Capítulo 1

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Ahí estaba yo, dejando que mis lágrimas cayeran sobre la tapicería buscando una sudadera entre los asientos traseros del coche. Encontré una inmensa sudadera de mi hermano me la puse como pude quedandome a modo de un largo vestido y estampé mi cara contra el volante repetidas veces haciendo que este sonase con cada golpe que le ofrecía...

-Idiota, gilipollas, subnormal-¿lo peor?Esos insultos no eran para Shawn, eran para mí. La idiota que acababa de ver como su exnovio se folla a su mejor amiga. Gilipollas por perder un año de carrera. Subnormal, por ponerme a llorar en el coche,por llorar por un imbecil que no me quería.

Mi cara lo dice todo, estoy descompuesta. Las imágenes no se borrarán de mi mente. Comienza a anochecer y voy conduciendo mientras la oscuridad tiñe las calles de la ciudad. Enciendo la radio, música: bendito tesoro.

Tarareo la canción mientras las lágrimas salpican mi ropa, tengo los ojos tan borrosos que apenas veo la carretera las luces de los coches comienzan a cegarme y creo que se me ha caído una lentilla mientras lloraba.¡Perfecto!

Detengo mi auto en una gasolinera cercana con el fin de retirar la otra y colocarme las gafas, tengo el rímel corrido por toda la cara haciendo que parezca un mapache. Lo aparco a un lado dejando espacio para que la gente pueda repostar su gasolina sin que este lo obstaculice. Entro en el establecimiento, preguntándole al dependiente por el baño.

-Señorita, debe consumir para hacer uso de los servicios-dice el dependiente.

-Oh, vaya-digo con asombro-¿qué es lo más barato de la tienda?-digo metiendo la mano en los bolsillos  al notar que solo tenía una moneda de 20 céntimos seguí pareciendo segura.

-Debo decirle que lo más barato que tengo son los preservativos a 20 céntimos cada uno-afirma.

Suspiro de alivio, pongo la moneda en la mesa y evoco:

-Ahora mismo vuelvo necesito urgentemente ir al baño.

El dependiente me mira de una forma muy desconcertante señalándome una gran señal luminosa de neón poniendo: WC.

El baño huele fatal y veo como una rata gigante que huye por la puerta. ¿Puede ir el día a peor? Retiro la lentilla y siento un profundo alivio. Limpio bastante mi rostro eliminando el rímel, me hago dos trenzas que comienzan de la raíz estas despejan despejan mi cara y coloco bien la sudadera haciendo que se siga viendo como un vestido.

-Tienes que ser fuerte Irina-me digo a mi misma limpiando un par de lágrimas con la manga de la enorme sudadera-él no te merece.

Salgo del baño, estoy lista para salir cuando el dependiente me grita.

-Señorita, olvida su compra-el dependiente saludandome con el preservativo en la mano hace que mis mejillas se tornen de un color escalata. Ya no estamos solos en la gasolinera sino que hay un chico en el mostrador comprando unas cervezas.

Me acerco al mostrador tomándolo con la mano, el chico ríe a carcajadas, el dependiente se encuentra con un rostro serio, ni una muestra en su cara.

-Vas a pasar una noche bastante divertida al parecer-el chico se atreve a retarme.

-¿Perdona?-me limito a decir.

-Emm, es que los estás comprando tu sola. Veo que tu novio tiene que estar bastante ocupado.

Mi cara se torna de un tono muy rojo, esta vez no de vergüenza sino de ira. Solo me limito a gritar.

-Para tu información mi novio se está tirando a su mejor amiga. Solo necesitaba comprar algo para entrar al baño-bufo tirandole la gomita a la cara y este la atrapa en el aire-Como eres tan hombre seguro que le darás un buen uso y no como yo que la iba a tirar nada más salir.

Salgo por la puerta de la gasolinera, las lágrimas se apoderan de mi rostro. El chico sale de la puerta siguiendome.

-¡Espera!-grita.

-¿Qué quieres?- me limito a decir, veo como se acerca.

-Lo siento de veras no sabía,toma-me tiende una pequeña caja de pañuelos, la tomo y seco las lágrimas que me caen-Me llamo Thomas.

-No me hables, déjalo estar por favor.

Tomo las llaves de mi coche y las coloco en el contacto. Él se queda patidifuso mirando mi rostro amargo, como si pudiera curarme con solo mirarme, cosa que no puede. Conduzco rumbo a la costa, el mar siempre me tranquiliza. Tengo un par de toallas en el maletero del coche eso no será ningún problema. Vivo en la residencia de estudiantes así que nadie me está esperando en casa, mi amiga Samantha me ayudará a que no noten mi ausencia. Un par de mensajes a Sam y ella dice que la situación está controlada. Perfecto.



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⏰ Última actualización: Jun 30, 2020 ⏰

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