Y ahora que?

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Narrador: Después de unos minutos que duró el teletransporte, Manuela y Juana estaban en una calle de una ciudad inimaginable, se podía observar como la ciencia era la que había dominado desde hace mucho tiempo ese mundo, los edificios tenían formas que desafiaban las leyes físicas, por ningún lado se veían carros o algún medio de transporte que no fueran esas cabinas, por las calles no solo se veían personas y animales, habían todo tipo de criaturas algunas humanoides otras que parecieran que hubieran salido de una película de terror aunque todos estaban en paz, toda esa información que le llegó a Memo de un momento a otro apenas abrió la cabina fue caótica, no podía creer lo que sus ojos veían.

Juana: ¿Manuela te encuentras bien?

Manuela: Creo que ese golpe en la cabeza fue peor de lo que pensábamos, no recuerdo nada de esto (tendré que seguirle la corriente con lo del golpe y descubrir porque no recuerda nada).

Juana: Tranquila, ya estamos a unas cuantas cuadras del convento así que no tendremos tantos problemas.

Manuela: Cuéntame ¿Qué hacemos todo el día? ¿Rezar?

Juana: No todo el día, a veces también ayudamos a algunas personas que conseguimos en la calle, aunque tienden a repudiarnos porque somos religiosas. No sé si te acuerdas pero aquí está casi que prohibido, cualquier acto de religión fuera de un convento y al ser visto por los guardianes podríamos ir a prisión, así que aunque no recuerdes nada espero que tus dotes de ayudar no salgan a flor de piel,  ya casi llegamos.

Narrador: El convento era como uno de nuestro mundo, un edificio grande que tenía una iglesia en el auditorio, parece que estuviera a punto de caerse, tenía grandes torres en forma de puntas y un ambiente bastante sombrío, solo había una entrada que era custodiada por religiosos que vivían en él.

Juana: Por fin llegamos, ya podemos ser libres, a veces es muy agotador no poder ser tu misma cuando vas por la calle.

Manuela: Pero, sigo sin entender ¿Qué es ilegal? y ¿Qué no podemos hacer?

Juana: Básicamente no podemos nombrar a los dioses fuera de aquí, mostrar algún tipo de rosario, cruz o algo por el estilo... Ah! y no podemos predicar la palabra, porque si algún guardián ve que se hace algo de eso puede meterte preso o peor aún, podría hasta condenarte a ser una rata de laboratorio.

Manuela: Espera… ¿Qué?!! Los obligan a hacerse experimentos?!

Juana: Siéntate y te cuento la historia desde el principio... Cuando un niño nace sus primeros cinco años vive en un colegio-laboratorio, en donde le hacen varias pruebas y le enseñan todo, cuando cumple los cinco años le hacen una prueba final en donde calculan exactamente el IQ de él  y dependiendo de este dato tiene unas oportunidades. Si su puntaje es muy alto puede llegar en un futuro a ocupar hasta cargos políticos, si su puntaje es alto puede optar por ser un científico, los que tienen un resultado promedio pueden vivir una vida normal y corriente, pero los que sacan su puntaje por debajo de la media son llevados a laboratorios a ser conejillos de indias con cada nuevo invento que se hace. Suponemos y esperamos que no duren mucho para que no sufran, porque nunca se ha vuelto a ver uno de ellos desde que se lo llevan.

Manuela: ¡WOW!  Eso es mucho por procesar y en serio ¿Nadie se ha escapado de ese martirio? Pobre gente, y entonces ¿Nosotras estamos en el promedio pero al ser religiosas no tenemos libertad?

Juana: Exacto, aunque si ya no quieres serlo es tán fácil como salir por la puerta y no volver a rezar ni nombrar a ninguno de los dioses .

¿?: Chicas nos esperan en la capilla, ya casi empieza la misa.

Juana: Gracias Karla, ya vamos saliendo.
Vamos Manuela, es hora

Narrador: Después de una larga charla motivacional y espiritual Juana y Manuela por fin salían de la capilla y eran escoltadas con la mirada de los guardianes, a simple vista humanos que solo están mirando y actúan en momentos que crean necesarios pero la verdad no es tan obvia, mientras sucedía la misa Juana le explicó a Manuela que realmente ellos son robots humanoides que realmente uno no pensaría que son robots pero gracias a un altercado que hubo hace más de 2 años lo descubrieron, desde entonces todos los observan y descubrieron que por algún motivo entre las 2 am a las 5 am dejaban de funcionar o se ponían en modo hibernación y por esas horas es donde todos más despiertos estaban; después de caminar a los dormitorios y entrar Manuela retomo el tema.

Manuela: ¿Por qué a esas horas están todos más despiertos?

Juana: Lo que sucede es que justo debajo de la capilla hay una cripta en donde planeamos el derrocamiento de la ciencia.

Manuela: Entiendo pero, ¿Cómo vamos a lograrlo? Ellos teniendo robots y muchas cosas más que pueden detenernos y nosotros solo tenemos la oración para luchar y pedirle a nuestro Dios que nos ayude.

Juana: Jajajaja! Comprendo tu escepticismo y eso que tu mayor lineamiento es la fe, pues que sea por tu golpe en la cabeza y pérdida de memoria pero, nosotros tenemos algo que ellos no tienen y no saben que tenemos.

Manuela: Y… ¿Eso es tan poderoso como para poder vencerlos?

Juana: Creemos así es.

Manuela: Bueno, y ¿Se puede saber qué es?

Juana: Hace ya más o menos un año conseguimos un libro, un tipo de manuscrito que llegó a manos de uno de nuestros hermanos y lo mostró en una de las juntas,  aunque duramos casi tres meses para entender que era o que podíamos hacer con él, descubrimos que es un tipo de grimorio que contiene rituales y hechizos para la invocación de dioses de diferentes religiones y por lo último que entendemos, de diferentes mundos.

Manuel: Espera ¿Invocar dioses? Eso es absurdo... Lo que sí es cierto es que entramos a una cueva, nos tocó dividirnos y hacer unas pruebas (a lo Indiana Jones algunas) y viajamos a mundos diferentes pero, lo de invocar dioses me parece un poco absurdo, ¿Alguna vez lo han realizado?... O sea ¿Ha funcionando la invocación?

Juana: Si lo que me acabas de decir es todo lo que hicimos, ¿Cómo es que te sorprende tanto que existan dioses?

Manuela: La verdad es que si, es claro que me he cuestionado mucho si existen o no, y respeto lo que cada persona crea y apoye pero no lo sé tío... Digo tía es algo muy raro y ¿Cómo son?

Juana: Aún no hemos visto ninguno, porque es difícil conseguir esos materiales y poderlos entrar aquí sin que los guardianes los vean aunque, hoy terminamos de traer para hacer una de esas, así que te recomiendo que te acuestes temprano para despertarte antes de 2:00 a.m y vayamos para ver si funciona.

Narrador: Justo cuando Juana terminó de hablar, Manuela sintió que para la parte de su bolsillo algo se estaba calentando, hasta el punto en que le dolía mucho.

Manuela: Hostia puta! ¿Por qué duele tanto? ¿Qué es?... Oh, es la libreta pero, ¿Por qué calienta tanto? No lo entiendo.

Narrador: Por fin Manuela la abrió y leyó todo lo que los chicos le escribieron y comprendió algo que aunque se lo había preguntado justo en ese momento la pregunta hacía que no pudiera pensar en más cosas, la cual era ¿Cómo iban a salir ellos de ese mundo? y ¿El Geo y Jonah del de ellos? ¿Se volverían a ver? Estas preguntas casi no lo dejan dormir, aunque antes de caer rendida les escribió al los otros chicos cómo estuvo su día y prometió escribir después de la invocación, si es que funcionaba.

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