Libertad sexual.

Parte sin título

Mi nombre es Itzel Berenice y quiero empezar diciendo que, soy una adolescente, una joven. Es curioso que diga esto pero es la verdad. Porque soy adolescente entiendo lo peligroso que puede ser la palabra libertad, y más para nosotros en esta etapa de nuestra vida.

Muchos de nosotros no sabemos que, lo que realmente somos o estamos haciendo es libertinaje, no somos "libres". No lo somos porque no sabemos el verdadero significado de la libertad, no sabemos distinguir una cosa de otra. Normalmente el mayor porcentaje de estos jóvenes vienen de padres que no les prestan atención a sus hijos, que les dan permiso de hacer en pocas palabras lo que se les de la gana, por cuestiones de trabajo, de que les vale un pepino sus hijos porque fueron no deseados, no planeados o simplemente porque no les gusta convivir con ellos.

Los adolescentes pensamos que la libertad (en especial la sexual) es estar del tingo al tango, bebiendo alcohol, fumando tabaco, fumando marihuana, aspirando cocaína, meternos a la cama con cientos de personas, digo al fin y al cabo es mi vida y yo hago lo que se me de la gana porque yo me mando sol@. Y no llegamos a medir la consecuencia de los actos. Eso es libertinaje, no libertad.

La libertad, como ya lo dije, es conocer, es saber que pasará después de que haga lo que tengo pensado, lo que pasara si manejo mientras estoy borrach@, si camino por la calle drogad@, no nos detenemos a pensar en lo que vendrá después del "yo hice".

Yo me enfocaré más en lo que nos tormenta a muchos jóvenes, el coito, la cópula, el sexo, hacer el amor, azucarar el churro, rellenar las pechugas, tener relaciones sexuales, ponerle Jorge al niño, comer la torta antes del recreo etc.

Nosotros pensamos que tener libertad sexual es meternos con muchas chavas, chavos, con cuantos queramos, pero se nos olvida que al tener ese contacto intimo nos permite expresarnos de forma placentera con aquella persona que quiera compartir ese momento con nosotros, es un deseo natural que todos los seres humanos tenemos.

Dejaré la cursilería de esperar al amor verdadero para entregarnos a ese hombre o a esa mujer con la que compartiremos el resto de nuestra vida o después de casarnos, en nuestra luna de miel, en un cuarto o en la playa, minetras escuchamos el sonido de las olas o los pájaros al rededor de nosotros, mientras la luz de las velas nos iluminan, entregandonos el uno al otro...

¡STOP!

ESO SI EXISTE, PERO HABLAMOS DE LIBERTAD, DE RESPONSABILIDAD, NO DE ROMANCES.

ANTES DE ENTREGARNOS A ESA PERSONA DEBEMOS DE PENSAR EN LOS R-I-E-S-G-O-S

OKAY??

Bueno, una vez aclarado esto, empecemos...

El sexo es tomado por muchos de nosotros como un juego, con eso solo ganamos estar con uno y luego con el otro, experimentar cosas nuevas, con personas nuevas, momentos nuevos, muuuuchoooos orgasmos, penes y vaginas por doquier, es lo único que pensamos, y no nos damos cuenta que a la larga destruimos nuestras vidas o solo nos ocasionamos un vacío inmenso que no sabemos como llegar después, lo único que se nos ocurre es en drogarnos, solo eso nos llega ese vacío que dejo el libertinaje sexual.

El hacerlo sin pensar nos trae muchas y malas consecuencias, como lo son los embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual, que esto es lo mas común que puede ocurrir por no cuidarse al tener relaciones o que es lo mismo por no tener una vida sexual controlada, libre y responsable.

Como lo he repetido cientos de veces en esta pequeña lectura, la libertad es conocer, debemos de saber cuales son los métodos anticonceptivos adecuados a nuestro cuerpo y las enfermedades de transmisión sexual.