Recuerdo y respuesta

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El primero en despertarse fue Ren. Miro a Muirfinn, quien dormía tiernamente a su lado. Ren se puso de pie sin ningún efecto por la noche anterior. Su cuerpo estaba acostumbrado a las sensaciones fuertes. Se vistió con lo primero que encontró. Mientras dormía había tenido un sueño en donde se encontraba en el bosque.

La pregunta que lo fastidiaba no podía alejarse de su mente. Algo le decía que se quedara con Muirfinn y comenzara una nueva vida y otra (la más dominante) le pedía a gritos que recuperara su reino.

Ren volvió la vista hacia el libro y creyendo que podía encontrar la verdad en este comenzó a hojearlo. Se impresiono mucho al encontrar los puntos débiles de Highlands y sus guerreros. Planes estratégicos que para él fueron descubiertos al leer cada linea del libro. Sabia que si pudiera regresar, utilizaría aquella información en su contra y podría derrotarlos. Cerro el libro después de considerar que había leído lo suficiente.

Pensando en su sueño se le ocurrió algo que podría funcionar. Sin dudarlo, salio de la cabaña y se adentro en el bosque. Por fin llego al lugar en el que despertó. Miro las hojas y el hueco que se había quedado. Ren se sentó junto a ese lugar. Cerro los ojos y empezó a meditar, dejando fluir solo las imágenes que le podían hacer recordar: el libro con la información. El cofre de su padre con el rey Athol, la túnica del rey Beathan, sus espadas, incluso el retrato en la sala del rey Jerry, y lo que cada uno de los reyes le dijo. Trataba de concentrarse en estas imágenes en conjunto pero había una en especial que trababa de apoderarse sobre las demás: la túnica. Evito no solamente pensar en la túnica y concentrarse en todo, pero le fue imposible y mejor decidió que la túnica fluyera por arriba de las otras. Paso un rato. Sintió los rayos del sol sobre sus parpados y entonces esa luz fue la que abrió la puerta de sus recuerdos:

Ren corría agitadamente hacia una de las puertas del reino. Sosteniendo las espadas a los costados. Abrió la puerta y entro. Dejo las espadas sobre una mesa.

—¡Angus! ¡Angus! ¡por favor ayúdame!—Ren había tomado por los hombros de manera desesperada al anciano que traía puesta la túnica— El reino esta rodeado, no se de donde salieron tantos. Yo ya no puedo con esto— Ren agacho la mirada. Se apreciaba cansado por haber peleado tanto, con rasguñones y uno que otro moretón que tenia en todo el cuerpo. Su traje rasgado. Sudaba y su respiración no dejaba de agitarse. Sostenía al anciano con fuerza—Angus, tu eres un brujo y puedes ayudarme a que esta guerra acabe, te necesito, eres mi única esperanza.

El brujo Angus lo miraba. Ren en verdad estaba aterrado.

—Te dije que esto tenia que pasar algún día.

—Lo se. Así como me enseñaste a meditar, enséñame algo más, aun que sea. Algo que me ayude a salvar a mi reino.

—¿Cuánto estas dispuesto a perder con tal de salvar a tu reino?, responde bien.

Ren se repuso, lo miro con inmensa tristeza pero no vacilo al decir:

—Todo.

—¿Estas seguro?

—Sí.

—Esta bien...Solo hay una forma de salvar tu reino, pero debes de someterte a la espera.

—¿A qué te refieres?

Entonces el brujo Angus saco diminuto frasco de la manga de su túnica , que contenía un líquido espeso y de un color muy vivo.

—Te daré este frasco y te adentraras en el bosque. En el momento que creas preciso te tomarás la mitad. Caerás inconsciente bajo la tierra y tendrás que esperar doscientos años, cuando la guerra haya acabado. Esta es la única manera en que puedes salvar a tu reino... Procura beber solo la mitad para que puedas volver.

—Esto, ¿de qué me servirá?

—No te lo diré yo, descubrelo por tu cuenta, ahora vete antes de que te atrapen.


Ren volvió a la realidad de un solo impacto. El golpe del recuerdo había sido tan fuerte que lo hizo sudar. Respiro varias veces antes de procesar todo el recuerdo.

Finalmente había encontrado por sí mismo la respuesta a su desaparición. Ahora solo tenía que regresar para poder salvar a su reino...Y ya sabia como hacerlo.

Ren aprovechó que estaba ahí para buscar el frasquito. No lo encontró. Pensó. "¿En dónde?" Se acordó de donde podría estar y regreso a la cabaña.

Muirfinn continuaba durmiendo cuando Ren entro. Busco las ropas que le había lavado Muirfinn.

—Espero que no lo haya tirado— se dijo en silencio. Busco en el traje limpio pero no encontró nada. Luego comenzó a mirar en todas direcciones de la pequeña cabaña. ¡Por fin! lo halló sobre la mesa.

Ren lo agarró y en vez de tomar la otra mitad en el momento, decidió mejor volver al bosque y ahí beberlo. Estaba apunto de cruzar la puerta cuando volvió la vista hacia Muirfinn, este seguía durmiendo como si nada. Ren se acercó a él. Acaricio su cabello. Tuvo ganas de darle un beso de despedida, pero si todo salía bien, al regresar podría volver a la cabaña a buscarlo y decirle que también estaba enamorado de él. 

Ren se aproximo a la puerta y salió.

Volvió al lugar, se sentó. Abrió el diminuto frasco. Solo espero un segundo antes de tomar la otra mitad.

. . .

LowlandsWhere stories live. Discover now