Otra noche más, yo seguía igual, de flor en flor por no decir una palabra mucho menos elegante. Habían pasado unos cuantos años desde la vez anterior, y ahí estábamos en un bar mirándonos como si el resto no estuviesen a nuestro alrededor. No se explicaros qué era, no se si era atracción, dudo mucho que fuese amor, pero era una conexión entre ambos, especial no se. Opino que las cosas entre litros de alcohol y chupitos parecen más mágicas siempre. Acabamos yéndonos a su casa.
Al llegar, me senté en el sofá y me maree tanto que me fui y volví de fiesta.
Se enfadó. Cuando alguien lea esto pensará que quería jugar con él o algo así, pero nada más lejos de la realidad, no se muy bien que queríamos, no se por qué actuábamos así, pero había algo que aún ahora no entiendo. Muchas noches, la mayoría en realidad, él me venía y me decía que le gustaba, yo le decía que eso se lo decía a todas, y él me decía que yo era diferente, que no era como las demás. Que pretendía él o si mentía o no, no lo sé. Al igual que tampoco sé que buscaba yo, o que respuesta quería obtener ni por qué.
Quizás el tiempo nos respondió a esas preguntas, o a lo mejor aún nos dará más respuestas.
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En la vida, todo vuelve...
RomanceEl destino da muchas vueltas, señales, vuelcos a corazones. Y justo cuando había dejado de creer en los cuentos de hadas, los finales felices y los para siempres, apareció él. La historia distaba mucho de un cuento de hadas, pero es que ¿Quién quier...
