1.

4.3K 332 9
                                    

Inhalaba el aroma impregnado que desprendían sus labios era ese típico olor al alcohol, su necesidad, su penuria, lo único que según para el era su única razón de vivir en este maldito mundo. Fueron textuales palabras que salieron de su boca, a la vez que mantenía esa mirada perdida en sus ojos que no detallaban más que furia pero a la misma vez el vacío profundo. Estaba asustado, quería huir de él pero era estúpido porque también lo amaba, no iba a ser capaz de dejarlo. Me enamoré de un mounstro sin alma, que juraba amor hacia mi, que lloró por detener esto en algún momento. Pero ahí van sus promesas una y otra vez tiradas en lo más hondo de las mentiras.

Cerré mis ojos con fuerzas y lo sentí de nuevo, sus puños estallando contra mi estómago saciándo su descargo ante mi cuerpo, mis piernas y espalda. Esas cicatrices que me dejó, no desaparecerán nunca. Me recordará todo lo que estoy viviendo ahora.

—Para, por favor.—Dije tapando mi cara contra la pared—Ya... no más.

Llorando incontrolablemente, no parecía importarle en absoluto mis palabras. Sentí el abrumador calor en mi cara de tanta humillación de su parte ¿En qué momento decidió cambiar tanto? Yo era su luz, su esperanza, su salvación a su mala vida. ¿Por qué cada vez que llegaba, recibía un castigo? No obstante nunca olvidaré cuándo me juró amor eterno, pero esa pobre escena sólo se desvanece más y más quedándo en el olvido por siempre.

—Cállate.—Masculló impaciente—.No quiero volver a oír una palabra.

Hice omiso caso al escucharlo hablar otra vez, me sentí una mierda ahí tirado sin poder moverme y el sonrío de manera burlona viendome en tal estado. Yoongi tenía esa macabra sonrisa que parece ser siniestra y cuándo quería, podía convertirla en una totalmente encantadora.

Recorrió ansioso buscando más alcohol por toda la casa, era obvio que su embriaguez era tan inmensa que decidió salir por un momento afuera para sentarse y cerrar los ojos unos segundos. Aproveché para pararme del lugar pero fue inútil, mis rodillas no respondían. Intenté hacer de nuevo el mayor esfuerzo y ir trás el totalmente ensangrentado e mareado.

Lo vi ahí afuera, tan sereno mirándo al cielo, me pregunto si realmente se arrepiente de lo que me hace cada noche, hacerme sufrir para luego pedirme perdón y volver a hacer lo mismo. Yoongi me fulmina y vuelve a mi otra vez. Esto parece no acabar nunca.

Jimin...—Musitó inspeccionandome otra vez con esa mirada pérdida.—Traéme los cigarros... Ya.—Reafirmó—

¿Acaso sigue burlándose de mi? No quiero parecer un completo idiota haciéndole caso otra vez, esto debe de parar y quiero que sea así de una vez por todas. Pero... ¿Y si no puedo? Soy tan débil frente suyo. Quiero ir y preguntarle tantas veces fuera posible por qué tiene ese aspecto tan devastado y por qué recurre a esto como sálida a su fuerte adicción.

Miré sus nudillos y estaban rojos con manchas de mi sangre en ellas, decidí hacerle caso si no quisiera seguir siendo golpeado, me arrastraba tratando de ocultar el dolor en mi cara. Hasta que lo escuché maldecir mi nombre en voz alta, venía por mi otra vez.

—¡Eres un inservible! ¡Te dije que me hicieras caso! —Alzando su mano para arrebatarme un golpe—¿Tengo que tratarte así para que me entiendas?

Antes de darle tiempo a seguir golpeándome grité a pulmón mis palabras.

—¿¡Por qué me haces esto!? ¿¡Dónde quedó tu promesa Yoongi?!—Me limité a decir sollozando—.

Se quedó estático, quieto, mudo. Cómo si hubiera visto lo peor del mundo presentandose a su vista. Era yo siendo golpeado por el ¿Se logró dar cuenta de lo que estaba haciendo?

Se dio la vuelta y cerró la puerta de la cocina de un portazo estruendoso. Supongo que se fue a dormir, suspiro pesadamente y voy al cuarto donde solíamos estar juntos. Su recuerdo vivirá en mi mente, pero yo quiero revivirlo cueste lo que cueste.

.│Stigma│. {pjm+myg}Where stories live. Discover now