento; atenta a cualquier movimiento del chico el cual se mantenía desde hace un buen rato con la cabeza agachada. Sin decir palabra alguna el chico tomó la mano de la chica y la posó en su mejilla. Sintiendo la calidéz de su amiga procedió a balbucear, todo esto aún teniendo la cabeza agachada. La chica seguía sin decir nada. El pelinegro levantó su mirada y fijó su vista aquellos ojos avellanas pero sin si quiera pensarlo, sin razonar el hecho de que posiblemente revolvía sus pensamientos y sus sentimientos habló como si de un susurro se tratase:

-Me recuerdas a ella...- El chico lo había dicho sin pensar claro está pero lo que no sabía es de la grave grieta que había provocado, el daño que formó y de como unos ojos acuosos, tratando de ser fuertes, desviaron su visión mientras la mano de la chica acariciaba la mejilla del dueño de sus ilusiones. Oh joven, como le partiste el corazón.

" El amor es caprichoso y te consume hasta dejarte en cenizas."

- Es hora de que vuelvas a casa...- Dijo la castaña levantándose . Dócil, el chico la siguió mientras ella llamaba a un amigo que se encontraba en el mismo lugar. Le rogó que lo llevara a casa, le rogó que no se despegara de él hasta que este esté en su habitación dormido y le rogó que si alguna vez él preguntaba sobre aquella noche la negara, no era necesario recordarla. El chico extrañado aceptó, no pretendía contradecirla, la chica se veía en una situación difícil. Le fue fácil intuir que no debía entrometerse pero antes siquiera de poder cargar a aquel joven este se abalanzó y sin esperarlo robó un beso a su más grande amiga. El tacto fue suave, tierno, dulce y todos los sinónimos de aquella palabra la cual ahora la chica no podía recordar, estaba perdida en su mini paraíso, paraíso que a pesar que quería conservar sus demonios la obligaron a parar. No era correcto. Se separó de aquel contacto físico y se alejó susurrando un adiós mientras los dos chicos desaparecían de las puertas del lugar. Oh como le ha roto el corazón.

Siguió su camino a la barra de bebidas y pidió la más fuerte, tal vez un poco de alcohol le haría olvidar el dolor. Dolor que pudo haber evitado si tan solo jamás lo hubiera conocido. Oh, que contradictoria era pues tan solo segundos después ya había decidido que nunca fue culpa de él si no de ella, por estúpida e ingenua.

- ¿Noche difícil? - Preguntó el camarero de impecable traje detrás de la barra. Se acercó a ella entregándole su bebida, la que por obvias razones estaba exageradamente reforzada, fuerte para noquear a un novato. Claro que ella no lo era.

-Me destrozó, me humilló ¿Sabes lo qué es eso?- Preguntó sarcástica posando su mirada furiosa en el inocente camarero que preguntó.

-¿Por qué si quiera lo amas? No te merece o me equivoco.- Un tono de sugerencia se hizo notar, este era sin malicia como si tratara de entrar en confianza. Como si tratara de guiarla a una zona de confort la miró suavemente, tal vez el chico no era malo.

-Él y yo somos diferente...- Comenzó la chica mientras un gesto de agonía se expandía por su cara. -Él es tan viváz y egocéntrico y yo tan seria e impecable fríbola.- Una persona como ella (Al parecer de la chica.)no era digna de ser amada. Se sentía incapaz de iniciar una relación no hace mucho tiempo pero desde que sus hambrientos ojos obstinados comenzaron a notar a aquel chico de mirada de fuego y contradictoriamente de ojos tan azules como el mar, delirar por él ya se había vuelto un hábito desde entonces.

" Adicción horrenda que deja que el dolor se vuelva parte de tu vida, eso es amor."

- Él es perfecto, simplemente perfecto. Inteligente, socarrón, viváz, coqueto y de ojos con la habilidad de atrapar a cualquiera pero es un idiota, un idiota que se se enamora de cualquiera. Un idiota que no puede vivir sin amor, es su droga; la necesita y la busca en cualquier parte. Se enamora como un bebé al mirar a su madre por primera vez; un idiota que no se da cuenta que en mis brazos podría estar mejor.- Sonrió y las lágrimas de impotencia se retuvieron en sus ojos, rió falsamente y el camarero solo pudo mirarla sin decir una palabra; la contempló y supo que un juego mortal lo había atrapado en su red.

"Oh, como le llenaste el corazón..."

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¿Les gustó? No es de la pareja de este libro, pero quería compartirlo, espero que no se molesten. Aquí, con esta historia el libro va a estar en pausa. Notarán que no actualizo mucho por eso he decido dejarlo. Las demás historias inconclusas de este libro son finales abiertos así que... no se enojen. Los quiero 💙💜💙💜

 Libro De Oneshots De Inuyasha: El Sesshome Reina :3Where stories live. Discover now