18

1.5K 91 3
                                    

No sé, no recuerdo cómo llegué a mí casa, no recuerdo quién me llevó, quien abrió la puerta, solo recuerdo haber llorado todo el camino de ida, en un auto que ni siquiera sé de quien es.

Lydia estaba sentada en la punta de mí cama, mientras que yo estaba hecha una bola, recostada, llorando en silencio.

-Zaria...

No le contesté, no sabía qué hacer, pero la verdad era, que ya no podía hacer nada. Él estaba muerto, y yo acá, lamentándome.

-Lydia, necesito estar sola. En Serio.
-no voy a irme.-me dice sería.
-Lydia, en serio.
-Zaria! Maldita sea, no voy a dejarte. Eres mí mejor amiga, te conozco desde primer año. Recuerdas el pacto de amigas, que hicimos con Allison? "Para todas y por todas". Así debe ser! Para todas, debemos estar para todas Zaria. Voy a estar para ti, como la amiga que soy. Nunca te abandoné, en ningún momento, y menos voy a hacerlo en este momento.-me dice.-ahora, Si quieres hablar, o simplemente quieres estar toda la noche calladas, pero en compañía, no importa, voy a quedarme.

Cuando ella termina de hablar, desvío la mirada, pero al rato la miró de nuevo.
-no puedo... Yo... No sé qué hacer Lydia. Está muerto y... No puedo.-digo llorando.-Lydia, lo amo.-digo al final.

Ella me mira triste, viene a mí lado y me abraza fuertemente.

-puedes llorar todo lo que quieras, estoy para ti.-me dice, acariciando mí espalda.

La rodeó con mis brazos y lloro en su hombro.

No sé cuánto tiempo estuvimos así, solo se que tal vez me quedé dormida, ya que cuando desperté, a las 4 de la mañana, ella ya no estaba.

Había un mensaje en mi celular. "Perdón, se qué dije que iba a quedarme contigo, pero Scott llamó, y no, no puedes venir. Te quiero."

Sonreí luego del mensaje. A mí lado estaba  Kai, mirándome con sus ojitos marrones, como preguntando algo.

Me levanto y ella me sigue hasta mí escritorio, dónde estaban todas mis fotos con ambos hermanos.

La perrita ladra en dirección a una de las fotografías y luego a la puerta de mí habitación. La miro triste.
-no está Kai, y no vendrá.-le digo.

Ella vuelve a ladrar.
-no Kai... No va a venir.

Ella me inspecciona completamente.
-no Kai! No va a venir! Está muerto, está muerto y no va a volver nunca más!-grito llorando.

Ella corre hacia atrás de la cama, y se esconde.

Me giro hacia las fotos, llorando.

-no...-tiro una de ellas al piso, que impacta y se hace añicos.-va...-otra foto.-a volver! No va a volver!-luego tiro todas, completas.

Siento los vidrios clavarse en mis pies desnudos, pero nada me importa allí.

Caigo de rodillas al piso lleno de astillas, llorando como si lo hubiera perdido todo, y así era.

Kai corre fuera de mí habitación y yo lloro más.

Mí magia comienza a descontrolarse, lá puerta se cierra fuertemente, las astillas del suelo vuelan por todos lados, clavándose en mi cuerpo, los vidrios de las ventanas se rompen, todo comienza a girar y girar.

Escucho fuera de mí habitación gritos, golpes y a mí madre y mí abuela diciendo conjuros para abrir la puerta.

Sigo llorando, haciendo desastre a mí alrededor.

Cada vez me siento más y más débil, claro, es la magia, me estaba debilitando.

Solo recuerdo que todo paró y que la puerta se abre, pero quien entra no veo, ya que al caer al piso, y mí cabeza impacta contra él, las sombras de esas personas se hacen borrosas, haciéndolas indistinguibles.

El Principio del Fin... [[cuarta temporada de "Mi Ancla"]]Where stories live. Discover now