CAPÍTULO 32

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¿CUÁNDO DEJÉ DE ODIARTE?

Las horas que durmieron fueron exactamente las necesarias para recobrar fuerzas y sentirse plenas para comenzar un nuevo día, si bien ya Federico estaba fuera de peligro pero ahora demandaba cuidados y no sabían que día le darían de alta para traerlo a casa, ya Cristina ansíaba tenerlo allí.

Al borde de la cama se encontraba una Cristina tranquila y llena de paz aún enfundada en albornoz, ya había salido de la ducha hacía unos minutos y se encontraba pensando, sus manos acariciando su abultado vientre, ya tenía cinco meses dentro de poco sería el segundo ultrasonido, la dicha aumentaba al saber que él, su gran amor estaría ahí con ella, sentirlo al borde de la muerte la había hecho pensar cosas muy tristes, que tan solo de pensarlo sentía su piel erizar; espantando esos pensamientos se levantó de la cama meneando su cabeza de lado a lado.

- Mejor no pensar en esas cosas mi bebito- tenia una mano en la cintura y con la otra acariciaba su pronunciado abdomen- Ya tu papi va a estar con nosotros, no hay nada que temer, él te va a cuidar, y verás como te llenaremos de amor entre todos nosotros.

Y así entre platicas con su retoño se cambiaba, optó por una bata, últimamente era lo unico que le aguantaba, su cuerpo obviamente no era el mismo, y para mayor comodidad siempre las usaba, en esta ocasión decidió usar la bata que Federico le compró para el primer ultrasonido, era holgada manga tres cuartos,de flores en color pastel, poco arriba de la rodilla, sonrió con picardía al tomar la prenda entre sus manos, y unos recuerdos candentes ocuparon su mente:

FLASHBACK

Iba malhumorada por todo el trayecto ya que le habia dicho un sin fin de veces a Federico que estacionara la camioneta en cualquier parada que necesitaba decirle algo, él parecia no escucharla, aunque razón tenia, tardaron mucho más de lo pensado arreglandose porque Cristina no se sentía cómoda con las sandalias que él le había comprado junto al vestido, alegando que tenía los pies hinchados y le molestaban, así que Federico tuvo que ir en busca de otras, milagrosamente le gustaron las que le trajo pero ya llevaban quince minutos de retraso para el ultrasonido,y pese a todo ella insistía en que parara.

- Que pares maldita sea!-Gritó histérica por enésima vez a Federico.

- Ya te dije que no Cristina, por Dios...Ya es tarde, dime lo que me vayas a decir mientras conduzco. -Estaba cansado de repetir lo mismo.

- No, quiero que pares. Para, que pares! -Le agarró la pierna fuerte.

-Me estas lastimando mujer.

- Para y se acabó el problema. -Dijo haciendo tanta presión hasta clavar sus uñas.

- Está bien -Con semblante serio y en sobre manera ofuscado.

Vio el momento indicado y estacionó en un matorral cercano, la carretera estaba despejada así que lo hizo sin problemas, el único problema era la intensidad de Cristina, por todo el amor que le tenía soportaba sus cambios de humor.

- Que quieres Cristina? Ya estacioné, cual era el escandalo? -Su voz sonó más dura de lo que había querido. Ya sabía lo que eso implica...Llanto.

- Y ahora me gritas? -Sus ojos inmediatamente se cristalizaron -Ya no me amas verdad? No me quieres porque estoy gorda, porque ahora no puedo complacerte del todo.

- Mi amor; mi amor, perdón no era mi intensión alzarte la voz, me ofusque por un momento, perdón.

- No te creo -Su voz sonó casi a hilo y se echó a llorar.

- Ya mi amor por Dios, mira como te pones cariño. -La abrazó y trato de calmar su llanto -Dime que querías? Te complazco en lo que quieras... Dime que deseas mi amor.

¿Cuándo Dejé De Odiarte?Where stories live. Discover now