Un cuento mal contado

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Hola" Mi nombre es Tomás piterson, aunque todos suelen llamarme Tom.
mi historia es como la de cualquier otro chico ordinario en un mundo extraño y complicado llenos de dificultades. Con la excepción de que mi madre murió a mis 8 años de edad y mi padre nunca está en casa., soy hijo único y tengo muy pocos amigos, solo con eso ya pueden darse una idea de lo aburrida que es mi vida, eso sin imaginarse lo tormentosa que puede ser la escuela para mí.

Soy ese chico al que suelen llamar débil insignificante y tonto, un fantasma más en un bulto de estudiantes que se hacen espacio en un lugar que comúnmente las personas llaman escuela, aunque particularmente yo la suelo llamar prisión social.

Se que mi vida es poco inusual, pero realmente muy común;
el problema estuvo hace 9 años atrás. exactamente el 3 de enero del 2014, cuando en el lecho de muerte de mi  madre.sudoroso, preocupado y muerto del miedo, porque está sufriendo un paro cardio respiratorio,le prometí con lágrimas en mis ojos y aferrándome a sus brazos que iba a hacer un alma valiente, que sin importar que sintiera que mi mundo se viniera abajo y mis problemas fueran más grande que yo, yo sería valiente, que iba a aprender a vivir sin la mujer de mi vida, sin la madre que todo hijo necesita, pero sin importar lo cruel y duro de las circunstancias jamás dejaria de ser valiente por ella, y sigo viviendo por ella -mamá te extraño mucho.

años mas tarde intente ser ese hombre valiente que tanto le prometí a mi madre, tras innumerables veces intentando dejar de lado mis complejos, de luchar con la soledad, de dejar de llorar a cada maldita hora en mi habitación, de decirle al techo de mi cuarto eufórico y desesperado que me devolviera a mi madre, de salir de mi cuarto buscando un abrazo un beso un tu puedes, y encontrarme con una sala vacía en donde ante se imparta la felicidad en cada rincón de la casa y ahora es un espacio olvidado o un corredor que ya nadie usa. ojala pudiera ser valiente por ella, ojalá pudiera vivir sin ella.

pero ahora ya no hay nada, solo vacios y soledad, y no solo en la casa, no solo donde mamá guardaba sus maquillajes y ropa, donde almacenaban su pinturas y sus chalecos de terciopelo que tanto habardiaba tener y nunca usar, no en donde solían estar sus fotos colgadas, si no en mi joven y olvidado corazón que moría por sentir algo más que no fuera tristeza y amargura.

nunca pude ser valiente, nunca pude ser feliz por ella, y tengo el deseo profundo de cambiar, de ser diferente,de vivir, de sonreír, de ser alguien, pero creo que este mundo fue más astuto que yo, y me robo mis sueños primero, y me dejo y me abandono como todos .

Un Alma ValienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora