Compases

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La música atraviesa mis oídos, el murmullo se incrementa a medida que la banda toca más alto. Cada nota, cada palabra es como un latido vibrando a través del tiempo, el suelo y la gente. Esta noche cada instrumento es un color, sus sonidos nos envuelven en una nube de pólvora a una chispa de arder, nos ahoga y nos debilita, a su vez nos obliga a vivir. Se que no es una ilusión, soy consciente de que algo raro ocurre esta noche, pero no puedo hacer nada, no quiero hacer nada, solo me dejo llevar.
Dentro de esta marea de sensaciones alguien se presenta. Allí, en un rincón, escondida en el silencio más profundo se encuentra una figura púrpura, nos observa ajena a la música, esperando que alguien se ahogue con esta capa de sensaciones.
La parca siempre está rodeada por el silencio.
Se escucha un disparo, la música para y todos me miran. Veo horrorizado el revólver en mi mano y frente a mí un cadáver. Suelto el arma aterrado y miro al público de este nuevo espectáculo, nadie pude creer lo que ve. Giro mi cabeza y allí ella me observa. Podría jurar que la muerte me sonreía.

Relatos EtéreosWhere stories live. Discover now