50 Sombras De Patricio.

De vuelta.

Caímos en fondo de Bikini como si fueramos unos meteoros. Lo primero que hice fue ir corriendo hacia mi casa y me encontré con que mi piña ya estaba podrida.

—¡Maldita sea! Ese señor de la fruta me vio la cara. -exclamé enojado.

—¿Qué pasó? -preguntó Patricio cuando pudo alcanzarme.

—Mi piña está podrida. El señor de la fruta me dijo que si duraba, seguro hasta la pesó mal.... ¿Y Gary? -comencé a buscarlo entre los restos de piña putrefacta. —¡Patricio, Gary no está! -comencé a llorar.

—Tranquilo, Bob. Vamos a pegar unos volantes. -dijo tratando de animare.

—¿Qué tal si le pasó algo? Tal vez y hasta alguien se lo llevó. -sollocé.

—Si ese es el caso, esta en buenas manos.... Mira el lado bueno, ya no tendrás que hacerte cargo de él y no tendremos que cerrar la puerta de la habitación con seguro cuando hagamos yaoi. -lo miré feo.

—¡Como no es tu pinche mascota! Nomms Patricio, sólo piensas en eso. -seguía llorando.

—Perdón... -dijo.

—¿Perdón? ¿Es lo único que sabes decir, Patricio? Y no creas que ya se me olvidó que me tienes que pedir perdón de rodillas. -exclamó. —Tú quedate aquí, yo iré a buscar a Gary. -me fui dejando a Patricio ahí.

Comencé a preguntar en todo fondo de Bikini hasta que llegué a casa de la señora Puff.

—¿Qué haces aquí Bob Esponja? Creí que estabas muerto. -pude notar cierta molestia cuando dijo aquello.

—No, gorda malvada, sigo vivo... Nada más vine a preguntar si no ha visto a Gary. Volví a casa y él no estaba. -dije.

—¿Gary? N-no no lo he visto -dijo nerviosa.

—¿Segura que no lo ha visto? -la miré de manera sospechosa.

—¡Qué no! -gritó y cerró la  puerta de golpe.

—¡Abra! Estoy seguro que usted lo tiene, gorda malvada. -comencé a golpear la puerta.

Luego de 10 minutos gritando y golpeando la puerta, me oculté tras los arbustos que están frente a su ventana. ¡Maldita vieja! Estoy seguro que ella lo tiene en su casa.

Oí que alguien habló al interior de la casa, no era la vieja Puff, era una voz de hombre pero su voz se oía algo rara.

—¿Quién era, cariño? -preguntó aquella voz extraña.

—Eran esos molestos testigos de Jehová. -respondio nerviosa.

Parece que aquella persona esta con ella, tocaré nuevamente para ver si me abre.

Volví a tocar.

—¿Quién es? -preguntó.

—Soy el repartidor de pizza. -dije lo primero que se me ocurrió.

—Nosotros no ordena... -abrió la puerta y ambos quedamos impactados al vernos.

—¿Esponja? -musitó.

—¿Gary? -casi me da un infarto al verlo en forma humana. Era alto, guapo y mamado. —¿Cómo mierda pasó esto, Gary? -dije asustado.

—Esto es wattpad, chaparrito. Aquí puede suceder de todo, hasta Patricio pudo volar con su "Amén" -dijo.

—¡Me niego!.... ¡Corte! ¡Corte! -gritó.

—¿Qué pedo, Esponja? No puedes cortar las escenas cuando se te de la pinche gana -me levanté de mi silla.

—Esta bien que tengas la mente retorcida pero no te pases de vrg. Hay niños mirándonos. -exclamó.

—Tú firmaste un contrato y en él se dice que no se aceptarán reclamos de ningún tipo de situación, una vez que este sea firmado. -le di una copia del contrato. —Leelo bien. -ordené.

—Esto es más feik que las nalgas de Nikki Minaj. ¡Esto no venía cuando lo leí! -exclamó.

—Además, lo de la transformación de Gary viene en el libreto... ¡Ah! Pero el niño se cree Actor de Hollywood y se digna a sólo leer lo suyo. -exclamé.

—¡No se vale! -replicó.

—¿Qué te quejas si te vas a tirar al más bueno? -levanté una ceja.

—Eso es en el episodio 344 y esta omma sólo llega a 200, pinche mentirosa. Eres más mentirosa que los candidatos a la presidencia. -exclamó.

—No me compares, soy mentirosa más no ratera.... En fin, hagamos algo, tú aceptarás la transformación de Gary y su relación con la señora Puff y yo modificaré el guión para que esa parte del 344 aparezca antes, ¿Qué dices? -propuse.

—Mmmh, está bien... Pero nada de zoofilia entre ellos. -advirtió.

—Eso no te lo aseguro..... Bien, vuelvan a sus posiciones -ordené. —¡Episodio 32, toma 2! ¡Acción! -grité.

Disculpen por no haber actualizado pero tuve muchas cosas que hacer y no sabía que hacer.