El Canto de las Mariposas

13 2 0
                                    

Una noche sin luna ni estrellas el amuleto de Kashmir se iluminó con un fulgor taciturno, como si estuviese muriendo la luz por dentro.  Kashmir andaba esa noche en camino al océano, pero incapaz de saber si lo que escuchó fue real o no, se dejó llevar casi como si durmiera por esa voz y sus pies que andaban. Este hipnótico relato parecía hacer que Kashmir sintiera que no era él, y sí lo era a la vez. Se sentía separado, roto por dentro, pero sin dolor; más bien como en un trance.

"Alguna vez vivió aquí un hombre felizmente. Sin embargo, su cordura desapareció en las aguas del mar, como si en un largo viaje ésta se hubiese hundido a lo más profundo del océano. Entre sueños y delirios, el hombre buscaba lo perdido, acompañado de la voz de alguien que amaba. Un día se embarcó en una expedición al océano, buscando un tesoro en una isla lejana. Se unió al capitán de éste barco para ayudarle a buscar el tesoro, y con suerte, encontrar el propio. Se alejó de su propio ser amado dejándolo en la casa con tal de encontrar este tesoro.

Al llegar a la isla, el hombre notó que el capitán encontraba su tesoro, más el hombre no veía qué podía volverse su propiedad. Una rosa fue su tesoro, la que trajo de la isla al barco y llevarla a quien amaba. Pero al cargar el tesoro del capitán, la rosa cayó a las aguas, perdida para siempre.

Sin rosa ni tesoro, el hombre regresó a su hogar con las manos vacías. Entre sueños y delirios, intentaba recordar qué había sucedido; cómo es que había perdido tanto. Quien amaba ya no estaba, y el tesoro sólo era un recordatorio de su gran error. Por un largo tiempo, el hombre deambuló confundido, entre valles y planicies de su hogar, buscando lo perdido.  Lo último que se supo de éste hombre fue que una lápida con su nombre fue encontrada junto a un árbol, en la que una inscripción recordaba:

'Todos elegimos qué nombre escribir en la lápida. Yo elegí el mío.'

Hasta el día de hoy nadie sabe cómo y qué fue lo que perdió el hombre. Sólo se sabe que mariposas azules cubren la lápida de eterno descanso. Muchos desean que descanse en paz, pero lo que realmente quiso fue descansar feliz. Sin embargo, la miseria que trae la confusión y la pérdida sólo causan un sentimiento de disforia a quien no conoce lo que perdió."

Kashmir escuchaba a lo lejos el aletear de mariposas junto con las olas del océano. Una mariposa se cruzó frente a él, pidiendo que él se detuviera. Al escuchar el aleteo, Kashmir miró atrás, dándose cuenta que caminaba solo en la noche.

La Leyenda de Kashmir y las Voces del LagoWhere stories live. Discover now