¡Mira por la ventana! -YoonMin

06

YoonGi esperaba el bus para llegar a su destino junto a un nervioso Jimin en una parada de autobuses.

—¿Y si me descubren?

—Nada de eso va a pasar.—Habló YoonGi observando que el bus ya venía. —Ya es hora. —Hizo la parada. —Ponte la media en la cabeza.

—Pero...-

—¡Ponte la mugrosa media! ¿Quieres que te descubran?

—¡No, no, no! —Dicho esto, ambos subieron al autobús y pagaron su pasaje, la gente observaba entrañada a los chicos. —La gente me observa...

—Pff genio ¿Será porque tienes una maldita media en la cabeza? —Se sentó en el último asiento junto al menor.

Transcurrieron los minutos y ambos caminaron hasta casa de Jimin, se veía vacía.

—No hay nadie...—Habló YoonGi observando que estaba todo oscuro, ni siquiera estaban los carros del menor.—Mejor, entonces hay que entrar lo antes posible.

—¿Entrar? ¿Los dos? —Alzó una ceja el menor.

—Pues sí ¿no pensabas dejar a este pobre chico solo en la calle verdad? —Jimin negó con inseguridad y posteriormente fueron a su casa, entró por la ventana que daba a su habitación y acto seguido llamó a su madre.

—Madre... estoy en casa ¡Sí, sí, estoy bien! Es que... me habían secuestrado. ¡Bye! –Colgó repentinamente.

La madre de Jimin se alteró por completo ¿secuestro?

—¿Estás demente Jimin?

—Yo... ¡No lo sé! Solo quería inventar un buen pretexto. A parte puedo decirle que me escapé y...

—¡La policía vendrá a tu casa! Espero que seas bueno mintiendo Jimin porque créeme que esto que inventaste es serio. —Se sentó en la cama. —Solo dí que eran... mmm... ¡unos extranjeros! y así los buscarán fuera del país.

—Yo nunca le había mentido tanto a mi madre...

—Vete acostumbrando chiquitín. —YoonGi se acostó en la cama. —Ya viéndolo bien no es tan grave, solo es cuestión de que sepas mentir bien y...-

Los sonidos de la puerta siendo golpeada fuertemente hicieron que ambos reaccionaran con sorpresa.

—¡Escondete! —Jimin empujó a YoonGi hasta de bajo de su cama y salió corriendo hasta la entrada, la puerta estaba abierta. —¿Mamá? ¿Mamá? —Cuestionó confundido observando su alrededor.

Al salir vio un par de patrullas afuera y a su madre hablando, al verlo, esta gritó y corrió hacia él.

—¡Jimin! —Lo abrazó con fuerza. —Hijo, me tenías tan preocupada.

—Lo siento madre...

–¿Quién fue el maldito que se atrevió a tocarte? ¡Dime Jimin!

—Era... mmm... no sé, hablaban en un idioma raro, pero logré escapar de ahí. Parece que veían de...¡Rusia! ¡Sí, de ahí!

—¿De Rusia? —Lo observó sorprendida. —No lo puedo creer, hay gente tan mala en este mundo, pondré una denuncia, eso es más que seguro, nadie se mete con mi hijo...-

—¡No, ellos... se equivocaron de niño, iban a secuestrar a otro!

—¡¿Y eso qué?! ¡Aún peor, la vida de otra persona está en riesgo! —La madre se dirigió hacia la patrulla enfurecida.

Jimin negó, después de todo es mentira... nunca encontrarán a tales personas, prefirió dejarlo pasar y fue a su habitación.

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—¡Hey! ¿Qué te dijeron? —Cuestionó YoonGi saliendo por debajo de la cama como una lombriz.

—Le dije que unos rusos me secuestraron... —YoonGi rió.

—Haz aprendido del máster de las mentiras. —Habló orgulloso. —Lo peor de todo es que te creyeron.

—Sí...—Suspiró con cansancio. —Hoy ha sido un día muy agitado, creo que debería dormir.

—Sí, tienes razón, hay que dormir.—Habló YoonGi tomando una cobija y Jimin frunció el ceño.

—¿Eh? ¿Te quedarás otra noche?

—Sí, es lo menos que puedes hacer después de que te ayudé a llegar hasta tu casa solo, seamos sinceros, si hubieras venido solo lo más seguro es que esos rusos en verdad te hubieran secuestrado.

—¡Ash! —Jimin le lanzó un peluche. —Sólo duerme y ya... yo iré a abajo para hablar con mi madre, pero por favor, por lo que más quieras, no salgas. —YoonGi asintió y comenzó a hacer su tendido.

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Siguiente mañana, Jimin abrió sus ojos con dificultad recibiendo no muy alegremente la mañana, el día anterior había sido más que regañado por su madre, después de todo le mintió con lo de ir a casa de Namjoon.

—Despierta holgazán... —Seguiría hablando pero quedó boquiabierto al observar que ya no estaba. —¿YoonGi? —Alzó una de sus cejas confundido ¿En dónde estaba?

Salió de su habitación y se dirigió a la cocina, su madre lo veía molesta y de brazos cruzados.

—Madre, ya hablamos de eso... dije que lo sentía mucho.

—No Jimin, no se trata de eso, por favor deja de fingir. —¿Se refería a YoonGi? "Muy bien Jimin, estás castigado por los próximos cinco años" pensó.

—¿Qué ocurre?... —Fingió no saber.

—Oh... ¡Tú sabe lo que ocurre niño!

—No, cla-claro que no madre...

—¡Te acabaste todas las galletas y dulces que estaban en el almacén! —Habló molesta. —¿Sabes el daño que puede causarte comer tanto azúcar?

"Maldito YoonGi, donde sea que estás metido, vas a pagar"

—¡Oh, eso! Sí, lo siento mucho en verdad, yo tenía hambre, el secuestrador no me dio nada de comer. —Fingió tristeza en su voz y su madre cambió de un semblante serio a uno de lástima.

–¡Ay no, no hijo! —Se acercó para abrazarlo. —Yo nunca quise hacerte sentir mal, lo siento, pasaste por algo terrible. Discúlpame.

—Sí, claro madre, te perdono.—La mujer sonrió ante su comentario.

—Muy bien hijo, oye... Tu cabello está seco ¿Qué no estabas tomando una ducha? Hasta escuché como cantabas en el baño.—Lo miró extrañada.

—¡Oh, eso...—Se separó de golpe "¿No te cansas YoonGi?" —¡sí! Este... olvidé que dejé la llave abierta y no entré porque quería pasar a saludarte antes, estoy muy sucio... me ducharé ahora mismo. —Salió corriendo de ahí.