Capítulo X: Cursivas e Imprentas

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____ se despidió de Gabriel y entró a su cuarto; mientras tanto, el chico se encamino a la salida topándose con Will. Gabriel lo miro despectivamente y siguió su camino; el ojiazul ,hecho una furia, reprimió las ganas de darle una golpiza para asi no empeorar las cosas con su amada. Si a ella le gustaba, el debía respetarlo, pues fue el quien jodio todo desde un principio.
Al muchacho no le quedó otra que volver a su cuarto, no sin antes echar una mirada de tristeza a la puerta de su vecina. Entró, se desvistió, se colocó la ropa de dormir y así se fue a la cama, sin poder conciliar el sueño, pensando como todo lo que tenia se había ido.
____ no estaba tampoco en una situación favorecida. Últimamente sufría de insomnio y no podia ir a refugiarse en los brazos de Will como solía hacer. Estaba acostada en su cama, mirando al techo. "¿Estará bien hacer todo esto?, ¿Gabriel saldrá herido?" pensaba la chica. El engaño le carcomía su mente hasta el punto de sentirse la peor persona del mundo, pues, ¿acaso no era justamente eso?.
Su incomodidad la hartó y decidió ir a la biblioteca a por un libro. Se levantó de su cama y se puso su salto de cama.
Nunca en su vida se iba perdonar haber pasado por la situacion que le siguio. Al abrir la puerta se encontró con Will; sus ojos estaban algo rojos y tenia unas ojeras que llegaban hasta el suelo. Se miraron. Sin decir nada. En otro momento se ubieran lanzado hacia los brazos del otro para reconfortarse pero ahora, ahora no sabian que hacer.
Continuaron asi un tiempo, solo mirandoce. Disfrutando de la pena del otro, pues ambos estaban enojados, pero a la vez, sufrian, ,no querian que el otro estubiera mal por sus acciones.
Will pensaba si romper el frio silencio, ___ tambien.

-¿estas bien?- pregunto el muchacho.

-si- respondio ella.

Nuevamente, reino el silencio.

-emmm.....¿ibas a la biblioteca,verdad?- pregunto Will.

-¿como lo supiste?-

-te conosco demasiado-

-si,demasiado bien-

Otra vez. Silencio.

-¿quieres....no se..... acompañarme?- preguntó _____.

-si, si esta bien-

Asi ambos se dirigieron a la biblioteca. Buscaron sus libros e intentaron sentarse; el problema era que solian sentarse en sillones uno junto al otro, pero ahora ya no sabian que hacer, la situacion era algo tensa. Will, como todo caballero, la dejo quedarse en su sofa, mientras que el se sento en frente.
Entonces, siendo las dos de la mañana, ambos eran los unicos despiertos en todo el instituto, se encontraban leyendo. _____ leia a unos de sus escritores favoritos, Shakespeare; en su momento, lo leia debido a su amado, pues tanto su nombre, como su intelecto e interes eran identicos. Will leia un libro de poemas variado.
Pasaban los segundos, los minutos y hasta las horas. La chica estaba muy metida en su libro y el chico,cada tanto, levantaba la vista y la apreciaba: miraba su cara, sus hermosas mejillas rosadas,sus labios expresaban lo que leian formando bellas expresiones, sus ojos marrones que miraban el libro completamente ensimismados en las hermosas palabras, reflejaban sus sentimientos hacia el texto. A Will le encantaba. Cada parte de ella eran perfectas. Lo odiaba, pero a su vez le encantaba; odiaba que solo su presencia pudiera hacer que sus cinco sentidos dejasen de coordinar.

***
-señorita _____, es hora de levantarse- la desperto Sophie.

Abrió los ojos. ¿Acaso estaba en su cuarto? ¿como habia llegado hasta ahi?.

-Sophie, ¿sabes como termine aquí?-

-no señorita ____, ¿acaso no durmió aqui?-

-creí haber ido a la biblioteca-

-debió ser un sueño- dijo Sophie mientras ordenaba la ropa.

-si... debio serlo-

____ pronto se cambió y bajo a desayunar, pensando en como había regresado a su cuarto. Se sentó en su mesa y tomó su café con tostadas. A medida que pasaba el tiempo, todos se fueron llegando; como era usual, Will fue el último. Este le dedico una tierna sonrisa, y solo eso bastó para que ____ entendiese todo. El la había cargado; y no solo eso, había usurpado en su habitación, que era un desastre, y la había dejado en su cama. _____ ardió de furia y no solo porque ellos habían terminado,( si hubiesen seguido juntos, hubiese pasado lo mismo), si no porque detestaba la idea de que alguien, fuera de su consentimiento y conocimiento, la hubiese tocado.
Decidió que era preferible no comenzar una pelea ahora, pues nadie debía saber que se habían excedido en el toque de queda que Charlotte había impuesto tras el ultimo ataque. Ahora concentró su mente en otra cosa, su padre. ¿Qué quería decir ese automata con que gracias a él existían? ¿Qué le estuvo ocultando su padre?, ¿es que acaso vivió siempre en una mentira, o el qué mintió había sido el objeto?. Necesitaba respuestas, y rápido. Tenia que saber que su padre no actuaba encontra de la clave, que no había arruinado el nombre Blackstorm.
Tras desayunar, corrió a la biblioteca y busco los libros que había escrito su padre. Sabia que allí estaban, por las repisas del lado izquierdo, pero nunca se había atrevido a leerlos. Demasiados recuerdos le venían a la cabeza, como cuando sin querer derramó la tinta sobre una hoja mientras jugaba, o cuando su hermano mayor rompió un hoja con su balón.
Observó el lomo azul del primer libro, la letra tan distintiva de su padre se hacia visible, escrita en una hermosa cursiva con una tinta dorada que solo era capaz de ser visualizada por los cazadores. Duvitandolo un poco, lo tomó y lo llevo a una de las mesas. Comenzó a leerlo, maravillándose de las palabras de su padre, de sus descubrimientos y de su caligrafía. Claramente había heredado dos de esas características: su intensa curiosidad y sus hábiles palabras; aunque su letra, bueno, eso era algo que no le gustaba de si misma.
Así pasó toda la tarde, leyendo los diferentes libros y aprendiendo más de lo que lo había hecho en toda su vida. Al finalizar el libro cuatro, decidio ir a buscar el cinco, pero este no estaba, venian el 1,2,3,4,6,7,8, pero el cinco no estaba. ____ rapidamente tomó un papel y comenzó a escribir.

Querido Gabriel,
Como te encuentras? Espero que maravillosamente bien.
Lamento tener que escribir para solicitar tu ayuda y no para solamente saludar; pero te necesito. Debo ir a mi antiguo hogar, a las afueras de Londres. Si no fuera de sumo riesgo, se lo pediria a Thomas, pero, como acabo de mensionar, si lo hago su vida correria peligro y no puedo permitir eso.
Rogandote, te imploro que de conocer una manera de poder atravezar las salvaguardas impuestas en mi casa me lo hagas saber. Es algo de real importancia.

Con sumo cariño

Iba a escribir su nombre cuando una mano tomó la carta y se la quito. Enojada, la castaña se dio vuelta encontrandoce con Jem y Will leyendola.

-denme eso- dijo ella.

-¿querido Gabriel?- dijo consternado Will.

-son temas mios William-

-ouch, eso dolio- dijo Jem al oir el tono con el que la menor habia dicho el nombre del chico.

-¿por qué pedirle ayuda a un Lightwood cuando podemos hacer lo mismo que pides nosotros?- le reclamo el mayor.

-tienen más contactos para quitarlas-

-¿y que hay de Magnus? ¿el podria hacerlo?-

-quizas, no lo habia pensado- reconoció ella.

-¿por qué quieres volver a tu casa, ___? Creí que odiabas ese lugar- preguntó ahora Jem.

-no lo hago, no puedes odiar el lugar donde naciste. Solo.... detesto ir- respondió la chica seleccionando las palabras adecuadas.

-¿por qué entonces habrías de volver?- ahora, Will.

____ resopló y fue a buscar los libros; luego los colocó sobre el escritorio.

-estos son los libros que escribió mi padre. He estado buscando información sobre lo que dijo el autómata. Resulta que aquí estan todos los ejemplares exceptuando el tomo cinco. Quiero saber que dice- explicó.

Los chicos se miraron unos segundos pero ambos entendieron que debían prohibirle regresar. Al menos eso fue lo que creyó Jem, pues Will pareció entender una cosa completamente diferente.

-nosotros te llevaremos- dijo el ojiazul

-no creemos que debas hacerlo- dijo el peliplateado al mismo tiempo que Will decia lo otro.

Ambos se miraron enojados uno con el otro.

-a pesar de que deteste aceptarlo. La idea de Will me gusta mas- reconoció la chica.

Will con una enorme sonrisa asintio mientras que Jem solo rodó los ojos.
Luego, se pusieron a planear que hacer: cuando Charlotte y Henry fuesen con el inquisidor, irian a Ritbenfru, entrarian a la casa y sacarian el libro.

-prepárense equipo, iremos a Ritbenfru- afirmó Will y todos estallaron de la risa.

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Te hecho de menos (Will Herondale y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora