Wispers of Wakfu

Prologo de un sueño.

"Cuenta la leyenda de que una misteriosa mujer conoció a un gran y majestuoso dragón. El nombre de aquella dama no se conocía... Se dice que el tiempo, tal como la marea, borró las huellas de su paso por este mundo, mas el único que llegó a conocerla, guarda el secreto de su existencia.

La dama era tan frágil como una rara flor extinta, mientras que el imponente dragón, era capaz de hacerla volar como hierba seca al cielo. Pero su curiosidad era mas grande que su juicio por la pequeña y frágil criatura. Todas las tardes, los dos se sentaban a ver el atardecer y despedir el día que acababa. Los dos llegaron a tener un lazo significativo, una persona... La primera persona que llega a convertirse en amiga de un dragón..."

-...La mujer había tomado mucho cariño a su nueva amistad, por lo que buscó el modo de que cada día, volver a repetir aquel momento, o al menos volver a encontrarse. El poder lograr que esa amistad trascendiese a través del tiempo y las circunstancias...- Antes de que pudiese seguir la narración de la historia, un hombre de cabello albino, apariencia ligeramente robusta y peculiarmente, observa con una pequeña sonrisa a dos niños de corta edad dormidos. Suspira y toma las sábanas de la cama donde yacían los pequeños para cubrirlos con suavidad. Luego de haber completado la tarea, se dispone a apagar la luz de noche, que yacía sobre la mesita de noche al lado de la cama y sale en silencio de allí. Antes de cerrar por completo la puerta, una mano femenina lo detiene con suavidad y calma, pero él no necesitaba ver para saber quién era.

-Drakon... Aun no comprendo por qué sigues contándole esa historia a los niños... Siempre llegas a un punto en donde ellos se duermen.- Comenta con suavidad y silencio una hermosa Cra de cabellos largos dorados, con algunos toques negros y mirada verdosa. Si bien le pregunta un buen punto, el mencionado se toma su tiempo para responderle a su compañera.

-Piensa esto Lili... Esa historia en algún momento será inevitable... Además, según lo que cuenta la historia... Era la voluntad de la Eliatrop sería que ellos viviesen... Merecen saber la verdad.- Responde Drakon perspicaz y sin vuelta alguna. Termina de cerrar la puerta con delicadeza y observa unos minutos a su compañera, la cual se había quedado un poco pensativa.- Ah... Lianne...- Susurra. Con suavidad coloca sus manos en ambos hombros de la mujer le da un par de caricias antes de volver a decir algo.- Las cosas son así... El tiempo avanza y debemos ocuparnos de las responsabilidades que se nos ha dado.-

La ocra mira a los niños y, finalmente suspira.

-Quizás tengas razón... No es que esté mal el inculcar una verdad de modo discreto pero... Sólo míralos... Aún quiero disfrutar a mis pequeños...-

-Y lo harás, aún son muy pequeños y tampoco es que tengas que trabajar todo el día.- Le responde, buscando tranquilizarla. Ella si bien sonríe, lo mira de modo tal, indicando que el sabía que esa no era la verdad.

-La abuela ya sabe que tengo una vida, y que tengo derecho a organizarla como yo quiera.- Responde. Luego le hace una seña a su esposo para salir de aquella habitación, y dejar a los niños durmiendo tranquilos.

Ambos adultos salieron en silencio de la habitación de los niños. La Cra sonreía con tranquilidad, aunque también con cierta emoción mientras que su compañero solo se veía conforme con la sonrisa de su esposa. Se dan un corto beso y se disponen a ir a su recamara matrimonial.

Aquellos niños que guardaban reposo en aquella recamara, si bien no eran hijos legítimos, tampoco de la raza de ninguno de los dos en el matrimonio. Estos tenían la peculiaridad de ser de una raza poco vista, pero no extinta. Los Eliatrop.

No se sabía mucho de ellos pero, más allá de las diferencias, la historia que el hombre relataba no estaba ni cerca de terminar. Por contrario, la historia no estaba completa y solo esos dos pequeños e inocentes niños lograrían terminarla, el día de mañana...

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El prólogo es algo corto, lo reconozco pero, espero sea de su agrado. Es la primera vez que comienzo una historia como esta. Quizás me tarde en colocar la siguiente parte pero la traeré sin excusa.
¡Gracias por leer!