Idfc [Oikawa Ships]

Sometimes I want 2 die [UshiOi/IwaOi]

N/A: Recomiendo leer este capítulo con la canción que les puse arriba. Ademas, esta parte es una continuación de Starring Role, la parte anterior de la historia. Pero no es necesario haberla leído. Gracias por su atención.

A veces quiero morir.

Eso es lo que pienso mientras miro el espejo del baño.

Mi rostro completamente neutro, sin demostrar emoción alguna.

Casi parece una especie de ilusión el estar allí. Y es por esto que toque suavemente mi mejilla, deslizando mis dedos a través de esta... Pero nada.

Lo intento de nuevo, ahora trazando un camino con mis uñas por el mismo lugar.

Compruebo que no es una ilusión o un sueño.

Entonces suspiro y empiezo a retirar las prendas de mi cuerpo, sin sentir realmente la fricción de la suave tela contra mi piel.

Dejo las prendas bajo mis pies sin importar que se ensucien, después de todo, luego las tendría que lavar. Hago una mueca al pensarlo.

Dejo de lado mi aburrido reflejo y me meto en la tina, luego de haber colocado un poco de música en mi celular.

Veo al frente, encontrándome con el agua cayendo del grifo y llenando lentamente la tina, aunque el líquido fluyera rápida y fuertemente. Tiro mi espalda hacia atrás, cerrando mis ojos y soltando un suspiro ante la fría superficie de la bañera, pero en unos segundos me acostumbre a la misma.

Poco a poco, mientras espero que la tina se llene, me sumerjo en la canción, pero sin escucharla realmente, solo su lento sonido que estaba lejos de ser cálido y reconfortante, no encuentro palabras para describirla en realidad, y es tal vez por eso que me gusta tanto.

Mientras, mis ojos se encuentran fijos sobre el chorro de agua que cae del grifo, pero sin mirarlo realmente.

Y antes de darme cuenta, la tina esta completamente llena. Suspiro y cierro el grifo con algo de pereza.

Flexiono mis rodillas y empiezo a sumergirme en el agua lentamente, hasta dejar únicamente mi rostro y mis rodillas emergidas.

Una extraña sensación me embarga, pero no me desagrada en absoluto.

La música sonaba lejana, como si no proviniera de mi celular que estaba al lado, tampoco de otra habitación, solo... De un lugar.

Como si estuviera en algún sueño, tal vez, pero no se adecua completamente a la sensación que tenía.

Nuevamente toco mi piel bajo el agua, esperando sentir algo, pero nada.

Repito el proceso, ahora clavando mis uñas.

Miro hacia arriba y me pierdo un rato en las viejas maderas del techo del baño, pensando acerca de todo y nada.

En algún momento saqué mis pies del agua y empecé a sentir pequeñas gotas chocar contra mis pies. En un primer momento no supe identificar si el agua que caía estaba fría, pensando que la sentiría así por mi alta temperatura provocada por el agua, pero mi lógica me advirtió de que pasó mucho desde que calenté el agua.

Suspiré, y sin quitar mis pies de allí abajo, nuevamente quería morir.

Los recuerdos embargaron mi mente, acerca de cuando fui alguien alegre, con pensamientos alegres y sonrisas y lágrimas reales.

Cuando fui un buen amigo.

Cuando fui un buen amante.

Cuando fui un buen hijo.

Cuando podía sentir.

Ahora, lo único que siento es el frio del agua contra los dedos de mis pies, las uñas clavándose en mi piel y un enorme vacío.

Aquel vacío que surgió hace unos meses, cuando aquella cruda verdad se me fue revelada.

Empecé a jugar un poco, sacando mis oídos de debajo del agua y volviéndolos a sumergir, escuchando de distintas formas la música que se reproducía en mi celular.

Cuando la escuchaba claramente, sentía que no era yo quien estaba ahí, sino que otra persona.

Cuando estaba sumergido... Me sentía muerto. No hay mejor forma de describirlo.

Y tal vez por eso me gustaba aquella sensación.

Sonreí ligeramente, tal vez mi única sonrisa real desde hace más de 6 meses.

Pero mi sonrisa desapareció tan rápido como apareció.

Parpadee suavemente antes de tomar aire y sumergirme bajo el agua, soltando aire por mis fosas nasales, mientras mantenía mis ojos cerrados.

Pensé entonces que podría seguir hasta quedarme sin aire, finalmente morir.

Pero no me atreví, porque una parte de mí le teme a la muerte, aunque mi otra parte la anhele.

Mi rostro emergió nuevamente. Respiré algo agitado hasta irme calmando poco a poco.

Me senté, pero manteniendo mis pies bajo aquellas gotas que caían del grifo por no estar bien cerrado.

Repentinamente, de aquel modo, la realidad me golpeó como un puñetazo y recordé que debía de bañarme.

Pero fui interrumpido por un toque en la puerta.

-Pasa. -dije en un tono cantarín mientras fingía una sonrisa al ver a aquella figura alta y musculosa, mis ojos engañándome unos momentos, viendo una de misma musculatura, pero definitivamente mas baja. - ¿Qué sucede Ushi-chan? ¿Quieres bañarte conmigo? -pregunte sugestivo mientras mi mirada se posaba sobre los ojos ajenos.

Dentro, me sentía vacío, solo era una de tantas actuaciones.

-Si quieres... -respondió como el ser inocente atrapado en cuerpo de adulto que en realidad es. -Venía a decirte que te apures, Oikawa. Tus padres llegaron. -hice una mueca.

-Bien, ya salgo, diles que aguarden. -Ushijima asintió, yo le sonreí y le tiré un beso antes de que saliera y cerrara la puerta.

Mi sonrisa se esfumo, volviendo a aquel rostro vacío.

Nunca sentí nada por Ushijima, solo... Lo vi como la mejor vía para olvidar a aquella persona.

Exhalé, y sin haberme bañado, me paré y quité el tapón de la tina, antes de salir de la misma, siendo la música interrumpida por el sonido del agua escapando por las tuberías.

Miré nuevamente el espejo de reojo, mientras me echaba la toalla en la cabeza para secar mis cabellos.

Observé mi rostro, levemente marcado por mi anterior rasguño. El resto de mi piel se mantenía suave, pálida y tersa. Mis labios entreabiertos. Mis pestañas largas. Las pequeñas gotas de agua cayendo por mis flequillos y mojando mi frente.

Mis ojos eran lo único que desconcordaba allí, de un color castaño oscuro, pero completamente vacíos.

A veces quiero morir.

A veces creo que debería estarlo.