Te debo mis alegrías, mis sonrisas, mis sollozos, mis lágrimas.
Te debo mis suspiros, mi tiempo, mi cuerpo, mi mente.
Te debo tanto con tan poco.
¡Gracias!
Por hacerme fuerte ante la adversidad
Por ayudarme a crecer como persona, apoyarme, darme más fuerzas cuando estaba apunto de tirar la toalla.
Por creer en mí cuando no lo hizo nadie.
Por crearme está adición, esa adrenalina, esa competitividad y compañerismo que da el juego.
Por hacerme tomar decisiones arriesgadas, equivocarme y asumir errores de mis fallos.
Por entusiasmarme, por llenar este hueco que pocos consiguieron.
Por tener ganas y emoción de superarme, de ser cada día un poco mejor en todo lo que hago.
Por mantenerte fiel a mi, unido de por vida.
Por crear amistades y vínculos tan fuertes que no se quiebren
Realmente no hay un amor verdadero más cierto que el que siento por ti.
Todo te lo debo a ti: Baloncesto.
