Unique

763 125 32
                                    

La pareja de recién casados se besa y los alaridos se consumen a su alrededor. Donghyuck está un poco harto de esa mierda así que sale al balcón a tomar aire fresco.

El cielo está iluminado con cientos de colores. Los fuegos artificiales estallan uno detrás de otro.

Con un cigarro en su mano derecha, una copa de vino en la izquierda y las lágrimas atrapadas en sus ojos Donghyuck se dice a sí mismo que tiene que superarlo.

Hace años que no habla con Jaemin. No es como si estuvieran peleados. Él ni siquiera sabe qué demonios hizo para que las cosas terminaran así. Todo lo que sabe es que un día su mejor amigo decidió lo que era mejor para ambos y simplemente se alejó de él.

— Hyuck.

"No, por favor. No me hagas esto ahora" Suplica para sus adentros.

— Na. Ha sido un tiempo.

Ni siquiera se ha volteado a verlo porque no necesita hacerlo.

Es la celebración de la boda de su hermano mayor. Yuta y Sicheng habían soñado durante años con ese momento. Y Donghyuck estaba feliz por ellos, claro que lo estaba. La felicidad de Yuta significa todo para él. Pero en esos momentos todo dentro de él se está derrumbando porque no espera volver a sentirse así al verlo.

Sicheng antes le había preguntado acerca de invitar a su ex lo-que-sea, y él simplemente pensó que sería injusto no hacerlo porque Sicheng y Jaemin eran amigos. ¿Cómo podía decirle a su cuñado que no invitara a su amigo a su boda solo porque él seguía teniendo sentimientos por él?

Pero incluso cuando era consciente de que iba a estar ahí, realmente no pensó que fuera a dolerle tanto verlo de nuevo.

Jaemin y él fueron, en algún momento, amigos. Cuando estaban juntos todo era de color rosa, con olor a fresas y flores envolviéndose a su alrededor. Hasta que comenzaron a tener sentimientos por el otro. Entonces todo fue cuesta abajo.

Jaemin era cobarde y él no estaba dispuesto a esperar por él. Pero aun así se quedó ahí, y el título de "mejores amigos" brillaba sobre ellos con sorna. Burlándose de ellos.

— Todos están hablando acerca de cómo los últimos años han ido terribles — Señala hacia el salón donde los amigos más cercanos de la pareja están reunidos. — ¿Soy el único que ha tenido un año genial?

"Probablemente."

"Me encanta escuchar eso Nana."

"Estoy feliz por ti."

Nope.

Jaemin es egoísta. Hablando de cómo ha estado tan feliz todo ese tiempo.

Todo ese tiempo sin él.

— Para nada. De hecho pensé que era al único al que le estaban saliendo las cosas como quiere— Mentira. — A parte de a Yuta y Sicheng, claro — Agrega y se ríe sin gracia.

— Estás con este chico, ¿No?— Sus ojos están escudriñándolo. Está a su lado y en el momento en que por fin se voltea para verlo casi se ahoga con el último soplo de su cigarro. Tiene el cabello claro, también está más alto.
— ¿Cuál era su nombre? ¿Mark?

— ¿Uh? Ah, sí. Mark. Sí, estamos juntos— Deja la colilla dentro del cenicero que había traído antes consigo.

Jaemin le había dicho la última vez lo mucho que merecía que alguien lo amara. Y entonces apareció Mark. Su novio Mark que no puede amar porque está ocupado amando a alguien más.

Alguien que ha vivido una vida genial sin él.

— ¿No vas a preguntar por mí?— Su risa hace estragos en su interior. — Estoy felizmente comprometido— Exclama.

— ¡Felizmente comprometido!— Estalló en una carcajada que por mucho que quiso evitarla no pudo.

Por su parte el menor tiembla. Hace frio fuera, pero es la risa del mayor lo que lo descoloca. Donghyuck no suena como el chico de hace tres años del que se enamoró.

Se miran un rato y entonces Donghyuck lo nota. Se quita su propia chaqueta y la pone sobre los hombros del otro.

— Creí que le tenías miedo al compromiso.

Mala elección de palabras. Tal vez. Pero Jaemin no se inmuta esta vez.

— Supongo que estoy enamorado— Tan falso. ¿Por qué le está mintiendo? Y más importante. ¿Por qué se está mintiendo a sí mismo?

Jaeno jamás va a ser la mitad de importante de lo que él es. Si, lo quiere. Pero no es Donghyuck.

Ha estado tres años alejado de él, pero no ha sido el tiempo suficiente para suprimir sus sentimientos.

Hace brisa y él tiene que ajustarse la prenda del mayor para que no se caiga de sus brazos. Huele a fresas y cigarrillos. Huele a él.

Otro minuto de silencios incómodos.

— Ya casi es tu cumpleaños— Suelta de la nada. En realidad tiene un par de días pensando en eso.

Jaemin asiente. Donghyuck siempre ha sido atento. No hay nada que se le pase por alto. Incluso cuando aparenta ser rudo. Aun cuando finge que no le importa nada.

Donghyuck está a punto de huir de ahí porque no puede soportarlo un minuto más. Pero es Jaemin quien se lo impide cuando posa su mano pequeña y delicada sobre la suya que aun sostiene su copa vacía.

Solo tiene que girarse un centímetro para que sus ojos estén de nuevo de frente. Los labios del menor le están pidiendo a gritos que los bese y Donghyuck nunca ha sido bueno controlando sus impulsos.

El toque de Jaemin detrás de su cuello es suave. Se acercan lentamente, como si no hubieran esperado todo ese tiempo para estar juntos de nuevo.

Jaemin puede estar más alto pero las manos de Donghyuck siguen encajando perfectamente en su pequeña cintura.

El beso es calmo, sus belfos saben a bálsamo labial y hace mucho rato que sus ojos volvieron a cerrarse, porque para ellos es más importante sentirse.

Su falta de aliento les impide continuar, pero Donghyuck no puede soltarlo. No quiere dejarlo ir.

Piensa en Mark que debe estar buscándolo pero decide que no le importa porque frente a él está su bonito Jaemin con los labios hinchados y rojos a causa de él.

Esa es su imagen favorita del menor.

— Jaems— Suspira sobre sus labios.

Hay tantas cosas que quieren decirse.

— Te amo— Lo besa. — Te amo, te amo, te amo— Deja un beso por cada vez que repite "te amo" sobre los lábios estáticos del mayor. Está por llorar. Sus manos se sujetan con más fuerza de su nuca porque sus piernas comienzan a fallar. — Por siempre. Para siempre.

Sus corazones laten rápido. Rapidísimo.

— ¿Qué hay de Jaeno?— No quería mencionarlo, pero para este momento siente que es necesario. No quiere volver a perderlo.

No le importa el hecho de que Jaemin lo haya dejado antes. Ni las razones. No le importa nada. Porque él también lo ama.

No puede apartar las manos de su cuerpo. Su piel es tan suave bajo su tacto. Jaemin suspira y él necesita volver a besarlo.

Así que lo hace. Una vez más sus lenguas danzan despacio dentro de sus bocas.

— Jaems...

— Te necesito, Duckie. No me importa Jaeno. No quiero que te importe Mark. Te necesito.

— Eres lo único que me importa, Min.

fall | hyuckminWhere stories live. Discover now