First Alone

Capitulo 1: Solo un recuerdo

Nota: Habrán algunas referencias a cierta serie de MTV (CofcofTeenWolfCofcof) así que si no la has visto es muy posible que entiendas ciertas cosas, de ser así házmelo saber.

Solo un recuerdo

El invierno había pasado después de un duro periodo, las presas volvían a estar abundantes con la llegada del pasto húmedo al bosque y praderas, y eso era una ventaja clara para aquellos depredadores que habían sobrevivido al crudo frío y la falta de comida.

Por otra parte no muy lejana del frondoso bosque, que poco a poco recuperaba su color verdoso, en el pueblo las personas salían de sus casas admirando el cambio de estación antes de ir a sus respectivos trabajos, institutos o guardería, según cada persona.

Ajeno a todo aquello un niño con siete años recién cumplidos salía a prisa de la cabaña donde se alojaba él y su familia mientras que alrededor de la misma estaban los otros hogares de los miembros de la manada lupina.

La parte más profunda del bosque era territorio de algunos de los tantos seres sobrenaturales, en su mayoría habitado por cambia formas y criaturas mitológicas como los licántropos, aquellos que estaba más aferrados a la naturaleza que les proporcionaban la fauna y la vegetación.

Algunos de ellos se agrupaban en grandes cantidades para mayor facilitación de alimento para aquellos depredadores carnívoros.

Entre ellos estaban los zorros, la manada a la que pertenecía el joven de siete años.

Chris tenía prisa de ir a por su mejor amigo para poder ir, después de mucho tiempo, al bosque y recorrerlo por completo, según sus planes. Durante el invierno les prohibían a los cachorros salir de los límites que marcaban las casas finales para mantenerse seguros de aquellos que se alimentaban de los infantes.

Se acercó a la cabaña de dos pisos y toco con los nudillos la madera con fuerza y rapidez, la puerta fue abierta por una mujer castaña que debía de estar en sus cuarenta años aunque se mantenía bien conservada. La mujer sonrió al bajar la vista y ver la mirada lleva de emoción del pequeño pelinegro, volteo y gritó hacia dentro de la casa llamando a su pequeño hijo.

Chris pudo ver como Scott casi resbalaba al bajar por las escaleras con suma velocidad más pudo sostenerse del barandal evitando así una fea caída. El niño se dirigió a la entrada de su hogar y al ver de quien se trataba miró a su madre suplicante, quien asintió.

─ Tengan cuidado y no se alejen demasiado, recuerden no salir de los...

─ Los límites de la manada para con las otras –Interrumpió el pelinegro- Estaremos bien, lo prometemos.

Chris codeó a su amigo despistado el cual asintió repetidas veces ganándose un suspiro divertido de su madre. Sin esperar más ambos niños dieron media vuelta y salieron corriendo a la frondosidad hasta dejar atrás sus hogares.

Pronto la emoción los recorrió a ambos, entre cada pisoteada que daban a la tierra el rastro que dejaban sus botines en ella cambiaba a medida que seguían avanzando. Pronto sus pieles comenzaron a llenarse de pelo anaranjado y sus piernas y brazos, junto con el resto de cuerpo, empezaron a experimentar el cambio de posición y a encogerse, algo que les resultaba un tanto doloroso cabía destacar.

No quedó rastro de suelas de zapatos y los restos de ropa se esparcían por la tierra, sus apariencias cambiaron dejando salir al animal interno.

Ya no habían niños corriendo por el bosque, solo dos crías de lobos que correteaban y jugaban entre ellos probando sus destrezas en su otra forma. Correteaban algunos que otros animalillos y una vez aburridos seguían a lo suyo.