demon issues ⏤ sanmax

01 ⏤ hola, santiago.

— ¡Ema, era real lo que ví! ¡no era un sueño! –habló con preocupación Max.

— Espera ¿qué? –preguntó Ema confundida y segundos después se quitó los auriculares– ¿qué estabas diciendo? lo siento, estaba escuchando a seventeen y pues, ya sabés ¡oh! la voz de hoshi me encanta es tan-..

— Ema.. –puchereó el castaño– ¡ponme atención weona! –lloriqueó.

— Bien, bien, lo siento –sonrió su amiga divertida, dejándo de lado sus auriculares para así poner toda su atención a Max– ahora sí, ¿qué me decías?

— Había a-alguien sentado a pies de mi cama, e-el cual me veía y sus.. sus.. sus ojos ¡brillaban! –tartamudeó Max. De tan sólo recordar lo que había pasado en la madrugada, provocaba que nuevamente se sintiera nervioso y con miedo.

— ¿Estás seguro de que no fué una pesadilla? –preguntó Ema no muy convencida por las palabras de su amigo.

— ¡Qué no, Ema! ¡era real! –respondió el castaño frunciendo el ceño– antes de eso tuve un sueño muy raro, me desperté y eran las tres de la mañana, ¿puedes creerlo? 

— ¿Y qué pasó después? ¿qué hiciste? –volvió a preguntar su amiga arqueando una ceja.

— Yo eh..

Ahora que lo pensaba bien, Max tan sólo recuerda el haber despertado en la madrugada, ver el reloj y toparse con alguien en su cama con esos ojos, con esos malditos ojos, pero ya no recuerda nada de lo que pasó después.

— Ya no recuerdo –murmuró Max soltando pesadamente un suspiro.

— ¿Lo ves? fue un sueño –contestó Ema rodando los ojos– aparte, si realmente hubiera sido "real" –recalcó la palabra real mientras hacía unas comillas con sus dedos– como tú dices, te hubieras cagado y muerto ahí mismo ¿o me equivoco? –inquirió su amiga con una sonrisa ladina.

En lo primero Ema podría tener razón –aunque también en lo segundo–. ¿Entonces todo se trató de un sueño?  sí era así, había sido el sueño más realístico y aterrador que haya tenido en su corta vida.

— Pero..

— Fue un sueño, superalo.

— Bueno –Max asintió haciendo un mohín con sus mejillas y seguido de eso, le dió una mordida a su empanada.

— Hey, dame –lloriqueó Ema. Ella amaba las empanadas.

— No –respondió el castaño de una manera tan infantil que podría haber sonado más como un "Ño".

— Púdrete.

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Para Max, la parte favorita del día era el atardecer. En la mañana se la pasaba en el colegio –que prefería llamar como cárcel– y cuando llegaba la noche simplemente quería dormir. ¿Por qué le gustaba el atardecer?  simple, porque se la podía pasar más relajado sin hacer nada, viendo algún anime favorito, o como ahora, que estaba disfrutando de una película de comedia junto a su mejor amiga Ema. Realmente no le gustaba ese género –prefería las de acción– pero con el simple hecho de pasar un momento agradable junto a su weona favorita, haría lo que fuera.

— Súper me encantó la película, ¿y a ti? –preguntó su amiga mientras tallaba con sus pequeños puños, sus adormilados ojos.

— Pasaste durmiendo más de la mitad de la película, asquerosa culia –respondió el castaño rodando los ojos– y respondiendo a tu pregunta.. no.