13

1.4K 120 1
                                    

Erick había pasado prácticamente todo el día con Joel, eran aproximadamente las ocho de la noche cuando regresó a casa.

En una esquina antes de llegar a la casa, se encontraban ambos chicos abrazados.

─te amo bebé, no lo olvides ¿Sí?

─nunca. Yo te amo más.

─espero volvamos a vernos pronto, quiero estar contigo, no me importa vernos a escondidas, con tal de verte aún que sean cinco minutos, soy muy feliz con eso.

─odio no tener la mayoría de edad, si tuviera dieciocho años, ya me hubiera ido contigo Joel.

─pero ya casi cumples diecisiete Erick, te faltaría un año para irnos juntos a otro lugar.

─un año es mucho.

─verás que se pasará rápido amor, además yo te esperaré lo que sea, así fueran veinte años, lo haría, porque te amo.

─te amo Joel.

─yo te amo más Er. Ve a tu casa, de aquí te cuido, no quiero meterte en problemas.

─bueno. —dice y le da un último beso en los labios. —adiós amor, te amo.

─chao, te amo más.

Cuando Erick llegó al portón de su casa volteó a donde se encontraba Joel y le mando un "adiós" con su mano, Joel solo sonrió y sin más se fue de el lugar.
Metió la llave en la ranura de la puerta, la giro, y entro a la casa.

─¿en donde estabas Brian?

─en la escuela. —responde seco.

─no me quieras ver la cara Erick Brian, te reportaste enfermo anoche, me llamaron hoy en la tarde para llevar el justificante mañana.

─deja de gritar, me aturdes. —responde rodando los ojos.

─responde Erick, estabas con Joel o no.

─sí, estaba con él, es el unico que me entiende, el unico que está conmigo, porque parece que a ustedes ya ni les importo y solo buscan la forma de joderme la puta todos los putos días de mierda. Porue es lo único que saben hacer mi papá y tú, joderme la vida, no puedo hacer nada ya, no me dejan ni repirar en paz, todo el jodido tiempo me la paso encerrado, solo estoy contando los meses que faltan para cumplir dieciocho años y largarme de su estúpida casa. ─respondio de la misma forma en que Daysi le hablo en cuanto cruxo la puerta. gritando.

─no ke hables así a tu madre, anda a tu cuarto, estás castigado.

─¿más? ¿se puede más? por mi castigame toda la puta vida si quieres, me da igual.

─¿eso quieres? no me tientes Brian, vete a tu habitación, ya te lo dije.

Erick salio de la sala enfurecido, jamás se imagino que en su casa viviría el mismo infierno.

Para Erick, no ver al amor de su vida, el padre de su hijo, es vivir el infierno, tenerlo tan cerca pero no poder ir a abrazarlo y besarlo le duele.
No le gusta verlo a escondidas, pero tiene que hacerlo, al menos así lo ve un rato.

Entro a su cuarto, tomo una ducha de agua tibia, cuando salió se puso su pijama, y cayó en un sueño profundo.







─joerickgmz.

Nuestro final ¿Feliz? ||Joerick|| Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora