Prólogo.

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Londres 1813...

- Estoy tan contenta - dijo Madison - Al fin llega el día de mi presentación en sociedad.

- Se ve preciosa con su vestido rosado - le dijo su doncella.

- Gracias Dalia, peiname para que me vea más hermosa.

- Desde luego que sí milady.

Mientras su doncella iba peinandola, ingresó a su habitación su hermana pequeña, llamada Carlie, con su pelo rojo como el fuego y su cara llena de pecas.

- Mady, porque deseas ser presentada en sociedad, que aburrido - dijo resoplando la pelirroja.

- Cuando te toque ser presentada me entenderás hermanita - contestó la rubia - Conoceré a muchos chicos y me casaré con alguno de ellos.

- ¿Casarte? Qué cosas dices - volvió a resoplar la niña pecosa, a quién se le ocurriría casarse, auque se le vino a la mente la imagen de un apuesto amigo irlandés de su hermano. - Si fuese Jacob si me caso con el - sonrió ante sus pensamientos. 

Una vez que estuvo peinada, se levantó y dió vueltas con su hermoso vestido. 

Su tía Mary ingresó a la habitación y le dijo mirándola con amor: - Bellisima mi sobrina, brillarás esta noche Mady querida. 

- Gracias tía - respondió la rubia viendose en el espejo. 

- Vamos querida, es hora de bajar para ser presentada - le dijo su tía.

- ¿Puedo ir? - preguntó Carlie

- No cariño, eres muy pequeña - la pelirroja hizo un puchero y su tía continúo diciendo: - Dalia por favor, acompaña a Carlie a su habitación.

**** 

Mientras tanto en el gran salón de la mansión del Duque de Devonshire, se encontraban los invitados, esperando a la joven que sería presentada en sociedad.

- Vaya que se siente que tu hermana sea presentada y observada por muchos lobos - dijo riendo George Evans, más conocido como el Marqués de Bristol

- Solo quiero que mis hermanas sean felices. - dijo Thomas - Espero que Madison encuentre al caballero correcto y logre un buen matrimonio.

George conocía a Madison Taylor, era una beldad, rubia con la piel de porcelana, una joven exquisita que se le hacía antojable pero lejos de sus posibilidades, ya que prefería divertirse con mujeres experimentadas  como viudas y mujeres casadas insatisfechas. 

Llegó la hora de la presentación  y la vio bajar las escaleras, casi se le cae la mandíbula. La hermana de su amigo era una belleza y con ese vestido rosado parecía una princesa.

La vió bailar primero con el Duque de Devonshire, su hermano como correspondía y luego otros jóvenes se apuntaban en su tarjeta de baile. El decidió acercarse a la joven, de cerca se veía mucho más hermosa.

- Lady Madison - la saludó

- Lord Bristol - devolvió el saludo mientras este le besaba la mano.

- Está usted radiante - ella se sonrojó ante el cumplido. - ¿Me concedería un baile?

- Si milord - dijo sonriente.

- Pues vamos - dijo ofreciéndole el brazo, a lo que ella aceptó gustosa y se dirigieron a la pista de baile.

Bailaron una cuadrilla, Madison se sentía en la gloria, al fin el marqués de Bristol se había fijado en ella y bailar con él era lo mejor que le podía pasar. 

- La veo acalorada lady Madison - dijo el marqués - ¿Desea que la acompañe a tomar un poco de aire?

- Gracias lord Bristol - dijo finalmente cuando terminó la música.

Se dirigieron a la terraza, que se encontraba adornada con orquídeas, George observó con detenimiento a la joven que cerraba sus ojos como disfrutando del viento que llegaba del jardín. Se veía tan hermosa. - ¿ Qué pasaría si... qué pasaría si la besara? - pensó George.

Cuando la joven abrió los ojos encontró que la cara del marqués estaba a centímetros de la suya. - Parece que va a besarme - pensó, pero no podía ser.

Cuando de pronto sintió los labios del marqués sobre los suyos. Era su primer beso y no sabía cómo hacerlo, por lo cual dejó que el la guiará.

Él se deleitó al sentir los labios inexpertos de la joven, le parecía tan dulce, empezó a ponerse duro, por lo cual reaccionó y puso fin al beso - Bristol que estabas pensando para besar a la joven Taylor - pensó cerrando los ojos. 

- Disculpe lady Madison - esto no volverá a pasar.

La joven salió corriendo, sabiendo que el marqués se arrepintió de besarla, pero para ella fue lo mejor del mundo...


Mi marquesa - #2 Saga TaylorWhere stories live. Discover now