"Ve, búscalo, dile lo que realmente sientes, antes que sea demasiado tarde"

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Sinceramente entrar a Hogwarts fue mas sencillo de lo que Ani creyó.

Aún podía aparecerse dentro y fuera de el así que solo bastaba con pensar en su querida escuela y listo se encontraba ahí.

Y eso fue justo lo que hizo, mientras los demás miembros de la orden entraban por el pasadizo ella solo tuvo que aparecerse.

Los miembros de la orden ya le habían advertido que no debía hacer nada imprudente.

Ella les había respondido con un simple "Esta bien" muy molesto.


Así que cuando tuvo la oportunidad se desapareció de su vista antes de poder llegar con Hermione y Ron. Cambió su apariencia y se puso la capa de Gryffindor para pasar desapercibida. Y se unió con unos alumnos que estaban pasando.

Cuando los miembros de la orden llegaron con Hermione, Ron y Neville, ella ya no estaba ahí.

"Debí haberla sujetado de la mano" piensa George.

Pero ya no había tiempo, después de enfrentar a Snape, buscarían a Ani. Pero lo que ellos no sabían es que Ani ya se encontraba dentro del comedor.

Narra Ani.

Snape pasó al frente, se veía un poco demacrado. Al parecer ser director no era un trabajo sencillo como creía.

-Muchos de ustedes deben estarse preguntando porque los hice venir a esta hora. Me notificaron que este día se vio a Harry Potter en Hogsmeade.- Todos comenzaron a murmurar a mi alrededor.- Ahora si cualquier, estudiante, maestro pretendiera ayudar a el señor Potter, será castigado de manera consistente con la severidad de su infracción y aquellos que estén al tanto de estos eventos y no los confiese será castigado de igual manera.- los rostros de los alumnos a mi alrededor eran de tristeza.

Pobres chicos, sus rostros no tenían ni una gota de esperanza.


-Bueno si alguien sabe de los movimientos del señor Potter los invito a que den un pasó al frente, ahora.- el silencio reinó en el gran comedor, hasta que unos pasos se escucharon.

Todos se exaltaron al ver al dueño de las pisadas.

Harry Potter, uno de mis mejores amigos.

-Parece que a pesar de sus exhaustivas estrategias de defensa, aun tiene un problema de seguridad director.- se mofó Harry.

La orden del Fenix entro por la puerta. 

-Y parece que cada vez se hace más grande ¿No lo cree?.- Hablé saliendo de entre los alumnos.

Mi rostro volvía a su forma original.

-¡Ani!.- me saludo Harry.

-Yo también te extrañe Potter pero este no es el momento.- señale al enfurecido director.- ¡Que agallas tiene para tomar su lugar! ¡Dígales que pasó esa noche!.- le grité.

-¡Si! dígales como miro a los ojos al hombre que confió en usted y luego simplemente ¡Lo asesinó!.- continuo Harry

-¡Dígales!.- concluí, pero Snape sacó su varita y nos apunto a Harry y a mí. Pero la profesora McGonagall se apresuró y sacó su varita igual y nos defendió de Snape.

McGonagall fue la primera en atacar. Snape se defendió pero McGonagall termino ganando el épico duelo.

-¡COBARDE!.- Grito McGonagall.

Ella volvió a traer la luz al comedor mientras todos los alumnos celebraban.

Pero esa esperanza, esa alegría desapareció cuando, la voz de Voldemort se escucho en mi cabeza y al parecer en la de todo el alumnado.

La Hija de las Criaturas Where stories live. Discover now