cuarto mes: antojitos

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Yokozawa se encontraba recostado en el sillón de la sala acariciando su vientre que ya estaba más grandecito, ya había cumplido los cuatro meses de embarazo y no podía estar más feliz, amaba la familia que tenía, su niña Hiyori siempre le cocinaba cosas deliciosas y nutritivas para que el bebé crezca sano, por su parte Kirishima consentía en cada pequeña cosa al doncel, Yokozawa simplemente se sentía muy dichoso.

Aunque no todo fue felicidad, cuando la empresa se enteró que el Oso Salvaje estaba esperando un bebé hubo un revuelo tal, que todos se encontraban haciendo apuestas por saber quién era el papa del bebe cosa que molestó de sobremanera al castaño ya que las apuestas en la mayoría le iban a Takano.

Aburrido de esa situación Kirishima decidió marcar territorio besando a su oso delante de toda la empresa, dejando a más de uno sorprendido de sobremanera .

Yokozawa estaba harto de ser el centro de atención y todo por culpa del castaño que aprovechaba cada pequeña oportunidad para besarlo o abrazarlo en público, las apuestas habían cambiado, ahora apostaban por saber cual seria el sexo del bebé. La mayoría por no decir todos decían que sería una niña , unos pocos decían que sería varón y solo una persona dijo que sería doncel esa persona era Takano.

A vista de todos Yokozawa pasó de ser un Oso salvaje a ser un Oso de felpa , ya que había comenzado a tener antojos, y ya era común verlo en la sala de descanso comiendo pasteles o tomando una pequeña siesta. Yokozawa esperaba a Kirishima, hoy casi no había podido verlo algo que lo tenía muy triste, no sabia como pero ya estaba acostumbrado a dormir con el castaño todas las noches y no tenerlo a su lado lo tenía intranquilo , lo hacía sentir desprotegido y muy solo, Hiyori se levantó a mitad de la noche y vio a Yokozawa en el sillón acariciando su vientre .

-Onii chan ¿qué haces ahí? – Hiyori le paso una pequeña manta esa noche hacía un poco de frío. Yokozawa estiró sus brazos para abrazar a la pequeña la cual gustosa recibió el abrazo de su ahora "mami".

-espero a tu padre, dijo que hoy vendría temprano y no puedo dormir si el no esta-

-pero onii chan espéralo en la habitación aquí te está pasando frio a ti y a mi hermanito- Hiyori acarició el vientre de Yokozawa .

El pelinegro miro a la pequeña y le sonrió -tienes razón mi niña iré a la habitación , tu también descansa- beso la frente de la niña y se dirigió a la habitación que compartía con el castaño, cuando entro se recostó en la cama y abrazó la almohada que le correspondía a Kirishima y aspiró el olor de esta "Zen ... donde estas te extraño" . Kirishima se encontraba de camino a su hogar después del fin de ciclo, se sentía muy cansado y solo tenia ganas de echarse en su cama al lado de su pareja y abrazarlo lo que quedaba de noche.

Cuando llegó encontró todo apagado fue a la habitación de su hija, entró silenciosamente y beso la frente de su pequeña "mi Hiyori cada vez estas mas hermosa" una sonrisa boba se le escapó al ver a su pequeña removerse, salió con mucho cuidado y se dirigió a la cocina vio que había un plato servido con la cena de ese día, no sentía mucha hambre así que decidió comerlo al día siguiente.

Sin esperar mucho más se dirigió a su habitación, entró con mucho cuidado de no despertar a su osito , cuando entró se encontró con una imagen realmente tierna, Yokozawa estaba echado de costado con una camisa de Kirishima puesta abrazando su almohada, el castaño con cuidado dejo sus cosas y se cambió de ropa, apenas se recostó en la cama el pelinegro lo abrazo posesivamente acurrucándose en el pecho de su amado, Kirishima correspondió al abrazo de su osito y al final se quedó dormido.

Yokozawa se despertó temprano para hacer el desayuno, su niña tenia que ir al colegio, pero ciertos brazos le impedían levantarse Kirishima lo tenía bien abrazado y sin intenciones de soltarlo.

-Zen... suéltame tengo que preparar desayuno- lo movió un poco para despertarlo – Zen... déjame levantarme- el castaño no tenia intenciones de levantarse y abrazo con más fuerza a su osito -MALDITA SEA!!!! ZEN... ¡SUÉLTAME!!!- Yokozawa empujó al castaño haciéndolo caer de la cama.

-Yokozawa que te pasa... por que me botas de la cama- Kirishima había caído de costado golpeándose su brazo.

-lo... lo siento pero... no querías soltarme y tengo que preparar el desayuno para Hiyori- Yokozawa salió de la habitación dejando al castaño con la palabra en la boca. Yokozawa termino de preparar el desayuno, y se sentó en la mesa junto a Hiyori.

El desayuno fue tranquilo , Hiyori se fue al colegio, después de lavar lo que usaron para el desayuno Yokozawa fue a la habitación donde seguía durmiendo el castaño, entro con cuidado y se quedó observándolo mientras dormía.

Empezó a vestirse para ir a la empresa, terminó y salió de la casa con mucho cuidado de no despertar al castaño. Llegó a Marukawa y se dispuso a trabajar.

El día estuvo tranquilo, llego la hora del almuerzo, para esta hora Kirishima ya se había despertado y se encontraba desayunando, lavo todo lo que ocupo y fue a la empresa para poder encontrarse con su osito. Yokozawa estaba sentado acariciando su vientre, tenía un antojo terrible de fresas con chocolate pero no podía moverse ya que en ese momento había llegado un documento que estaba esperando toda la mañana.

-Maldita gente impuntual- empezó a murmurar el Oso mientras sacaba su celular y mandaba un mensaje "Zen, si estás de camino a la empresa, ¿podrías traerme fresas con chocolate?, por favor". Y cómo negarse con semejante mensaje, Kirishima leyó el mensaje e inmediatamente fue a comprar lo que su osito le pedía.

Llegó a la empresa y fue al piso de ventas, no encontró a su osito supuso que estaría en la sala de descanso y efectivamente lo encontró ahí.

-Takafumi- Yokozawa estaba recostado en el sillón de la sala de descanso, acariciaba ligeramente su vientre.

-Zen te tardaste, trajiste lo que te pedí- a Yokozawa se le escapo una hermosa sonrisa cuando Kirishima le entregó las fresas con chocolate. 

-no te excedas con el dulce Takafumi- Kirishima se acercó a Yokozawa y le dio un beso en la mejilla -iré a Japun te veo al rato avisame cualquier cosa.

-si, no te preocupes ya vete, y gracias por las fresas con chocolate- Kirishima salió de la sala de descanso. Yokozawa estaba en su mundo mientras disfrutaba de las fresas. Poco a poco el día fue transcurriendo y ya era de noche, todos estaban retirándose a sus casa Yokozawa y Kirishima no eran la excepción.

El osito se encontraba extrañamente cansado y solo quería dormir abrazado al castaño.
Llegaron a casa y cenaron junto a Hiyori, ya era tarde y todos se fueron a dormir. Ya eran las 2:30 de la madrugada y Yokozawa no podía dormir se movía de un lado a otro y la razón era por los malditos antojos, miro al castaño que dormía a su lado y comenzó a despertarlo.

-Kirishima..... despierta- movía al castaño para poder despertarlo -Zen .. por favor despierta- lo movió más fuerte pero el castaño tenía el sueño pesado así que era difícil despertarlo -MALDITA SEA ZEN DESPIERTA – Kirishima se despertó asustado.

-Yokozawa ¿estas bien? – el pelinegro estaba sentado al otro extremo de la cama, sonrojado y con los ojos llorosos.

-Zen .. n..no puedo dormir -agacho su mirada Kirishima se preocupo.

-Yokozawa que pasa– se acerco al pelinegro el cual lo abrazo.

-Zen... tengo antojos– Kirishima suspiro aliviado y le regaló una sonrisa a su Osito.

-¿de qué tienes antojo osito? – Kirishima abrazaba al pelinegro, era muy extraño ver al gran Oso Salvaje tan sensible.

-tengo antojo de muchas cosas- Yokozawa se separó de Kirishima y lo miro, comenzó a enumerar lo que quería -quiero fresas con chocolate, helado de menta, puré de papa, un poco de pollo hervido, caramelos, leche con chocolate, un pastel de fresa, pie de naranja y un conejo de peluche – Kirishima estaba sorprendido con todo lo que le pedía su doncel.

-Yokozawa no crees que es mucho –

-Es tu culpa que esté así- los ojos del pelinegro se llenaron de lágrimas – Ya no me quieres verdad– Kirishima simplemente estaba aturdido abrazo al pelinegro.

-está bien iré a comprar lo que me pediste- los ojitos de Yokozawa se iluminaron y abrazo al castaño -Gracias Zen – Kirishima se levantó de la cama se vistió, agarro sus llaves y salió de la casa a buscar todo lo que su oso le había pedido.

Después de pasar como 2 horas buscando todo lo que sus pareja le había pedido regreso a casa, entro con cuidado y se dirigió a su habitación encontrando a su pareja completamente dormido.

-Osito ya traje lo que me pediste... despierta Yokozawa – el pelinegro poco a poco abría sus ojos vio a Kirishima.

-Gracias pero ya no quiero nada- dijo para volver a cerrar sus ojos y quedarse dormido.

El castaño estaba con la boca abierta "por favor , por favor que esto no pase seguido" en ese momento Kirishima se dio cuenta que ese mes dormiría poco... muy poco, los antojos de su Osito habían comenzado.

9 Largos MesesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora