Capítulo 3 : Parte 1/2.

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—Aún no me queda claro el hecho de que Johnny cambiara su actitud hacia ti tan de repente. —Juzgó Jaehyun a Ten, estaba seguro de que había una explicación coherente a todo este asunto.

—No sé, eso le pasa por querer arruinar mi promedio, mejor cambiemos de tema. —Finalizó el más bajo fríamente.

—Mmm... Creo que deberías ver que ocurrió con Johnny, tal vez así no tendrías que cargar con la culpa sí decide hacer una locura.

Aunque Ten no quisiera admitirlo, Jaehyun siempre tenía razón, aún si él era un chico de pocas palabras, todo lo que salía de su boca era coherente y con buenos fundamentos.

—Supongo. —Le respondió Ten mientras partía su emparedado en pequeños pedacitos.

—¿Qué haces?, sí ibas a destrozar ese rico sandwich de esa manera me lo hubieras dado a mí. —Le dijo Jungwoo molesto.

El chico de cabello negro se dispuso a repartir los cartones de leche que compró en la cafetería a los dos chicos, al mismo tiempo que tomaba asiento al otro lado de la mesa.

Desde que el receso había finalizado, el ánimo de Ten se vio afectado por la incertidumbre de lo que había pasado con Johnny, esperaba que este pronto volviera a su estado normal, y sí era posible que siguiese tratando de estropearle sus notas.

Ten consideraba a Johnny la razón por la que él estudiaba con anticipación a los exámenes y cuidaba tanto sus útiles y cuadernos, en resumen, Johnny era el impulso que hacía a Ten mejorar cómo estudiante día a día.

—Cuidado, ahí viene Lucas. —Dijo Jaehyun, colocándose lo que parecían ser dos bolas de algodón en cada uno de sus oídos.

—Menos mal que vine preparado para esto. —Ten no se quedó atrás y sacó de su bolsillo dos tampones, se encargó posteriormente de repartir uno para cada oído.

Los chicos ya estaban preparados para el peligro inminente que representaban los trágicos poemas de Lucas, Ten y Jaehyun pensaban que sí llegaban a escuchar otra frase de el rubio su coeficiente intelectual bajaría abruptamente.

—Jungwoo, mi corazón. —Dijo Lucas, acercándose hacia donde los tres chicos estaban sentados almorzando.

Ten y Jaehyun esperaban que Lucas sólo sacara alguna de sus incongruencias y se fuera de largo. Todo se derrumbó ante ellos cuando se dieron cuenta que él tenía otras intenciones.

Lucas, sin ningún permiso se dirigió a la mesa de los tres chicos, y como sí fuera amigo íntimo de ellos se sentó junto a Jungwoo. Ningún tampón los iba a salvar de lo que estaban a punto de escuchar.

—Jungwoo, ¿Qué tal te va con el fanfic?.

Una pequeña sonrisa salió del rostro de Lucas, y no mucho después, Jungwoo se incorporó a él, ahora, ambos estaban ríendo como focas mientras juntaban sus manos como los villanos de las caricaturas.

—Pues muy bien, ya se acerca la parte del...

De repente Jungwoo dejó de hablar, pero en vez de proseguir con su discurso, hizo un movimiento con su boca que las inocentes mentes de Jaehyun y Ten interpretaron como una persona utilizando un cepillo de dientes.

—Por cierto, ¿Tienes lista la frase de hoy?. —Preguntó Jungwoo, ahora con un tono completamente serio.

—Claro, pero espero que estés preparado. —Lucas aguantó su respiración por un momento—. Ojalá fueras perro para tenerte en 4 todo el día.

Lucas esperó ansioso por el veredicto de su compañero de escritura, supo inmediatamente que su idea era brillante cuando Jungwoo empezó a sacar espuma por la boca.

«Azotea» ;; [ᴊᴏʜɴᴛᴇɴ]Where stories live. Discover now