BTS VERSIÓN COLOMBIANO

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Una de las tantas travesuras que el Namjin hacía en los tiempos del colegio

—¡No se demoren tanto!— exclamó Jimin mientras veía como el Namjin se dirigían a la cafetería.

Supuestamente iban por pudin, pero lo que Jin no sabía era que Namjoon tenía otros planes en mente. 

El mayor caminaba delante de él, moviendo sus caderas de un lado a otro, inconsistente.

Namjoon lanzó un gruñido de excitación al ver como ese hermoso trasero se contorneaba delante suyo.

Y no lo soportó.

Una de sus manos apretó esas lindas nalgas que eran sólo de su propiedad.

—¿Qué-Qué haces?— preguntó el mayor al par que un suspiro salía de sus labios.

Una risa ronca salió de los labios ajenos, mientras apegaba su cuerpo al del mayor, aún estando de espaldas.

—Oh, Jinnie, quiero sentirte nuevamente— Gruñó el menor mientras comenzaba a mordisquear la oreja de su novio.

El mayor se estremeció, a la par que comenzaba a disfrutar lo que su novio le hacía.

La mano de Namjoon pasó a estar sobre el miembro del otro, comenzando a acariciar sobre la ropa.

—Joonie, ah~— gimió mientras recostada su cabeza en la pared de aquel oscuro pasillo.

El dominante aprovechó que no había nadie en la escuela para bajarle los pantalones a Jin, este, sólo podía levantar su trasero, dejándolo en merced del más alto.

Y Namjoon, sin duda, amaba que su novio se prestara para hacerlo cuando quisiera.

Jin fue despojado de su ropa interior, dejando a la vista su entrada, su pequeña, delicada y deliciosa entrada.

A Namjoon se le hacía agua la boca al ver al sumiso en esa posición tan dispuesto.

Se aproximó al odio ajeno para morderlo. 

—Hoy te daré más placer que nunca, te dejaré el culo tan lleno de leche que si no te hago un hijo... Oh, dios, no lo sé bebé— Gruñó el menor mientras se quitaba su propio pantalón y ropa interior.

El gran miembro del castaño se adentró en esa pequeña cavidad de una embestida, haciendo que el otro gima con fuerza.

—Oh dios, amo esos gemidos— murmuró Namjoon con esa voz ronca que excitaba tanto a Jin.

Jin sentía que se rompía en dos, pero aguantó el dolor, para concentrarse en el torturoso placer que le generaba el miembro de su novio.

Las embestidas comenzaron y con ellas los gruñidos de Namjoon, a la par de los gemidos de Jin.

El placer de Jin era demasiado, en esa posición podía sentir al menor completamente, y este llegaba hasta lo más profundo de su cuerpo.

—¡Ah! ¡Namjoon!— gimió con fuerza el pasivo, mientras un hilo de saliva bajaba por sus labios, haciendo que la vista de Namjoon sea un arte puro.

Las embestidas eran brutales,  y los gemidos de Jin se escuchaban por toda la escuela.

¿Qué ocurriría si alguien los ve en esa situación?

No importa, al contrario, eso encendía más a Namjoon.

La simple idea de ser descubiertos hizo que el rubio aumentara sus embestidas.

—Ah~ yo-yo so-sólo quería pudin— habló el pasivo como pudo, ya que estaba ocupado gimiendo por esas fuertes embestidas que su novio le daba.

                                                                                          [...]

—¡Esos dos se están tardando la vida! ¡Ya van a ver cuando regresen!— exclamó Jimin mientras hacía un puño con su mano.

—Tranquilo, volverán dentro de poco— intentó calmar, Hoseok mientras se rascaba la nuca.

—¡Já! ¡Claro! Y seguramente Jin después del pudin sólo tomó leche— exclamó Tae para que sólo su novio pueda escucharlo.

Una risita avergonzada salió de los labios de Hoseok al escuchar a Tae decir eso.

Oh, fue una mala idea reírse, y más frente a un Jimin enojado.